Wenger, el hombre que puso color al f¨²tbol en Londres
El franc¨¦s, 20 a?os despu¨¦s de llegar a Inglaterra. compite por la Premier desde la elegancia y la discreci¨®n
En 1996, el Arsenal era un equipo de tipos duros a los que les gustaba el barro y com¨ªan salchichas y alubias antes de los partidos. Seaman, Parlour, Dixon,Winterburn o Keown ten¨ªan muy claro qu¨¦ hacer con la pelota cerca de su ¨¢rea: b¨¢sicamente deb¨ªan golpearla y hacerla llegar lo antes posible a la otra, especialmente en el viejo Highbury, donde el rugido de los aficionados parec¨ªa empujar el bal¨®n y al equipo, como si del viento se tratara. ¡°Ya est¨¢ aqu¨ª el Arsenal 1-0¡±, les cantaban a los gunners, y ellos, orgullosos, hicieron suyo el desprecio por aquel juego raqu¨ªtico.
En 1996, el a?o que Ars¨¨ne Wenger aterriz¨® en Londres, la camiseta era roja y blanca, como ahora, pero el f¨²tbol se ve¨ªa en blanco y negro al norte de la ciudad. ¡°Ars¨¨ne Who?¡±, le llamaron bajo la torre del reloj, donde nadie le conoc¨ªa. Hoy, 20 a?os despu¨¦s, est¨¢ a la altura de Herbert Chapman, cuya estatua preside el Emirates, a la vera del t ipo que cambio al Arsenal y le puso luz artificial al f¨²tbol. "Wenger fue un revolucionario y desde que lleg¨® se ha inventado al Arsenal cien veces" le reconoce Robert Mart¨ªnez, pionero de los t¨¦cnicos espa?oles en la Premier, actual entrenador del Everton. El franc¨¦s ha mantenido relaciones m¨¢s o menos correctas y elegantes con la mayoria de sus colegas, excepto con Mourinho, claro. Ya el a?o 2005 no se cort¨® un pelo cuando tuvo que pararle los pies: " Cuando das el ¨¦xito de la gente est¨²pida, a veces a¨²n los hace m¨¢s est¨²pida? y no m¨¢s inteligente", le dijo.
¡°Wenger aport¨® una nueva filosof¨ªa al juego en Inglaterra, yo creo que trajo color y alegr¨ªa¡±, asegura Cesc F¨¤bregas. Al catal¨¢n le llamaron El Arquitecto porque sobre el c¨¦sped constru¨ªa goles y, aunque no niega que Ferguson marc¨® un antes y un despu¨¦s en el f¨²tbol ingl¨¦s, admite que la impronta del franc¨¦s marc¨® de por vida la Premier League. ¡°Hemos disfrutado de la pelea y hemos sobrevivido. Respeto sus esfuerzos para jugar bien al f¨²tbol y siempre me gust¨® encontrarle en un campo. Jugar contra ¨¦l siempre present¨® desaf¨ªos. El mayor cumplido que podr¨ªa hacerle es que fue mi mayor competencia durante 17 a?os¡±, le reconoci¨® el t¨¦cnico del Manchester United. Despu¨¦s de Fergie (190) es el entrenador con m¨¢s partidos en la Champions (184).
El mayor cumplido que puedo hacerle es decir? que fue mi mayor competencia durante 17 a?os Alex Ferguson, exmanager del Manchester United?
En el despacho del franc¨¦s, los gunners construyeron el puente que les permiti¨® recorrer el tr¨¢nsito de aquel f¨²tbol que met¨ªa a 38.000 personas, sin asiento, en Highbury hasta el Emirates, donde ganan un mill¨®n de libras cada d¨ªa de partido. No fue f¨¢cil. Revent¨® la burbuja inmobiliaria, se multiplicaron por tres los costes de la urbanizaci¨®n del nuevo estadio y el franc¨¦s se tuvo que comprometer con los due?os del club a clasificar al equipo para la Champions durante cuatro a?os consecutivos y, al tiempo, vender a una de sus estrellas.
