El Wolfsburgo es el destino que sonr¨ªe
El cruce con el asequible equipo alem¨¢n alivia las tensiones del Madrid, que afronta la Champions como una ¨²ltima oportunidad
El Wolfsburgo era el rival m¨¢s deseado del bombo de Nyon. Equipo sin gran tradici¨®n europea, ganador de la Bundesliga en 2009, en la ¨²ltima d¨¦cada no se ha caracterizado por una l¨ªnea de juego definida tanto como por su condici¨®n de trampol¨ªn para futbolistas en progresi¨®n. Lo preside Francisco Javier Garc¨ªa Sanz, miembro del consejo de la Volkswagen, madrile?o, madridista, y buen amigo de Florentino P¨¦rez, su hom¨®logo en el Madrid. El encuentro de ambas entidades en cuartos de final de la Champions solo puede interpretarse como un acontecimiento feliz para los bandos implicados. El Madrid se considera afortunado. El Wolfsburgo tambi¨¦n.
El Wolfsburgo celebra la ocasi¨®n de reencontrar amigos prestigiosos y el Madrid se frota las manos porque de este modo no se cruzar¨¢ con el Benfica, ni el Bar?a, ni el Bayern, tres campeones del torneo; ni contra el Atl¨¦tico, el City o el PSG, tres de los equipos m¨¢s potentes que existen. Solo resta saber si el peso de la condici¨®n de favorito ser¨¢ suficientemente llevadero para Cristiano y sus colegas.
El Wolfsburgo es un conjunto muy inferior al Madrid. Se clasific¨® para cuartos tras eliminar al endeble Gante. Buscar¨¢ la machada ante el Madrid, claro favorito para meterse en semifinales, en un duelo in¨¦dito en Champions.
En Alemania achacan la presencia del Wolfsburgo entre los ocho mejores de Europa a su asequible cruce de octavos con el Gante, m¨¢s que al f¨²tbol que viene desplegando durante el curso. Se esperaba m¨¢s de este equipo patrocinado por la Volkswagen como alternativa al Bayern en la Bundesliga. Su entrenador Dieter Hecking no ha logrado dotar de estabilidad al juego, demasiado tendente a las lagunas defensivas. El Wolfsburgo se caracteriza por un f¨²tbol de oleadas, capaz de hacer goles en fases de juego intensas y de ida y vuelta, pero tambi¨¦n de quebrarse y encajar goles con demasiada facilidad.
Julien Draxler es uno de esos cl¨¢sicos centrocampistas alemanes que lo hace todo bien: buen pase, visi¨®n, desborde y disparo. No acaba de explotar con regularidad y no ha logrado llenar el hueco dejado por De Bruyne, pero ha ense?ado en esta Champions perlas como la jugada del gol del Wolfsburgo en el estadio del Gante, en la que exhibi¨® su cambio de ritmo. Max Kruse est¨¢ a caballo entre un segundo punta y un enganche. Tiene desborde y mucha movilidad. Con Bas Dost lesionado, si forma pareja con Sch¨¹rrle, estamos ante un equipo que trata de dejar sin referencias a los centrales contrarios. Arnold es un organizador bien dotado t¨¦cnicamente, pero poco sacrificado en defensa.
Poco s¨®lido pese a Guilavogui y Luiz Gustavo
Sorprende que un equipo con esa pareja de mediocentros de tanto despliegue f¨ªsico como son Guilavogui y Luiz Gustavo se haya mostrado hasta el momento tan vulnerable defensivamente. La facilidad con la que le llegan en muchos momentos de los partidos quiz¨¢ tenga que ver m¨¢s con el poco sacrificio defensivo y el desorden de los de arriba. Si mirando a la porter¨ªa contraria puede ser un equipo el¨¦ctrico de mucho ritmo, sus revoluciones bajan corriendo hacia atr¨¢s.
Cuando Hecking decide alinear a Vierinha en banda derecha asume muchos riesgos. Extremo virguero reconvertido a lateral, sufre mucho con sus pares cuando estos le exigen en defensa. A la izquierda, el suizo Ricardo Rodr¨ªguez exhibe potencia y buen pie para los centros y los lanzamientos de libres directos y penaltis.
El Madrid visitar¨¢ el Volkswagen Arena el 6 de abril, tres d¨ªas despu¨¦s de pasar por el Camp Nou en un cl¨¢sico de Liga en el que no tendr¨¢ mucho que ganar y s¨ª mucho que perder. El Wolfsburgo parece el adversario m¨¢s propicio en circunstancias tan delicadas.
El Madrid de Zidane ha agotado todas sus posibilidades en Copa y en Liga y ahora se aferra a la Champions como a la tabla de salvaci¨®n, no solo de la temporada. Gran parte del orden social y la estabilidad institucional del club de Chamart¨ªn pasan por el ¨¦xito en esta competici¨®n. El Wolfsburgo se presenta como una sonrisa del destino.
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