¡°El mejor mate de siempre. Me quito el sombrero¡±

El animoso p¨²blico que llen¨® el Air Canada Centre, a resguardo de la glacial temperatura reinante en Toronto (unos 16 grados bajo cero), cre¨ªa haber presenciado ya el cl¨ªmax de la jornada una vez que Klay Thompson meti¨® sus cinco ¨²ltimos balones de su carro y le gan¨® la final del concurso de triples a Stephen Curry, la estrella del momento en la NBA. Quedaba el concurso de mates. Nadie esperaba demasiado. Y menos cuando Steve Nash trat¨® de levantar el bal¨®n haciendo cu?a con los pies para darle una asistencia a Andre Drummond. Mate frustrado. Sin embargo, lo que parec¨ªa que pod¨ªa derivar en otro concurso anodino, pretencioso y de intentos fallidos como ven¨ªa sucediendo en muchas de sus ¨²ltimas ediciones, acab¨® siendo visto por muchos como el mejor de toda la historia, memorable cuanto menos, ¡°entre los tres mejores de cuantos he visto en 30 a?os¡±, en palabras del legendario Magic Johnson.

La culpa fue de dos veintea?eros, dos jugadores que cumplen su segunda temporada en la Liga. Zach LaVine es algo m¨¢s conocido porque ya gan¨® el a?o pasado el concurso de mates y por haber sido elegido el viernes el MVP del partido de las Estrellas Emergentes. Aaron Gordon es el hijo de un destacado jugador universitario de San Diego State. Ninguno de los dos hab¨ªa nacido siquiera cuando Michael Jordan asombraba en 1987 con un mate descriptivamente bautizado Kiss The Rim (Besa el aro) ni cuando, un a?o despu¨¦s, le ganaba a Dominique Wilkins un duelo que ha pasado a los anales de la NBA.

Pero el concurso en Toronto super¨® la expectativa m¨¢s optimista. LaVine empez¨® a ejecutar mates con una naturalidad que no se correspond¨ªa con el desaf¨ªo a las leyes gravitatorias, el atleticismo y la sincron¨ªa que requer¨ªan. Shaquille O¡¯Neal, exigente, remiso a calificar con dieces, rompi¨® de repente a sudar, a taparse la cara con una toalla, ante la magnitud de los alardes de LaVine y de Gordon. George Gervin, Dikembe Mutombo, Tracy McGrady y Magic Johnson, los otros legendarios y jueces del concurso, ya estaban extasiados, como el p¨²blico y como muchos jugadores que utilizaron Twitter para expresar su admiraci¨®n por LaVine y Gordon. ¡°Ha vuelto el concurso de mates¡± (Dominique Wilkins), ¡°Es uno de los mejores concursos de todos los tiempos, para quitarse el sombrero¡± (Blake Griffin). ¡°El mejor desde el duelo entre Dominique y Jordan¡± (Paul Pierce). ¡°Mis respetos, j¨®venes¡± (Karl Malone).

Tras el pleno de dieces, hubo que recurrir a dos desempates. Ni LaVine ni Gordon utilizaron parafernalia para adornar sus mates. En su d¨ªa hubo jugadores que llegaron a saltar sobre un coche, a disfrazarse de Superman, a utilizar tres balones a la vez o a comparecer con coros de Gospel. Gordon se ayud¨® de la mascota de los Magic, Stuff, pero simplemente para que le mantuviera sujeto el bal¨®n. Su salto con ambas piernas a la vez por encima de Stuff para machacar, o la recogida del bal¨®n sostenido por la mascota para dar un giro completo sobre s¨ª mismo antes de perforar la canasta fueron sensacionales. Las acciones, a diferencia de concursos precedentes, estaban alejadas de todo artificio. Fue una vuelta a los or¨ªgenes. El m¨¦rito de LaVine y Gordon fue doble. Efectuaron sus acciones a la primera, sin necesidad de repeticiones, y algunas tan centelleantes que se apreciaban mucho mejor en la repetici¨®n.

Sugerencia de Barton

En el segundo desempate al que hubo que recurrir, venci¨® LaVine, el compa?ero de Ricky Rubio en los Wolves, con un mate saltando desde la l¨ªnea de tiros libres y pas¨¢ndose el bal¨®n bajo las piernas. No lo hab¨ªa puesto en pr¨¢ctica previamente, pero su compa?ero Will Barton (Denver) le invit¨® a que lo intentara. El propio LaVine, antes de dedicarle el triunfo a Flip Saunders, el entrenador de los Wolves fallecido en octubre, reconoci¨®: ¡°Debimos compartir el trofeo, nunca antes hab¨ªa visto mates as¨ª. Ha sido una locura, el mejor concurso de la historia¡±. LaVine con Minnesota y Gordon con Orlando deber¨¢n continuar ahora su proceso de adaptaci¨®n a una Liga exigente en la que ni el uno ni el otro son titulares con regularidad. Su enorme impacto en el concurso de mates les ayudar¨¢ en ese proceso.

Thompson: ¡°Me encanta entrenarme con el mejor tirador de la NBA¡±

¡°Nos encanta enfrentarnos en los entrenamientos. Para m¨ª es un honor entrenarme cada d¨ªa con el mejor tirador de la NBA¡±, afirma Klay Thompson. El alero de los Golden State Warriors le quit¨® la corona del concurso de triples a su compa?ero de equipo Stephen Curry. Para ello tuvo que exprimirse al m¨¢ximo, anotar los cinco balones del ¨²ltimo carro de la final, con valor doble. Thompson sum¨® de esta forma 27 puntos, cuatro m¨¢s que Curry, que empez¨® muy bien la final, anotando sus siete primeros lanzamientos, pero que solo pudo sumar 23 puntos. El novato de Phoenix Suns, Devin Booker, no tuvo opci¨®n porque solo sum¨® 16 puntos en la final.

El m¨¦rito de Booker fue llegar a esa final tras superar a Harden y Redick en el desempate que fue necesario disputar tras una primera ronda en la que los tres sumaron 20 puntos. Quedaron eliminados en esa primera ronda el ¨ªdolo local, Kyle Lowry (15 puntos), CJ McCollum (14) y Khris Middleton (13). Thompson ya fue el mejor en la primera ronda, con 22 puntos, mientras que Curry pas¨® a la final con 21.

Klay Thompson, que acaba de cumplir 26 a?os y es hijo del exjugador de los Lakers Mychael Thompson, promedia esta temporada 21,3 puntos y ha anotado 161 triples con un 42% de acierto. Por segundo a?o consecutivo deb¨ªa jugar esta madrugada el Partido de las Estrellas. Curry, que cumple 28 a?os dentro de un mes, gan¨® el concurso de triples en 2014 y tambi¨¦n jugaba el Partido de las Estrellas, por tercera ocasi¨®n en su carrera. Fue el MVP de la pasada temporada y en esta suma 245 triples con un porcentaje de acierto del 45%. Es el m¨¢ximo anotador con un promedio de 29,8 puntos.

Los Warriors, que defienden el t¨ªtulo, dominan en la temporada regular con un balance de 48 victorias y cuatro derrotas que les permite aspirar a batir el r¨¦cord de 72 victorias y 10 derrotas en poder de los Bulls de Michael Jordan en 1996.