?Qu¨¦ le ocurre a Serena Williams?
Apeada en Miami y desdibujada, la n¨²mero uno no eleva un t¨ªtulo desde hace siete meses
La pregunta est¨¢ en todas partes, ya sea en la trastienda del circuito o en la calle, entre los aficionados y tambi¨¦n en la prensa estadounidense, que desde hace un tiempo observa c¨®mo renquea la reina de la raqueta, uno de sus grandes iconos deportivos, y se cuestiona: ¡°What¡¯s wrong with Serena Williams?¡±. La pregunta est¨¢ ah¨ª, porque en los ¨²ltimos meses la n¨²mero uno apenas ha dejado huellas en forma de victoria, pero a tenor de lo visto y escuchado, solo ella, una de las mejores tenistas de la historia, es capaz de descerrajar el gran enigma y desvelar qu¨¦ le pasa, o, seg¨²n dice, qu¨¦ no le ocurre.
Porque no hay motivo para la inquietud, dice Serena. Sin embargo, las cifras le desmienten. La reina de la WTA, apeada de forma abrupta en Miami por la rusa Svetlana Kuznetsova (6-7, 6-1 y 6-2), no eleva ning¨²n trofeo desde hace siete meses, cuando alz¨® el de Cincinnati. Desde entonces, agosto del curso pasado, ninguna alegr¨ªa; desde entonces, un topetazo may¨²sculo en Nueva York que le priv¨® de completar el Grand Slam, despu¨¦s un par¨¦ntesis voluntario para oxigenar la mente, argument¨®, y un primer tercio de temporada que alimenta la sospecha de que no est¨¢ bien.
Aunque Serena intente disimularlo, la sintomatolog¨ªa no es buena. Pero no ya solo por lo que le ha ocurrido en Miami, su hogar ten¨ªstico, terreno que hab¨ªa conquistado los tres ¨²ltimos a?os y donde suma ocho t¨ªtulos a lo largo de su carrera, sino por las sensaciones que desprende sobre las pistas. Frente a la rusa, m¨¢s all¨¢ de los 55 errores no forzados que cometi¨®, a Serena se le vio desfondada, ap¨¢tica e inexpresiva, como si aquello no fuera con ella. Cabizbaja y encogida de hombros, se dej¨® ir sin mayor explicaci¨®n que la de subrayar la superioridad de una rival que en los 10 pulsos previos solo hab¨ªa podido batirle dos veces, la m¨¢s reciente en 2009.
¡°No creo que sea apropiado criticarme ahora¡±, se defendi¨® la norteamericana, camino de los 35 a?os. ¡°Lo hice lo mejor que pude, pero no puedo ganar todos los partidos. Las chicas salen ah¨ª fuera y juegan contra m¨ª como nunca antes lo han hecho en sus vidas. Debo estar siempre al 300%, as¨ª que es muy dif¨ªcil responder a las expectativas que yo misma me impongo¡±, aleg¨® la n¨²mero uno, que a estas alturas ya suma tantas derrotas (tres, contra Angelique Kerber, Victoria Azarenka y Kuznetsova) como las que cosech¨® en todo 2015, en el que firm¨® un impresionante registro de 53-3.
No puedo ganar todos los partidos. Debo estar siempre al 300% Serena Williams
"S¨¦ que no est¨¢ en su mejor momento, pero yo tampoco", expres¨® la rusa, ganadora del US Open (2004) y Roland Garros (2009). "Probablemente est¨¢ luchando un poco porque perdi¨® en Australia, pero ella todav¨ªa es la n¨²mero uno y juega de forma fant¨¢stica. No veo demasiadas cosas por las que deba estar deprimida", prolong¨® la de San Petersburgo, a sus 30 a?os instalada en el 19? pelda?o de la WTA.
Sin ning¨²n trofeo en este nuevo curso, resumido en la renuncia a Brisbane, las finales perdidas en Melbourne e Indian Wells y la tempranera salida de Miami, Serena no ca¨ªa tan pronto en Crandon Park desde 2000, cuando fue derrotada por Jennifer Capriati. Sin lesi¨®n ni excusa alguna, su tropiezo contra Kuznetsova subray¨® tanto en el fondo como en la forma la dificultad de su momento. La reina ha perdido punch y los 22 grandes de Steffi Graf, a tiro desde el pasado julio, se resisten todav¨ªa, as¨ª que la inc¨®gnita persiste aqu¨ª y all¨¢: ?Qu¨¦ le ocurre a Serena?
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