Durante a?os, la afici¨®n se lo agradeci¨®, pero de un tiempo a esta parte le han pedido m¨¢s t¨ªtulos y menos beneficios, y han surgido voces muy cr¨ªticas desde las gradas del Emirates. Justo entonces, encaden¨® dos FA Cup consecutivas. Reconoci¨® que de no haber ganado un t¨ªtulo el a?o pasado, probablemente hubiera abandonado el club. Pero gan¨® y anda peleando por tres t¨ªtulos, la Champions, la Premier y la FA Cup. "El gran m¨¦rito del Arsenal es que mantiene una idea y una filosof¨ªa durante muchos a?os personificada en Arsene Wenger. Eso es lo mas importante de ese club, la consistencia en creer en una filosof¨ªa, que prima por el buen f¨²tbol¡±, destaca Pochettino, entrenador del hist¨®rico rival de los gunners, el Tottenham
Llegados a este punto, tiene la mirada puesta en la Premier League con un equipo repleto de talento, sacado de su chistera sin fondo, porque su facilidad para comprar y fichar es inacabable. ¡°Resulta imposible contabilizar cu¨¢ntos jugadores han pasado por sus manos en estas casi dos d¨¦cadas de reinado al norte de Londres¡±, explica un exdirector deportivo de un importante equipo europeo. Evidentemente, imposible calcular el trasiego econ¨®mico. Su facilidad para encontrar futbolistas parece directamente proporcional a la valent¨ªa con la que apuesta por los j¨®venes. Seguramente el ¨²ltimo lleva el sello de La Masia: H¨¦ctor Beller¨ªn. Pero antes hubo muchos. Su olfato es legendario y bastante que ver con el trabajo de un espa?ol, Francis Cagigao,
El galo reconoci¨® que de no haber ganado un t¨ªtulo el a?o pasado,? habr¨ªa abandonado el club. Gan¨® y pelea por tres t¨ªtulos.
que empez¨® siendo su asesor externo y ahora forma parte del organigrama del club. El le puso en la pista de un crio que jugaba en el Barcelona. ¡°Ten¨ªa 16 a?os y fui hasta la ciudad deportiva del Arsenal. Ten¨ªa una oferta para dejar el Barcelona. De golpe, sin que le esperara, apareci¨® ¨¦l. Hab¨ªa interrumpido sus vacaciones en la Costa Azul, cogi¨® un vuelo, vino a Londres y se sent¨® conmigo, con un ni?o, para ofrecerme jugar con ellos. ?C¨®mo decirle que no?¡± relata Cesc.
La historia de Tour¨¦ es muy distinta. El segundo d¨ªa de su prueba con los gunners, Wenger orden¨® un ejercicio en el que cinco delanteros probaban a dos centrales. ¡°Se trataba de valor su colocaci¨®n y su anticipaci¨®n¡±, cuentan testigos. En el primer ataque, Kolo atac¨® el pase a Bergkamp y el holand¨¦s sali¨® volando. En el segundo, levant¨® dos metros a Henry. La cosa se pon¨ªa fea. Wenger par¨® la pr¨¢ctica y durante cinco minutos habl¨® con el marfile?o. Al reiniciar el juego, el propio entrenador se puso de referencia ofensiva. Tour¨¦ volvi¨® a llegar tarde y el tobillo del entrenador cruji¨®. Se acab¨® el entrenamiento. En el vestuario, el africano no encontraba consuelo, convencido de que para ¨¦l, el sue?o hab¨ªa acabado. Parlour, uno de los veteranos, busc¨® el vestuario del entrenador, a ver si pod¨ªa interceder por aquel chaval lloroso ante el jefe. Lo encontr¨® maldiciendo en su camerino, con hielo sobre el pie. ¡°Mister, el chaval, ya saber, es joven¡¡± balbuce¨® el capit¨¢n. ¡°Pero ? lo has visto?¡± bramaba el franc¨¦s. ¡°?Lo has visto? ?Esa es la actitud!. Vete al vestuario y dile que est¨¢ fichado¡±, le dijo a Parlour. Kolo Tour¨¦ jug¨® 225 partidos con el Arsenal. Todo un m¨¦rito de Wenger, esa capacidad para elegir y apostar.
El franc¨¦s es valiente y tenaz y asegura tener dos referentes: Alejandro Magno, por su voluntad, su tenacidad y su capacidad por lograr sus prop¨®sitos, y Arthur Rubinstein, el pianista polaco, ese que dedic¨® su vida a practicar y practicar ¡°para ser el mejor¡±. Si emul¨® al emperador en el gobierno en el Arsenal, sublim¨® la idea del juego llevando al Arsenal a la final de la Champions, siendo el primer equipo de Londres en lograrlo. De Rubinstein se supo que a los 90 a?os se separ¨® de su esposa para vivir con una joven de 30 a?os. De Wenger solo se sospecha en ese sentido. Dicen que tuvo pareja, otros aseguran que la tiene y alguno cuenta que es padre de un ni?o. Dicen. Tambi¨¦n se dice todo lo contrario. ?l sabe, no cuenta y se le respeta.
Lo que si ha reconocido es que es el peor perdedor en el mundo, pero que le cambi¨® la perspectiva en Jap¨®n viendo a los luchadores de sumo. ¡°Al final de la batalla no puedes averiguar qui¨¦n ha ganado mirando a sus ojos. Los dos esconden sus emociones: ser¨ªa una verg¨¹enza masiva para el perdedor si ve a su oponente de celebraci¨®n¡±. As¨ª se ha movido por la Premier, con voluntad de ser el m¨¢s elegante y el m¨¢s discreto. Ganando o perdiendo. Su gran m¨¦rito fue, por encima de todo, darle alegr¨ªa y color al f¨²tbol ingl¨¦s.
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