Cristiano hace sufrir al Madrid
La progresiva intermitencia del goleador origin¨® la crisis de resultados, seg¨²n Ben¨ªtez, y ahora obliga a los mediapuntas como Modric a asumir m¨¢s responsabilidades
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Cristiano le ven¨ªa de meter cinco goles al Espanyol el 12 de septiembre cuando d¨ªas m¨¢s tarde se encontr¨® con un amigo al que no ve¨ªa desde hac¨ªa tiempo y que le abraz¨® anim¨¢ndole: ¡°?Vaya m¨¢quina est¨¢s hecho!¡±. En circunstancias normales, Cristiano habr¨ªa reaccionado al apoyo con una broma. Esta vez, en cambio, se gir¨® para lanzar una mirada incr¨¦dula, hacer un moh¨ªn y menear la cabeza. No, no, no. La m¨¢quina ya no era lo que sol¨ªa ser. Y ¨¦l lo sab¨ªa perfectamente. Todos lo sab¨ªan. Tambi¨¦n su amigo.
Empotrado contra la defensa contraria
La filosof¨ªa de juego de Zidane deriva en una paradoja. El t¨¦cnico franc¨¦s quiere acabar con la especulaci¨®n y ha ordenado a sus jugadores que tengan el bal¨®n, elaboren, y presionen en campo contrario. Pero en ocasiones, el resultado que se obtiene es el opuesto al perseguido. Contra el Betis y el Granada, cuanto m¨¢s apret¨® el Madrid al rival, m¨¢s se distanci¨® del gol. En especial, Cristiano, que para encontrarse c¨®modo necesita correr. En Valdebebas dicen que el portugu¨¦s se ¡°empotr¨®¡± contra las defensas rivales cuando el equipo elev¨® las l¨ªneas de presi¨®n. Frente al Betis consigui¨® disparar una sola vez entre los tres palos y en Granada acab¨® el partido sin haber puesto a prueba al portero rival ni una sola vez. Como si a?orase los contragolpes.
Cristiano recibi¨® ayer el trofeo Pichichi que lo galardona como m¨¢ximo goleador de la Liga 2014-15 tras sumar 48 tantos en 35 encuentros. El Pichichi recoge los hechos de un pasado imborrable y glorioso. Mucho m¨¢s brillante que este presente, cuyo reflejo m¨¢s pobre fue el partido en Los C¨¢rmenes. El pasado domingo Cristiano complet¨® ante el Granada una de sus peores actuaciones en a?os. Un partido que record¨® a los aficionados lo que el propio futbolista sabe desde hace tiempo. La m¨¢quina de golear no carbura como en su mejor ¨¦poca y el Madrid lo est¨¢ pagando.
Rafa Ben¨ªtez suele explicar en privado que una de las causas m¨¢s evidentes por las que su proyecto en el Madrid acab¨® trunc¨¢ndose fue porque Cristiano perdi¨® la terrible eficacia que demostr¨® entre 2009 y 2015. Dice el t¨¦cnico madrile?o que basta con repasar los equipos a los que hab¨ªa goleado el portugu¨¦s hace un a?o, en lo que iba de la campa?a 2014-15 hasta febrero. Entonces Cristiano contabilizaba dos goles al Sevilla; dos al Atl¨¦tico; uno al Villarreal; tres al Athletic; uno al Liverpool; uno al Barcelona; tres al Celta y uno al Valencia. De todos esos adversarios, rivales directos en la lucha por los t¨ªtulos, esta temporada solo ha marcado a uno: al Celta, al que hizo un gol en Bala¨ªdos. El resto de sus v¨ªctimas, acribilladas, son equipos como el Malmoe (siete goles); el Espanyol (ocho); o el Shakhtar (cinco), buenos para equilibrar el balance pero nulos como competidores directos.
Ben¨ªtez suele explicar en privado que el bajo rendimiento del punta es una de las causas del fracaso de su proyecto
Frente al Granada se le vio intermitente, selectivo. Se movi¨® muy poco hacia el bal¨®n y en las contadas veces que se desmarc¨® al espacio lo hizo al segundo palo para procurar definir a un toque. Sin apenas entrar en juego. Sin demasiada fe. Sin demasiada velocidad. Hasta David Lomb¨¢n le gan¨® un esprint corto para arrebatarle el bal¨®n largo, medido, que le puso Modric en una de las pocas ocasiones que goz¨®.
Si por algo se caracteriz¨® Cristiano fue por su promedio rematador. El m¨¢s elevado del f¨²tbol mundial hasta este curso. Hasta que poco a poco sus disparos se han ido espaciando, aproxim¨¢ndole a las cifras de cualquiera. En sus mejores a?os remat¨® m¨¢s de tres veces a puerta por partido de media en toda la temporada. Este curso promedia 2,4 tiros a puerta por encuentro. En Granada no remat¨® ni una sola vez entre los tres palos. Hizo tres tiros. Los tres fuera.
¡°Me quedan un par de a?os aqu¨ª, y el futuro ya se ver¨¢¡±, dijo al recibir el Pichichi. ¡°Es el contrato que tengo¡±.
El gigante del f¨²tbol ya es inmortal. Ahora lo que queda por dirimir es el papeleo. Mientras tanto el Madrid descubre que sufre sin sus goles y que en su lugar debe aferrarse a h¨¦roes como Luka Modric, autor del ag¨®nico gol del triunfo en Los C¨¢rmenes.
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