Espa?a se desdibuja contra Alemania

Seguramente, con el tiempo y su debida perspectiva, la sensaci¨®n sea bien distinta. Probablemente, m¨¢s adelante esta ¨²ltima plata obtenida por la selecci¨®n espa?ola de balonmano ¨C12? medalla en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas¨C reluzca de un modo diferente, y no de esta forma gris¨¢cea. Es posible. Nadie puede negar que concluir como la segunda mejor selecci¨®n del continente (por cuarta vez) es loable, un ¨¦xito m¨¢s para el expediente. Sin embargo, Espa?a se march¨® de Cracovia con un regusto amargo, sin haber sido capaz de competir en la final de t¨² a t¨² contra una robusta Alemania que le domin¨® de principio a fin, sin recibir r¨¦plica alguna.

Termin¨® la cita con la impresi¨®n de que este gran elenco de jugadores no ha ofrecido ni una 3? parte de su potencial

Los de Manolo Cadenas cedieron (24-17) y Espa?a sigue sin saborear el oro europeo. Concluy¨® el Europeo en el que siempre deambul¨® con discreci¨®n, a excepci¨®n de la semifinal ante Croacia ¨Cfinalmente bronce; 24-31 con Noruega ¨C; termin¨® la cita con la impresi¨®n de que este fabuloso elenco de jugadores no ha ofrecido ni una tercera parte de su potencial. La derrota conlleva adem¨¢s un elevado peaje: la selecci¨®n se qued¨® sin el billete para los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo y deber¨¢ conseguir uno en la rev¨¢lida del Preol¨ªmpico, entre el 7 y el 10 de abril, contra Eslovenia, Suecia e Ir¨¢n.

Sab¨ªa de antemano Espa?a con qu¨¦ iba a encontrarse, con un rival de lo m¨¢s duro e intenso defensivamente, hasta el extremo. Ni una sola ofrenda, ni una concesi¨®n. Un dique que a la hora de sacar los brazos no duda y arremete. Alemania, en ese sentido, ha ido todo el campeonato de frente. Sin la jerarqu¨ªa de otros tiempos, la receta es minimalista, pero la redacci¨®n es muy clara: agresividad y galopada. Schmidt, Lemke y Pekeler, el cintur¨®n defensivo, marc¨® territorio en la zona de seis metros. Mientras, Espa?a se olvid¨® de los costados y se obcec¨® en atacar por el centro, pero no encontr¨® ninguna grieta.

Aguinagalde se las tuvo tiesas con todos; su ment¨®n, sacudido, puede dar fe de ello; tambi¨¦n el costillar de V¨ªctor Tom¨¢s, castigado en un vuelo. Sin embargo, la f¨®rmula del pivote no funcion¨® y tampoco se disfrutaba a la carrera. Los Hispanos no lograron perforar la porter¨ªa de Wolff hasta el minuto 7. Sin claridad ofensiva ¨Csolo tres tantos en 16 minutos¨C, los de Cadenas s¨ª supieron al menos mantener el tono defensivo, aunque no aprovecharon las exclusiones de los alemanes y se perdieron demasiados balones; al menos siete en los 20 primeros minutos. Por si fuera poco, el meta Wolff sostuvo niveles superiores al 50% durante todo el primer periodo (48% al final).

No encontraba luz Espa?a ni lograba invertir la din¨¢mica. Se le esperaba a Ca?ellas, muy motivado al enfrentarse a su pa¨ªs de acogida, pero el lateral del Kiel continu¨® en la penumbra. No hab¨ªa claridad y Alemania cada vez se encontraba m¨¢s c¨®moda. Cadenas busc¨® variantes con la presencia de Dujshebaev y Ugalde, pero ni por esas. Se produjo un vac¨ªo de cinco minutos en el que los Hispanos no anotaron y su rival cerr¨® el primer periodo con cuatro goles de renta a su favor (10-6). Ese era el consuelo, la esperanza; pese a niebla de la primera media hora, la llama de la final segu¨ªa viva.

La aportaci¨®n de los extremos fue muy baja, el tiro de media distancia no existi¨® y los pivotes se quedaron secos

Sin embargo, en el segundo acto todo transcurri¨® por la misma senda. Espa?a continu¨® irreconocible cuando enfocaba la porter¨ªa contraria, desfigurada. A los 45 minutos solo hab¨ªa acumulado nueve goles, cuando en el estreno en el torneo, frente a esta misma Alemania, envi¨® 32 veces el bal¨®n a la jaula. En ning¨²n momento dio la sensaci¨®n de que pudiera voltear la escena. Basta con echar un vistazo a las cifras: la aportaci¨®n de los extremos qued¨® reducida a cinco goles ¨Ccuatro de ellos de V¨ªctor Tom¨¢s¨C, se volvi¨® a adolecer de pegada desde media distancia ¨Centre Maqueda, Ca?ellas y Antonio Garc¨ªa lograron solo tres goles¨C y los pivotes ¨CAginagalde y Baena¨C se quedaron secos, a cero.

Al otro lado, una estampida de bisontes. Sostenida por el joven e inmenso Wolff ¨C33 paradas a 48 lanzamientos¨C, Alemania golpe¨® por tierra, mar y aire, con H?fner (7) y Dahmke (4) como cabecillas. Tiene m¨¦rito la obra final de Dagur Sigurdsson. Enmend¨® un equipo castigado por las bajas y ha dado alas a un pu?ado de j¨®venes que apuntan alto. Desde 2007, cuando conquistaron su tercer oro mundial, los alemanes no hab¨ªan probado bocado. A Espa?a s¨ª le hincaron el diente... Y a base de bien.