El rigor y la pegada del Atl¨¦tico apagan el baile de Las Palmas

El f¨²tbol puede ser un juego de ritmos. Est¨¢ el de Las Palmas, cadencioso, integrado en el paisaje, los 20 grados y la brisa agradable que envolvieron el partido. Un equipo de juego al pie, respetuoso con la tradici¨®n aut¨®ctona de la Isla, donde los agujeros en el contrario se descubren antes por el recurso t¨¦cnico que por el movimiento a los espacios. Un control y un giro m¨¢s ca?o de William Jos¨¦ a Gim¨¦nez y Gabi, otro puentecito sonrojante entre las piernas de Koke de Jonathan Vieira, un cambio de juego templado y preciso de Vicente o un pase f¨¢cil de Roque, el m¨¢s din¨¢mico de todos los jugadores de Quique Seti¨¦n, peculiar su estampa por llevar el pantal¨®n a la altura del ombligo y la camiseta metida por dentro al estilo de los a?os cincuenta. Las Palmas sigue queriendo jugar a ser ese Brasil enterrado por la modernidad, vestido de amarillo y azul, al toque, entendiendo que todo pasa por la pelota transitando de bota en bota en entregas graciles y suaves.

Enfrente, Las Palmas tuvo a su ant¨ªtesis, el Atl¨¦tico, espartano juegue 4-1-4-1 o 4-4-2. Ritmo fren¨¦tico para presionar, replegar y soltar el l¨¢tigo arriba, para recordarle al contrario que el f¨²tbol en Primera Divisi¨®n puede ser una ecuaci¨®n tan sencilla como demoledora: dos errores, dos goles. Mientras que Tana aument¨® el cr¨¦dito de Oblak como ganador de puntos con un remate al centro cuando estaba solo, el Atl¨¦tico aplic¨® una contundencia demoledora. De nuevo Oblak, en momentos de duda de los suyos, se agrand¨® en otro vuelo espectacular a zurdazo de Dani Castellanos tras una jugada que fue un bandeo.

El tanto de Filipe Luis que abri¨® el marcador fue contenedor de ese antagonismo estil¨ªstico. Estaba Las Palmas inmerso en una circulaci¨®n engolada, ret¨®rica, de costado a costado, unidos casi todos sus jugadores por la l¨ªnea invisible de una retah¨ªla de pases ante la que los jugadores del Atl¨¦tico no perdieron la posici¨®n. En la banda, contemplativo, Simeone observaba tranquilo ese f¨²tbol pendular, consciente de que la calma chicha de sus jugadores no era m¨¢s que el camuflaje del depredador.

Perdi¨® la pelota Las Palmas, triangularon r¨¢pido Gabi, Griezmann y Koke, perfor¨® Juanfran su costado y su centro pasado encontr¨® solo al otro lado del ¨¢rea a Filipe Luis, enorme toda la tarde. Su definici¨®n tambi¨¦n fue respetuosa con la tradici¨®n brasile?a. Sac¨® un zurriagazo cruzado con el exterior que castig¨® el error por exceso de basculaci¨®n de David Garc¨ªa, al que le pudo su querencia de central reconvertido a lateral por las bajas de su equipo. Las Palmas toc¨® como la canarinha y fue ejecutado con la violencia y la t¨¦cnica de los laterales brasile?os de toda de la vida. En ese lance el equipo de Seti¨¦n fue el son, y el de Simeone un martillo pil¨®n.

Con el marcador a favor, el Atl¨¦tico no muto en la reanudaci¨®n. Esper¨® parapetado otro descuido. Como en el primer tanto, su sentencia tambi¨¦n radiografi¨® esas dos maneras de interpretar el juego. Trenz¨® Las Palmas una jugada preciosa para ganar el costado izquierdo. El centro desde all¨ª se lo baj¨® con el pecho Willian Jose y Roque, llegando desde atr¨¢s, empal¨® mordida la pelota, que astill¨® el poste de Oblak. La siguiente jugada fue un robo de Koke en la segunda jugada tras el saque largo del meta esloveno aprovechando que los jugadores de Las Palmas estaban a¨²n lament¨¢ndose y se olvidaron del balance defensivo en el repliegue. Koke habilit¨® a Griezmann, que bordeaba el fuera de juego, y ejecut¨® a Javi Varas con un toque raso delicado con el exterior de su pierna izquierda. Antes hab¨ªa desperdiciado una ocasi¨®n similar a pase de Vietto.

Ese segundo gol ya derriti¨® a Las Palmas, expuesto ya a la velocidad de Carrasco, socio de Filipe en el martilleo a David Garc¨ªa y sobre todo a los desmarques cortantes de Griezmann, que volvi¨® a atravesar el centro de la defensa amarilla como un cuchillo candente la mantequilla. El pase se lo dio Koke, al que le viene muy bien esos robos y esos desmarques al l¨ªmite del fuera de juego del franc¨¦s. La conexi¨®n rememor¨® a la que tuvo con Diego Costa y que dispar¨® la carrera del hispanobrasile?o y la suya propia como asistente. Para un equipo que no estaba acostumbrado ¨²ltimamente a filtrar pases claros que dejaran mano a mano a sus delanteros con los porteros esta sociedad puede ser otra gran noticia. Griezmann suma ya 18 goles entre todas las competiciones, 12 en Liga. Una cifra que si la mantiene en progresi¨®n empieza a paliar la ausencia de gol de los delanteros m¨¢s puros de un equipo que empieza a sentirse muy c¨®modo y convencido con el liderato.