Paco J¨¦mez y gente as¨ª
El Rayo Vallecano, el 17? clasificado de la Liga, es uno de los equipos que mejor juega al f¨²tbol en Espa?a. Dada la inminente llegada de un grupo de abnegados profesionales de la psiquiatr¨ªa, al mando del doctor Sugra?es, con el firme prop¨®sito de que en esta columna dejen de referirse sacrilegios, intentaremos explicar con brevedad la raz¨®n de semejante alegato.
Acostumbra Simeone, siempre vigilante de las esencias futbol¨ªsticas, a perorar sobre la diferencia de presupuesto entre su equipo, el Atl¨¦tico, y el rival de turno, siempre que as¨ª le convenga. Que suele ser cuando el rival es el Madrid. No lo hace, sin embargo, cuando el adversario es, pongamos, el Rayo. Entonces, por lo visto, la diferencia de caudales pierde trascendencia. As¨ª que nos enteramos de que el presupuesto del Atl¨¦tico (240 millones) es solo el 40% del que maneja el Madrid (600), detalle que sin duda convierte en una proeza que en un partido entre ambos el ganador sea el equipo peque?o, el Atl¨¦tico, que adem¨¢s suele triunfar con reiteraci¨®n derbi tras derbi. Ignoramos, en cambio, porque nada al respecto dice Simeone, que el presupuesto del Rayo (29 millones) es apenas el 12% del que con tanto ¨¦xito administra el Atl¨¦tico, circunstancia menor, por lo visto, o quiz¨¢ desconocida por el egregio t¨¦cnico rojiblanco.
Con esos 29 millones en los bolsillos se mueve el Rayo por la que llaman la mejor Liga del mundo. Solo el Sporting opera con menos patrimonio. Cinco temporadas consecutivas lleva el Rayo code¨¢ndose con lo m¨¢s granado del f¨²tbol planetario. Y lo hace agarrado a una plantilla cuyo valor de mercado, seg¨²n recientes estudios, es de 38 millones, por los 720 de, por ejemplo, el Madrid. Pero su condici¨®n de equipo mis¨¦rrimo no le impide aparecer por el Bernab¨¦u y pas¨¢rselo en grande durante media hora, tiempo que tard¨® el ¨¢rbitro en esquilmarle. O recibir al Bar?a en Vallecas y tutear al mega, h¨ªper, superequipo de este siglo y del siguiente. Hasta que fue esquilmado, claro est¨¢. 10-2 perdi¨® el Rayo en Chamart¨ªn y 1-5 cay¨® ante el Bar?a, finalizando ambos partidos con solo nueve jugadores pero con el bal¨®n en los pies, que es su ¨²nica herramienta de trabajo.
Se dir¨¢ desde foros m¨¢s acad¨¦micos que c¨®mo va a ser el Rayo uno de los mejores si es el que peor defiende. Cierto. Es el de Vallecas un grupo divertido, valiente, impredecible en lo bueno y lo malo, suicida a ratos, cuyos argumentos defensivos pueden provocar hilaridad. Da igual. ¡°No nos hace da?o nada porque creemos en la idea¡±, aseguraba hace poco Trashorras, uno de los pilares del equipo, en estas mismas p¨¢ginas.
Y la idea en la que creen los jugadores es la de Paco J¨¦mez, el t¨¦cnico, m¨¢ximo culpable de que el juego del equipo reciba parabienes aqu¨ª y all¨¢. ¡°El Rayo es el mejor representante del f¨²tbol espa?ol¡±, lleg¨® a decir Ancelotti, ese caballero que lo mismo algo sabe por aquello de que solo ha ganado cinco Copas de Europa, tres como entrenador. Tan de moda est¨¢ Paco que su nombre suena para sustituir a Del Bosque si el seleccionador deja su cargo. Con ¨¦l, Espa?a ganar¨ªa o no, pero buen f¨²tbol no le faltar¨ªa. Es Paco un tipo que intenta que su equipo juegue mejor, no igual, que el equipo de Messi e Iniesta, que el de Cristiano y Modric, que el de Griezmann y Koke. Y a ratos lo logra. Y lo logra sin Messi e Iniesta, sin Cristiano y Modric, sin Griezmann y Koke. Es Paco ya parte del escudo del Rayo, un individuo comprometido con su f¨²tbol y sus ideas, que sigue esperando que el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid arreglen la situaci¨®n de Carmen, una abuela de Vallecas que iba a ser desahuciada y cuyo piso de alquiler lo sigue pagando ¨¦l. Es Paco un se?or capaz de llevarse a almorzar a su plantilla a un comedor social y que nadie se entere. Es Paco, en fin, el responsable de que el Rayo sea uno de los equipos que mejor juega al f¨²tbol en Espa?a¡ y, un momento doctor Sugra?es, que ya acabo.
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