El Granada sobrevive en la locura

El Granada se meti¨® en un l¨ªo pero consigui¨® salir a tiempo de ¨¦l. Con un 2-0 a falta de 20 minutos y el Getafe rendido a su suerte, un incomprensible baj¨®n del conjunto andaluz dio vida a su rival. Dos jugadas horriblemente defendidas pusieron un empate tan injusto como fugaz, ya que un tremebundo disparo de Rochina con la zurda puso el partido como siempre deb¨ªa haber estado por los m¨¦ritos de uno y otro, del lado granadino.

La cabeza de Sandoval depend¨ªa de este partido y sus jugadores no especularon con el puesto de su entrenador. Salieron a por los tres puntos los nazar¨ªes desde el inicio, arrinconando a un timorato Getafe que apareci¨® por Los C¨¢rmenes henchido por los tres triunfos anteriores y por la zona de confort en la que habita. Era una oportunidad importante para que los de Escrib¨¢ oliesen los puestos europeos, pero tendr¨¢n que seguir en la zona donde no hay chicha ni limon¨¢, que no es poco para un equipo modesto.

A pesar del claro dominio local, un trallazo de Lacen explot¨® en la escuadra de Andr¨¦s Fern¨¢ndez, una volea que de haber entrado hubiese sido carne de repetici¨®n continua. Pero no fue gol y al poco un cabezazo de Fran Rico inaugur¨® el marcador tras un gran centro de Miguel Lopes. El lateral diestro portugu¨¦s le gan¨® siempre la partida a Yoda, que cubri¨® el flanco defensivo izquierdo del Getafe.

No par¨® el Granada y sigui¨® acosando a un Guaita que no encontraba mucha apoyo en su defensa. Bastante hizo el portero valenciano cuando despej¨® como pudo un duro disparo de Rochina, la mala suerte fue que cayese en las botas de El Arabi, que marc¨® a placer. Sigui¨® mal el Getafe, que sin embargo pudo meterse en el partido antes del descanso si ?lvaro V¨¢zquez hubiese embocado a puerta vac¨ªa.

Los de Escrib¨¢ andaban aturdidos y con las piernas encogidas, apenas pasaban de medio campo con el bal¨®n controlado y solo las paradas de Guaita imped¨ªan el festival granadino. Pero a falta de 20 minutos lleg¨® la locura. Solo dur¨® seis minutos, pero en ellos se concentr¨® todo el jugo del partido, y se jug¨® el futuro de Sandoval. Primero un pelotazo de Cala fue controlado por Scepovic, solo, y bati¨® a Andr¨¦s con una gran vaselina. Dos minutos despu¨¦s un centro de Sarabia desde la derecha encontr¨® rematador en el segundo palo. Gol de Moi G¨®mez, solo. Dos fallos defensivos echaban por el sumidero todo el buen trabajo del Granada. El f¨²tbol es cruel, pero no tanto. Por eso solo unos minutos despu¨¦s Rochina enganch¨® un zurdazo que mand¨® el bal¨®n a la escuadra y zanjaba el partido. La inmediata ocasi¨®n de Wanderson -remat¨® a las nubes cuando estaba solo- fue el ¨²ltimo signo de rebeld¨ªa del Getafe.