Colosal empate sin goles en Bala¨ªdos
Celta y Atl¨¦tico brindan un ameno espect¨¢culo sin generar apenas ocasiones para marcar
En un grato espect¨¢culo Celta y Atl¨¦tico firmaron un empate sin goles. A veces el cero a cero es ameno, en ocasiones a un magn¨ªfico esfuerzo ofensivo se impone una colosal destreza defensiva. Algo de eso ocurri¨® en Bala¨ªdos para dejar abierta una eliminatoria que conceder¨¢ un pase a las semifinales de la Copa del Rey.
Es complicado interpretar este partido sin considerar el que ambos equipos jugaron en id¨¦ntico escenario hac¨ªa diez d¨ªas. Entonces el Atl¨¦tico consigui¨® desactivar al Celta en un excelente ejercicio de paciencia y desgaste. No resulta sencillo hacerlo, mucho menos repetirlo. El Celta fue en esta ocasi¨®n m¨¢s indomable porque se junt¨® mejor, apret¨® en la presi¨®n y cerr¨® los caminos a Griezmann, que fue quien hab¨ªa marcado diferencias en aquel partido de Liga. Encontr¨® adem¨¢s salidas el equipo de Berizzo por los flancos, desde donde operaron con libertad para incidir tambi¨¦n por dentro tanto Iago Aspas, desde la diestra, como Orellana, que parti¨® de la zurda. Fue a m¨¢s el combo celeste en cuanto el chileno comenz¨® a entender el partido y trabajar a la espalda de su ex compa?ero Augusto. Por ah¨ª se corrigi¨® el Celta, que hab¨ªa empezado con alg¨²n susto en su meta disipado en cuanto consigui¨® que el partido dejase de ser un ida y vuelta descontrolado, en cuanto su presi¨®n evidenci¨® alg¨²n problema del Atl¨¦tico para hacer circular la pelota.
Celta, 0-Atl¨¦tico, 0
Celta: Ruben Blanco; Jonny, Cabral, Sergi G¨®mez, Planas (Hugo Mallo, m. 87); Wass (Borja Fern¨¢ndez, m. 90), Radoja, Pablo Hern¨¢ndez; Orellana, Guidetti y Iago Aspas (Beauvue, m. 73). No utilizados: Sergio ?lvarez, Bongonda, Drazic y Se?¨¦.
Atl¨¦tico: Moy¨¢; Jes¨²s G¨¢mez, Savic, God¨ªn, Filipe; Gabi, Augusto Fern¨¢ndez, Koke; Griezmann (Thomas, m. 79), Jackson Mart¨ªnez (Correa, m. 59) y Ferreira Carrasco (Vietto, m. 65). No utilizados: Oblak, Juanfran, Gim¨¦nez y ?liver Torres.
?rbitro: Estrada Fern¨¢ndez. Amonest¨® a Jackson Mart¨ªnez y Orellana.
Bala¨ªdos. Unos 16.000 espectadores
Con todo, Orellana no tuvo continuidad y el Atl¨¦tico tampoco precis¨® que Moy¨¢ se mostrase mucho. Su engranaje defensivo est¨¢ tan automatizado que apenas import¨® que entrasen en ¨¦l dos futbolistas poco habituales como Jes¨²s G¨¢mez y Savic. Se pleg¨® con su habitual impermeabilidad el equipo del Cholo, que controlado ese aspecto se aplic¨® para tratar de encontrar soluciones a su d¨¦ficit ofensivo situando a Griezmann m¨¢s cerca de Jackson Mart¨ªnez. En todo ese batiburrillo, entre toda esa batalla t¨¦cnica y t¨¢ctica el partido nunca mud¨® una caracter¨ªstica: se jug¨® a todo trapo, con una exigencia f¨ªsica brutal.
Hubo codicia y en la ambici¨®n se despidi¨® cualquier atisbo de especulaci¨®n. En un partido sin especial exigencia para los guardametas el gol siempre estuvo en la mirilla de ambos equipos. El Atl¨¦tico estuvo mand¨®n cada vez que se sac¨® de centro. Sali¨® a hacer diana de inicio y se volvi¨® a mostrar nada m¨¢s salir del descanso. Ah¨ª pudo hacer da?o a su rival porque, en esas acciones de estrategia marca de la casa, Savic conect¨® un testarazo en el primer palo que se fue bien cerca del segundo y poco despu¨¦s Rub¨¦n Blanco, firme toda la noche para olvidar alguna desafortunada pasada actuaci¨®n, sac¨® una mano para enviar a c¨®rner una rosca de Jackson, activo, trabajador, pero una vez m¨¢s sin pegada. Y va ya para tres meses sin cantar gol, un pecado para un delantero que cost¨® un dineral.
El Celta se mantuvo en pie. Y busc¨® su momento casi m¨¢s en los espacios que en la posesi¨®n, siempre con cautela para no perder la pelota en zonas sensibles y propiciar una respuesta r¨¢pida del Atl¨¦tico, que adem¨¢s pronto se arm¨® con dos velocistas como Correa y Vietto. Trat¨® de retirarle referencias Simeone a la zaga local y fue a encontrar una clara opci¨®n en una cl¨¢sica acci¨®n de centro y remate en la que a Correa le faltaron los cent¨ªmetros de Jackson para conectar con solvencia un cabezazo goleador. Para entonces, a un cuarto de hora del final, la liza ya iba dejando damnificados. Aspas se fue del partido agotado y golpeado, Guidetti se faj¨® como un gladiador, en la medular nadie dej¨® de encimar, God¨ªn dirigi¨® la zaga rojiblanca como lo que es, uno de los mejores y m¨¢s infravalorados defensas del planeta. No hubo goles, no hubo excesivas oportunidades para lograrlos por m¨¢s que cerca del ep¨ªlogo entre Augusto y Moy¨¢ casi se metiesen uno en propia puerta y el ¨¢rbitro pudiese pitar un penalti por una clara mano de Thomas que interpret¨® sin intenci¨®n, pero Celta y Atl¨¦tico brindaron un magn¨ªfico espect¨¢culo que alimenta un partido de vuelta que apunta a memorable.
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