El rugby del norte se lame sus heridas en el Seis Naciones
Las potencias septentrionales inician el tradicional torneo tras un Mundial en el que no dieron la talla ante los equipos del hemisferio sur
Con el orgullo herido tras la debacle del Mundial de Rugby, Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda, Francia e Italia vuelven este s¨¢bado el Torneo de las Seis Naciones con ambiente lleno de dudas. Se est¨¢ cuestionando no solo el juego , sino tambi¨¦n la identidad y la filosof¨ªa rugb¨ªstica del norte, que se ha demostrado inferior al practicado por Nueva Zelanda, Australia, Sud¨¢frica e, incluso, Argentina.
Que las cuatro selecciones meridionales coparan los puestos en las semifinales del torneo mundialista ha disparado las alarmas. Un posible ejemplo de las dudas de los dirigentes europeos es que, por primera vez en este siglo, la mayor¨ªa de los seleccionadores ser¨¢n del sur y solo Francia mantiene su apuesta por los t¨¦cnicos nacionales. Galeses, irlandeses y escoceses contin¨²an con sus t¨¦cnicos neozelandeses; por primera vez un extranjero, en este caso australiano, dirigir¨¢ a Inglaterra, mientras que Italia seguir¨¢ a cargo del franc¨¦s Jaques Brunel.
Pero, independientemente del pasado m¨¢s inmediato, en el Seis Naciones las selecciones juegan a una vuelta para superar un legado que se remonta al siglo XIX ya que Escocia e Inglaterra se disputan siempre en su duelo del torneo, la Calcutta Cup, el trofeo m¨¢s antiguo de la historia de los deportes por equipos y germen del campeonato que conocemos hoy en d¨ªa.
Adem¨¢s, durante el torneo se ponen en liza trofeos de menor valor, algunos m¨¢s importantes que otros como. El grand slam se lo lleva el equipo que gana los cinco partidos; Inglaterra, Gales, Irlanda y Escocia pueden ganar la Triple Corona, que se concede a la selecci¨®n que logre imponerse a las otras tres; y, si una naci¨®n pierde todos los partidos se har¨ªa con el dudoso honor de ganar la ficticia Cuchara de Madera.
Irlanda y el gafe del doble campe¨®n
El XV del tr¨¦bol, vencedora de las ¨²ltimas dos ediciones, aspira a ser la primera naci¨®n en ganar tres veces seguidas el torneo desde la incorporaci¨®n de Italia en el a?o 2000. Lo hace continuando con el proyecto del neozeland¨¦s Joe Schmidt y su apuesta por un grupo cohesionado al que le gusta jugar con el pie y salir con el bal¨®n jugado en los tres cuartos, pero que ha visto retirarse a su carism¨¢tico capit¨¢n Paul O¡¯Connell y parece que depende demasiado de su apertura Jonathan Sexton.
Gales esgrime continuidad
Mientras otros grandes descorchan proyectos, la gran virtud del XV del Drag¨®n es la estabilidad. Y cayeron con honor en cuartos ante Sud¨¢frica pese a sumar m¨¢s de una decena de jugadores lesionados. Tras ocho a?os como seleccionador, el neozeland¨¦s Warren Gatland, renovado hasta 2019, dirige a un grupo muy cohesionado. Los ¨²ltimos Seis Naciones post-Mundial terminaron con grand slam gal¨¦s (2008 y 2012)
El nuevo proyecto ingl¨¦s
Siempre entre los favoritos, el XV de la rosa busca redimirse de su fracaso mundialista tras ser el primer anfitri¨®n eliminado en la fase de grupos. El australiano Eddie Jones, el primer t¨¦cnico no brit¨¢nico de Inglaterra, acepta el desaf¨ªo y asegur¨® tras nombrar capit¨¢n al pol¨¦mico talonador Dylan Hartley, un habitual en los partes disciplinarios, que ¡°el mayor riesgo era no correr ning¨²n riesgo¡±. Jones quiere recuperar lo que el mundo ¡°teme¡± de los ingleses, su juego de delantera. Con su solo t¨ªtulo en 12 a?os (el de 2007), sus pupilos tienen un calendario a priori favorable: reciben en Twickenham a Irlanda y Gales.
La b¨²squeda de identidad de Francia
La cr¨ªtica m¨¢s recurrente al XV del gallo los ¨²ltimos cuatro a?os, en los que ni se ha subido al podio, ha sido que su equipo solo ten¨ªa un registro para romper una defensa: la fuerza bruta. Por eso, la Federaci¨®n Francesa se ha encomendado a Guy Noyes, la gran esperanza para recuperar algo de su famoso Rugby Champagne, un estilo aut¨®ctono que requiere, no solo, una enorme dosis de inventiva y genialidad de los jugadores, sino, sobre todo, una gran compenetraci¨®n como equipo. Pese a sumar m¨¢s victorias que nadie desde el a?o 2000, no alza un trofeo desde el Grand Slam de 2010.
Escocia grita de nuevo
El capit¨¢n del XV del Cardo, Greig Laidlaw, reconoci¨® que la derrota por la m¨ªnima ante Australia en cuartos de final, que no estuvo exenta de pol¨¦mica, le acompa?ar¨¢ en la tumba. La cuchara de madera del Seis Naciones 2015 fue la representaci¨®n m¨¢s digna del norte en el Mundial, un equipo que exhibi¨® unos progresos encomiables en ataque. Pese a la baja del centro Alex Dunbar, la plantilla tiene recursos para romper defensas, una tercera potente y un gran director de orquesta en Laidlaw, un medio-mel¨¦ sin la exuberancia f¨ªsica de los nuevos tiempos pero eficaz como pocos. El pateador lidera un grupo que a¨²n busca su primer t¨ªtulo tras llevarse la ¨²ltima versi¨®n del torneo a cinco, en 1999.
Las dudas y amenazas para Italia
Con su mejor generaci¨®n, encabezada por el capit¨¢n Sergio Parisse, en la recta final de su carrera internacional, Italia afronta su 17? Seis Naciones con la potencial amenaza que supone para su permanencia en la ¨¦lite la pujanza mostrada por Georgia y Ruman¨ªa en el Mundial, en el que los transalpinos no fueron capaces de demostrar una evoluci¨®n positiva. Las dos selecciones del este, que s¨ª mostraron un cambio para bien, insisten en que se establezca un sistema de ascenso y descenso entre el torneo de los primeros espadas del norte y la segunda categor¨ªa, la Copa Europea de Naciones, en la que est¨¢ encuadrada Espa?a.
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