La bruma nubl¨® al ¡®Bichito¡¯
Jes¨¦ desaprovecha una buena oportunidad en M¨¢laga, donde se top¨® con un gran Kameni, en tarde sideral, y acab¨® siendo sustituido a la hora de partido por Lucas V¨¢zquez
El viento de Levante levant¨® una bruma importante sobre M¨¢laga. La capital de la Costa del Sol vivi¨® una tarde encapotada, sin llegar al nublado, pero con una neblina visible en la zona alta de la ciudad que fue cayendo sobre La Rosaleda. La misma bruma que anul¨® a un Madrid que quiso jugar andando y se encontr¨® con la formidable resistencia del M¨¢laga. Ca¨ªdo Benzema, Zidane coloc¨® de delantero centro a Isco, al que le ped¨ªa gol, y opt¨® por colocar a Jes¨¦ de extremo. James se qued¨® en el banquillo, pues Kovacic tambi¨¦n sali¨® de inicio. El t¨¦cnico franc¨¦s premi¨® la carrera y el golazo de Jes¨¦ en Roma. Una conducci¨®n y una definici¨®n a alcance de pocos futbolistas.
Los primeros movimientos de Isco invitaron a la esperanza, hasta que el malague?o se diluy¨® como el juego de su equipo. Su juego record¨®, entonces, a lo que hac¨ªa Guti cuando jugaba de delantero. S¨ª estuvo activo Jes¨¦, que a los dos minutos provoc¨® una amarilla a Miguel Torres, a los seis salv¨® en defensa una acci¨®n de Rosales y a los 17 puso en apuros a Kameni. El portero camerun¨¦s salv¨® la acci¨®n del delantero del Madrid, que tuvo m¨¢s tiempo de prepararse en el remate seis minutos despu¨¦s. Otra vez Kameni desbarat¨® los planes de Jes¨¦.
El canario perdi¨® fuelle cuando Zidane lo pas¨® a la izquierda
El madridista perdi¨® fuelle cuando Zidane lo pas¨® a la izquierda. Le cost¨® m¨¢s a Jes¨¦ encarar a la defensa del M¨¢laga, con Rosales m¨¢s agresivo que Miguel Torres. Entonces, surgi¨® la figura imponente de Cristiano. Perdido en varias discusiones con Albentosa y Charles, el portugu¨¦s se redimi¨® despu¨¦s de un encontronazo con Albentosa. Falta lanzada por Kroos despu¨¦s de una acci¨®n absurda de Horta. Cristiano se elev¨®, en fuera de juego, sobre las torres del M¨¢laga, y conect¨® un espl¨¦ndido remate de cabeza. El portugu¨¦s, intermitente, fue abucheado toda la tarde por la afici¨®n andaluza. Hab¨ªa perdonado tanto el M¨¢laga que el gol del Madrid se ve¨ªa venir. Un minuto despu¨¦s, Jes¨¦ fue espectador de la jugada de Cristiano que acab¨® en penalti de Weligton. El portugu¨¦s fall¨® el lanzamiento. M¨¢s bien se lo par¨® Kameni, siempre espectacular ante el Madrid. El guardameta, de larga andadura en Primera, ya tuvo la ocasi¨®n de detenerle un penalti a Ronaldo Nazario, Fernando Torres o Julio Baptista. Kameni, h¨¦roe en el partido de la ida en el Santiago Bernab¨¦u, que termin¨® con empate a cero, acumul¨® otra muesca en su rev¨®lver. Jes¨¦ hab¨ªa perdido su papel protagonista.
Se apag¨® Jes¨¦ en el segundo tiempo. La excelente conexi¨®n de la primera media hora de partido entre el atacante y Carvajal se hab¨ªa diluido. Apenas un par de carreras de Jes¨¦ sobre Miguel Torres no pudieron inquietar al lateral, que sobrevivi¨® con una amarilla las acometidas del extremo. Se march¨® Jes¨¦, a la hora de partido, sustituido por un activo Lucas V¨¢zquez. Su gesto, contrariado, lo dec¨ªa todo. Zidane tard¨® demasiado en darse cuenta de que el partido requer¨ªa un hombre pegado en banda para hacerle el campo m¨¢s ancho al M¨¢laga.
Al bichito se le hab¨ªa ido una buena oportunidad en M¨¢laga, como en el segundo tiempo se le escapaba la Liga a un Madrid que vio c¨®mo le empataba Albentosa. De central a central, pues el malaguista hab¨ªa recibido el bal¨®n de Weligton. El empate hel¨® los ¨¢nimos de un Madrid al que se le iba la Liga por los poros de su piel. Ni Jes¨¦ ni Isco ni Kovacic estaban ya sobre el campo. Benzema se qued¨® en Madrid. Cristiano s¨ª estuvo hasta el final. Si este partido lo hace el Madrid con Rafael Ben¨ªtez en el banquillo¡
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