Una camiseta por manchar
El Bar?a conf¨ªa en la capacidad negociadora de su presidente Bartomeu para desencallar la b¨²squeda de un patrocinador despu¨¦s de los problemas surgidos con Qatar
El pr¨®ximo 30 de junio termina el acuerdo que el 10 de diciembre de 2010 Sandro Rosell, siendo presidente del Barcelona, firm¨® con Qatar Sports Investment para la esponsorizaci¨®n de la camiseta del club. Antes de convocar elecciones y ser elegido presidente, Josep Mar¨ªa Bartomeu ten¨ªa en su mesa un preacuerdo de renovaci¨®n con Qatar Airways por cuatro a?os que garantizaba al Bar?a 240 millones por cuatro a?os m¨¢s la promesa de un bonus de 5 millones de euros en el caso de conseguir una Champions en ese tiempo y liberaba el pecho de la zamarra de entrenamiento. En total, un m¨ªnimo de 290 euros, netos, limpios de intermediarios. Lo pact¨® Javier Faus, entonces vicepresidente econ¨®mico del Barcelona, y Laurent Colette director de mercadotecnia de la entidad con Akbar Al Baker, director ejecutivo del Grupo Qatar Airways, y Shiekh Abdullah Bin Mohammed Saud Bin Naseer, en nombre de QSI (Qatar Sports Investment). El pacto ten¨ªa el visto bueno, por supuesto, de Su Alteza el jeque Hamad Al Thani y la bendici¨®n de Bartomeu.
Las condiciones del acuerdo estaban redactadas por las asesor¨ªas jur¨ªdicas de las partes negociadoras y solo quedaban flecos m¨ªnimos, como el tama?o de la publicidad en la fachada del estadio que deb¨ªa cerrar precisamente Colette en posteriores reuniones. Pero los documentos no llegaron a firmarse, y medio en broma, pero con cierto fondo real, en la junta del Barcelona se?alan como culpable a Joan Laporta pues los directivos convinieron en que, por peque?a que fuera, cab¨ªa la posibilidad de que Bartomeu no ganara las elecciones. Por ello, decidieron dejar las manos libres al nuevo presidente, fuera quien fuera y firmar en caso de que Bartomeu ganara en las urnas la presidencia, como sucedi¨®.
Bartomeu fue de farol y ahora tiene un problema. No encontrar¨¢ quien le pague lo que le daba Qatar¡±, aseguran expertos en patrocinio.
Gan¨®, pero no firm¨®. Bartomeu volvi¨® a Qatar en octubre, con el vicepresidente Manel Arroyo y Colette, y la reuni¨®n, que deb¨ªa ser un tr¨¢mite, termin¨® mal. Los negociadores de Qatar se sintieron ofendidos y se levantaron de la mesa inmediatamente, al considerar que el Barcelona estaba rompiendo el pacto. El presidente pidi¨® m¨¢s dinero, defendiendo, textualmente, ¡°el lugar que ocupa el Bar?a en el mundo del f¨²tbol¡±, esgrimiendo como argumentos el triplete reci¨¦n conquistado y la presencia de Messi y Neymar en el equipo, y pidi¨® un m¨ªnimo de 65 millones anuales. Colette estuvo en las dos reuniones, sabe que ocurri¨® pero est¨¢ mudo: ¡°No quiero hacer ning¨²n tipo de declaraciones¡±, respondi¨® a este diario. Se deslig¨® del Bar?a al volver de aquella segunda reuni¨®n y ahora trabaja para el Roma.
¡°Bartomeu fue de farol y ahora tiene un problema. No encontrar¨¢ quien le pague lo que le daba Qatar¡±, aseguran expertos en patrocinio ligados a clubes de Primera Divisi¨®n. Pero ¨¦l, en cambio, dice sentirse ¡°tranquilo y optimista¡±. En la junta, medio en broma medio en serio, asumen que si no le ponen publicidad a la camiseta, ¡°acabaremos convocando elecciones¡±. Pero aseguran no sentirse preocupados, a pesar de no recibir explicaciones del presidente ¡°por el bien de las negociaciones¡±.
El tema est¨¢ en sus manos, en las de Arroyo, su compa?ero de junta, y en un equipo de ejecutivos. El informe que encargaron en mayo del a?o pasado a una empresa brit¨¢nica especialista en estos temas contempla que una negociaci¨®n de este calibre precisa, al menos, de ocho meses de maduraci¨®n. ¡°La multinacional que est¨¦ dispuesta a pagar lo que pide el Barcelona ha de cribar el acuerdo en varios departamentos antes de dar el visto bueno; no decide en un d¨ªa¡±, razonan varios expertos.
Bartomeu insiste en que est¨¢ haciendo valer la marca Bar?a. Y aunque se diga en el club que la raz¨®n que impide una mejora de la oferta catar¨ª tiene que ver con las maniobras del presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi ¡ªha insistido en su pa¨ªs a fin de que su club sea el ¨²nico estandarte en el f¨²tbol europeo¡ª fuentes conocedoras de los negocios del pa¨ªs lo niegan. ¡°Para nada, no es cierto¡± apuntan fuentes conocedoras de las relaciones internacionales del propietario del conjunto parisino. ¡°Al final, ¨¦l no hace nada que no autorice el jeque Al Thani. Nasser tiene el poder que tiene¡±. El problema parece ser que Qatar no est¨¢ por la labor de negociar a la alza con el Bar?a.
Al tiempo, al Bar?a se le abre un da?o colateral. Nike pensaba lanzar el nuevo equipaje en mayo, como acostumbra, para aprovechar la campa?a tur¨ªstica, pero la entrada en la cadena de producci¨®n ya est¨¢ fuera de plazo. La mejor noticia que le pueden dar desde el club es que confeccione las camisetas sin publicidad. Los ejecutivos de la firma no abren la boca, pero les suspenden una reuni¨®n tras otra, la ¨²ltima la semana pasada, por lo que interpretan que el Bar?a no tiene nada que decir al respecto. ¡°Mucha gente nos pide la camiseta sin esponsor¡±, explican las empleadas de la tienda de las Ramblas, una de las de mayor volumen de ventas.
Bartomeu, sin embargo, aguanta y espera; tiene la confianza de sus directivos, que le califican como ¡°un tibur¨®n de los negocios¡±.
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