James devuelve la alegr¨ªa a Colombia

Si hay una imagen de la Colombia de P¨¦kerman que trasciende fronteras es la de sus jugadores en una esquina del campo, arremolinados, improvisando un baile tras un gol. Un festejo que los aficionados ya ve¨ªan por el retrovisor, all¨¢ a lo lejos. Pero cualquiera que haya estado en Barranquilla sabe que all¨ª, por encima de todo, se baila. Y eso hizo Colombia ante Ecuador. Bailaron los jugadores, el p¨²blico¡­ en definitiva, un pa¨ªs que al borde del racionamiento no ahorra energ¨ªa si se trata de animar a lo ¨²nico que ahuyenta la dichosa polarizaci¨®n. Todos al ritmo James. A unos d¨ªas del Cl¨¢sico contra el Barcelona, el 10, cariacontecido en Madrid, devolvi¨® la alegr¨ªa a Colombia.

En Barranquilla, con 32 grados en el term¨®metro y disparado eso tan recurrente que es la sensaci¨®n t¨¦rmica, el Metropolitano se vuelve una olla donde los rivales, a las tres de la tarde, se cocinan a fuego lento. Cualquiera creyera que Ecuador lleg¨® como l¨ªder invicto de las eliminatorias sudamericanas, que era la misma selecci¨®n que pas¨® por encima de Argentina como visitante. Tras la derrota contra la albiceleste, la ¨²nica de P¨¦kerman en Barranquilla, la ciudad coste?a volvi¨® a ser un fort¨ªn para la tricolor.

Recuper¨® Colombia su mejor versi¨®n desde el Mundial de Brasil en el momento preciso. Ha logrado P¨¦kerman, primero en la altura de La Paz y despu¨¦s ante Ecuador, volver a enhebrar un equipo perdido tras la Copa Am¨¦rica y un p¨¦simo arranque de clasificaci¨®n. De un plumazo, el t¨¦cnico se deshizo de Falcao, ya casi un recuerdo de un pasado reciente memorable; de Teo, su comod¨ªn en el ataque y de Guar¨ªn y Jackson, a quien les va a pesar su ex¨®tica aventura china.

El t¨¦cnico argentino, adem¨¢s, se ha encargado de mimar a James en esta concentraci¨®n. Justo en el peor momento del 10 desde que lleg¨® a Chamart¨ªn, cuando m¨¢s cuestionado est¨¢; despu¨¦s de haber dado tumbos tambi¨¦n en las ¨²ltimas citas con la selecci¨®n, P¨¦kerman ha conseguido recuperar la mejor versi¨®n de James.

Los primeros 45 minutos ante Ecuador han sido los mejores del 10 colombiano en lo que va de temporada, tanto con el Madrid como con la selecci¨®n. De sus botas sali¨® el tanto que abri¨® el marcador. Un pase en profundidad al ¨¢rea acab¨® en las botas de Bacca. El ariete se gir¨® en carrera y enchuf¨® un derechazo que se col¨® en la porter¨ªa de Dom¨ªnguez. Despu¨¦s de su estreno oficial en La Paz, el barranquillero celebraba por fin un gol en casa. Ahuyenta tambi¨¦n Bacca en estos dos partidos los fantasmas de la falta de p¨®lvora que sobrevolaban al 9 colombiano.

James no solo ha devuelto la alegr¨ªa al equipo, y por ende a ¨¦l mismo, reafirmado como el l¨ªder indiscutible. El ya capit¨¢n colombiano capitaliza el juego de la selecci¨®n. Amurallados en la retaguardia con Zapata y Murillo, dos mariscales ante Ecuador, Colombia marca la diferencia con el tri¨¢ngulo James-Cuadrado-Bacca. A ellos se les suma Cardona. El volante del Monterrey, de 23 a?os, dio el triunfo ante Bolivia y de sus botas sali¨® el segundo gol. Un centro a donde no parec¨ªa haber nadie y apareci¨® la bota de Sebasti¨¢n P¨¦rez, que lleva el 13 en la espalda pero que, con la punta, suspendido en el aire, marc¨® un gol de 14. De Cruyff, vaya.

Colombia pasaba por encima de una selecci¨®n ecuatoriana at¨®nita ante el vendaval que ten¨ªa delante. El regreso del esp¨ªritu de Brasil, del juego en equipo que se cristaliz¨® en el tercer gol. Tres toques: James, Cuadrado y Bacca, para que el h¨¦roe local empujara el bal¨®n en el ¨¢rea chica y finiquitara el partido. La apoteosis para el p¨²blico de Barranquilla. Como aquella canci¨®n del Joe Arroyo, solo pensaba en quedarse all¨ª. En medio del baile.