Espa?a tiene nuevo prodigio acu¨¢tico
Hugo Gonz¨¢lez, de 17 a?os, nada los 200 espalda en 1m57,00s y confirma su progresi¨®n recortando en un segundo la m¨ªnima para los Juegos de R¨ªo
¡°Lo que m¨¢s me gusta de nadar es que cuando est¨¢s en el agua tienes tiempo para ti¡±, dec¨ªa el muchacho.?
Sentado sobre un poyete junto a la piscina, en la frontera entre la infancia y la edad adulta, el cuerpo de anguila, casi dos metros de longitud en pleno desarrollo, con el bozo asomando sobre la piel suave, con la calma ingenua de quien siente que lo tiene todo bajo control, Hugo Gonz¨¢lez de Oliveira explicaba hace unas semanas por qu¨¦ practica un deporte tan aparentemente alienante y mon¨®tono como la nataci¨®n. Lo hace porque siente que fuera del agua el mundo es extra?o e ingobernable. Lo hace porque es uno de esos raros espa?oles que nadan como peces. Lo hace porque as¨ª, casi sin quererlo, ha conseguido clasificarse para los Juegos de R¨ªo con una de las mejores marcas de la historia con ba?ador textil.
¡°Cuando estoy en el agua tengo tiempo para m¨ª. Ah¨ª estoy en mi mundo¡±
Son m¨²ltiples y no siempre evidentes los factores que definen a los grandes nadadores. Ni la estatura, ni la fuerza, ni la coordinaci¨®n, ni la composici¨®n molecular, ni el car¨¢cter, ni la raza, ni la cultura pueden revelar f¨¢cilmente la presencia de un talento ¨²nico para deslizarse en el agua. Espa?a no es un pa¨ªs prol¨ªfico en este tipo de deportistas abnegados y solitarios que necesitan pasarse media vida medio sumergidos para saber si tienen lo que hay que tener. El ¨²ltimo esp¨¦cimen var¨®n criado en el pa¨ªs de estas caracter¨ªsticas fue Sergi L¨®pez.
Nacido en Barcelona en 1968 y medallista de bronce en 1988, L¨®pez fue un brillante exc¨¦ntrico. Ha pasado casi medio siglo hasta la aparici¨®n de otro elegido. Hugo Gonz¨¢lez de Oliveira, hijo de padre espa?ol y madre brasile?a, naci¨® en Mallorca hace 17 a?os. Ayer en Sabadell, en el Campeonato de Espa?a Open, consigui¨® su primera m¨ªnima ol¨ªmpica para los Juegos de R¨ªo. Fue en la final de 200 metros espalda. La primera de las cuatro a las que se apunt¨®. La gan¨® sin aparentar gran esfuerzo. Avanzando a un cuerpo y medio del pelot¨®n, que es como avanzar sin presi¨®n, dulcemente, sin apenas generar turbulencia. Hizo 1m 57,00 segundos. Recort¨® su mejor tiempo personal y confirm¨® las sospechas. Es un prodigio.
¡°Desde los tres a?os baj¨¦ mis marcas sin agobiarme¡±
La historia de la nataci¨®n sufri¨® un par¨¦ntesis desaforado entre 2006 y 2010, cuando la federaci¨®n internacional (FINA) consinti¨® el empleo de ba?adores de goma, naturalmente impermeables, en las competiciones oficiales. La flotabilidad que permitieron estos ingenios bajaron los tiempos hasta disparar una ola de r¨¦cords artificiales que siguen homologados como el recuerdo de una ¨¦poca bizarra. En 2009, el estadounidense Aaron Peirsol hizo el r¨¦cord: 1m51,92s. Marca de resonancia inhumana. Tan veloz que desde la prohibici¨®n de los trajes de goma en 2010 hasta ayer, solo 34 nadadores hab¨ªan bajado de 1m57s en 200 espalda.
¡°Las tres horas que est¨¢s en el agua y la hora que pasas en el gimnasio son tu mundo¡±, dice el nadador, que estudia y se entrena en las instalaciones del Centro de Tecnificaci¨®n Deportiva M-86, correspondiente a la Comunidad de Madrid. ¡°Puedes organizar tus ideas y nadie te molesta porque no puedes hablar con nadie. En ese sentido es c¨®modo. A veces piensas que no tienes tiempo para hacer algo y nadando lo vas sacando. Resuelves problemas. A lo mejor en el colegio ten¨ªas pensado estudiar un examen y te metes al agua y vas repasando cosas porque el entrenamiento es largo. Organizas todo en esquemas y cuando sales del agua lo ves m¨¢s claro¡±.
Hugo se levanta todos los d¨ªas a las seis en su casa de Rivas. Se mete al agua a las siete. Nada hasta las diez y media. Luego sube al instituto, adyacente a la piscina. Estudia el bachillerato de ciencias. Dice que se le dan bien los n¨²meros. Da clases hasta las cuatro de la tarde. Come y vuelve al agua hasta las siete. Cuando regresa a Rivas tarda poco en dormirse.
¡°Yo no descubr¨ª que tuviese un don¡±, dice. ¡°Simplemente vi que me encontraba a gusto en el agua. Ve¨ªa que bajaba mis marcas sin estar ni agobiado ni estresado. Me tir¨¦ con tres a?os y hasta ahora me he sentido muy bien. Es un deporte individual pero nadar solo ser¨ªa imposible. Mis amigos son mis compa?eros del grupo de nataci¨®n¡±.
El a?o pasado se proclam¨® campe¨®n del mundo j¨²nior en 200 espalda. Este a?o va un segundo m¨¢s r¨¢pido. Rumbo a R¨ªo.
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