Celta-Sevilla: t¨¢ctica, esfuerzo y empate en Bala¨ªdos
El cuadro gallego llega tarde a un partido que su rival jug¨® tres cuartas partes con 10
Le falt¨® partido al Celta, que lleg¨® tarde y se dej¨® dos puntos que pudieron ser suyos ante un rival que tiene pinta de que no va a ser directo tan solo en la Copa del Rey sino en la pelea por encontrar una plaza en la pr¨®xima Liga Europa. No le da por ahora al Sevilla para optar a algo m¨¢s, incapaz como es de ganar a domicilio en lo que va de campeonato. Nadie le puede negar el esfuerzo. De Bala¨ªdos se llev¨® un punto adornado con un agon¨ªstico trabajo defensivo ante un rival que apenas fue reconocible tras el descanso. Antes el Celta pareci¨® un equipo melanc¨®lico, carente del ritmo y el despliegue habitual no ya con bal¨®n sino tambi¨¦n sin ¨¦l. Al receso lleg¨® el Sevilla al comando en el marcador tras un gol en las postrimer¨ªas de la primera parte, pero tambi¨¦n con un futbolista menos. El partido estaba anestesiado, prisionero de un tacticismo que hab¨ªa secuestrado la profundidad, tambi¨¦n el descaro. Y el Celta se siente fuerte en la transgresi¨®n, la que tambi¨¦n le dan tipos con los que no pod¨ªa contar como Orellana o Nolito.
Igual habr¨ªa que interpretar este partido desde el recuerdo del que enfrent¨® el pasado jueves a ambos equipos en la Copa del Rey. Entonces el Celta pen¨® porque el Sevilla le golpe¨® a la contra hasta dejarlo pr¨¢cticamente tumbado en la lona copera. Quiz¨¢s por ah¨ª sali¨® temeroso el Celta, preocupado porque el manejo se produjese sin errores y sacrificando as¨ª la velocidad en la circulaci¨®n de la pelota. No llegaba el Celta a la cita y el Sevilla se aprovech¨® a base de oficio por m¨¢s que mediada la primera parte se viese con un hombre menos por expulsi¨®n de Fazio. No la acus¨® hasta que el equipo de Berizzo cambi¨® de marcha.
Mientras se transit¨® con freno de mano sobre la pradera de Bala¨ªdos quien sali¨® ganando fue el Sevilla porque adem¨¢s domina otra suerte en la que el Celta sufre, la de las acciones a bal¨®n parado. Ah¨ª encontr¨® el gol buscando a Llorente y a Nzonzi en el ¨¢rea, en una segunda jugada que aprovech¨® Carri?o. El gol, el descanso, la pausa para reflexionar y rearmar intenciones trajo un cambio radical en el partido. La pelota empez¨® a rodar con m¨¢s soltura, la movi¨® el Celta y con ella agit¨® tambi¨¦n al Sevilla, que se aprest¨® a sufrir. El empate pas¨® de largo varias veces antes de que Beuvue atinase cuando el equipo de Berizzo ya jugaba con Guidetti y Aspas como doble referencia atacante, Wass acoplado como falso lateral derecho y Marcelo D¨ªaz al mando del centro del campo. Restaba como pod¨ªa el Sevilla, sufridor y sin alternativa por m¨¢s que Emery, que cumpl¨ªa sanci¨®n desde el grader¨ªo, recurriese a Banega para encontrar algo de dictado con la pelota y a Gameiro para galopar. Llegaron minutos de derroche hasta que muri¨® el partido entre el sudor de unos y otros, sin m¨¢s gol, con la sensaci¨®n de que el Sevilla acab¨® bien parado de una tarde que se le hab¨ªa nublado y de que para el Celta hab¨ªa salido tarde el sol.
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