El reto de aprender rugby sin placar
M¨¢s de 70 expertos brit¨¢nicos piden eliminar las colisiones en las escuelas para evitar lesiones graves en los menores
Aunque est¨¦ jugado por caballeros, el dicho popular sit¨²a al rugby como deporte de bestias. Aupados por la creciente informaci¨®n sobre las consecuencias presentes y futuras de ciertas colisiones, tanto en el rugby como en otros deportes, m¨¢s de 70 m¨¦dicos y expertos de Reino Unido publicaron ayer una carta abierta pidiendo eliminar los placajes y otros elementos de contacto en las escuelas del pa¨ªs con m¨¢s practicantes. ¡°No hay una necesidad particular para que los ni?os jueguen con contacto. Pueden seguir teniendo una fenomenal experiencia, desarrollar sus habilidades y ser profesionales¡±, subraya a EL PA?S Simon Jobson, profesor de la Universidad de Winchester y firmante del documento.
La carta alerta del riesgo de lesiones graves para los menores de 18 a?os y pide que las escuelas adopten versiones del juego sin contacto. ¡°La clave son las etapas de evoluci¨®n de cada deporte, dejar claro qu¨¦ aspectos se deben trabajar a cada edad. En alg¨²n momento tiene que llegar el contacto, ?si no c¨®mo va a ser rugby?, pero no de forma innecesaria y antes de tiempo¡±, sugiere Jobson.
El rugby brit¨¢nico, dividido entre las uniones de Inglaterra, Escocia y Gales, suma m¨¢s de 2,5 millones de practicantes, en torno a un tercio del total mundial. De ellos, aproximadamente la mitad son menores. El deporte es parte obligatoria del curr¨ªculo a partir de los 11 a?os en buena parte de las escuelas masculinas independientes. En respuesta, la misiva remitida a ministros, responsables m¨¦dicos y de la infancia, esgrime la responsabilidad con Naciones Unidad que obliga a informar a los ni?os sobre los riesgos en los que podr¨ªan incurrir. El grupo someter¨¢ una iniciativa en la web del Gobierno brit¨¢nico que podr¨ªa debatirse en el parlamento si obtiene m¨¢s de 100.000 firmas
El documento expone que la mayor¨ªa de las lesiones ocurren durante contactos o colisiones como los placajes o las mel¨¦s. ¡°Estas lesiones, como fracturas, roturas de ligamento, hombros dislocados, da?os en la espina dorsal o en la cabeza pueden tener un impacto a corto plazo, un efecto vital o acabar con la vida de los ni?os¡±, reza la misiva, firmada por acad¨¦micos, doctores y profesionales de la salud p¨²blica. Definen las conmociones cerebrales como un ¡°problema com¨²n¡± y detallan que sufrirlas aumenta las probabilidades de padecerlas nuevamente. ¡°Las conmociones reiteradas se asocian con depresi¨®n, p¨¦rdida de memoria o habilidades en el lenguaje. A los ni?os les cuesta m¨¢s recuperarse de estos s¨ªntomas que a los adultos¡±, argumentan.
Dobson valora la batalla legal de un grupo de exjugadores de f¨²tbol americano de Estados Unidos que exige indemnizaciones millonarias por da?os cerebrales. ¡°Toda esa informaci¨®n ha dado mucha luz a problemas exactamente iguales en otros deportes, y el rugby es el siguiente con m¨¢s probabilidad de causar conmociones cerebrales¡±. Pese a que la Uni¨®n Internacional de Rugby tiene un protocolo estricto para impedir que un jugador regrese al campo sin estar recuperado de una conmoci¨®n, el juego es cada vez m¨¢s r¨¢pido y poderoso. ¡°El rugby profesional es reacio a aceptar las consecuencias f¨ªsicas en el largo plazo¡±.
El Mundial de Inglaterra y Gales del pasado a?o reafirm¨® la alta consideraci¨®n del oval en el pa¨ªs, una tradici¨®n que Dobson tilda como el gran obst¨¢culo a sus propuestas. ¡°Es un tema muy emocional. Hacer el cambio a nivel escolar ser¨ªa algo relativamente directo, no creo que requiriera modificaciones radicales en los entrenamientos. El reto es lograr el apoyo de gente absolutamente devota¡±.
A su tesis ayudan testimonios como los del gal¨¦s Jonathan Thomas, campe¨®n del Seis Naciones en 2008 y 2012. Forzado a retirarse el pasado oto?o por las consecuencias de su epilepsia, Thomas demandaba un cambio de mentalidad. La que premia la imprudencia del ni?o que antes regresa al c¨¦sped. ¡°Estos deportes abundan en la habilidad para levantarte tras un duro golpe y volver, volver, volver... Es parte de lo que significa ser un jugador fant¨¢stico¡±, asiente el profesor.
La petici¨®n es resultado de precedentes como la muerte del escoc¨¦s Ben Robinson con 14 a?os tras sufrir varios golpes en la cabeza durante un partido disputado en 2013. En el rugby femenino, Lily Partridge muri¨® en diciembre a los 23 a?os por un golpe en la cabeza durante una sesi¨®n de entrenamiento con su club tras un historial reincidente de conmociones. En 2014, Sarah Chester falleci¨® a la misma edad por lesiones cerebrales tras haber recibido un duro placaje un mes antes.
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