El Leicester emociona al mundo
Ranieri rompe en llanto tras un nuevo triunfo de su equipo, que si gana tres partidos de los cinco que le quedan se alzar¨¢ con la Premier League
El maravilloso lienzo que dibuja el Leicester se realza con el pincel de Claudio Ranieri. El entrenador que hace a?o y medio tuvo que dejar su trabajo con la selecci¨®n de Grecia tras perder contra Islas Feroe est¨¢ a tres victorias de ganar la Premier League con cinco jornadas por jugar y la perspectiva de los dos pr¨®ximos partidos como local ante West Ham y Swansea. Y lo vive entre la realidad y la incredulidad, entre lo cerebral y lo emotivo. Ayer tras ganar (0-2) en campo del Sunderland acudi¨® con el resto de su equipo a saludar a los aficionados que se hab¨ªan desplazado, el rostro le tembl¨® y asom¨® un puchero. ¡°Todo Leicester estaba all¨ª, comprendo que nuestros aficionados lo disfruten, pero tenemos que mantener los pies en el suelo. No es un d¨ªa grande todav¨ªa¡±, trat¨® de rebajar luego.
El Leicester se llev¨® los puntos con su quinta victoria consecutiva. Justo cuando la presi¨®n pod¨ªa apretar m¨¢s, cuando la mirada del planeta futbol¨ªstico se posa sobre el aspirante m¨¢s sorprendente del f¨²tbol contempor¨¢neo este responde dejando la meta a cero durante los ¨²ltimos cuarenta d¨ªas. En Sunderland caminaba hacia una nueva victoria por la m¨ªnima gracias al regreso al gol de Vardy, que no marcaba desde el pasado 14 de febrero, y emboc¨® un mano a mano tras monumental pase de Drinkwater. ¡°Vamos Jamie, te necesito, te necesitamos¡±, revel¨® Ranieri que le dijo en el entre tiempo. Pero tras el tanto, pleno de fe y confianza, exuberante, el Leicester acab¨® en el ¨¢rea rival y su goleador sentenci¨® sobre el pitido final. ¡°Nos han aplaudido incluso los aficionados del Sunderland¡±, se maravill¨® Vardy en declaraciones antes de enfilar la caseta.
El Tottenham se mantiene en la pelea por el campeonato a siete puntos del l¨ªder tras liquidar a un mustio Manchester United con tres goles en seis minutos. El Arsenal podr¨ªa llegar a esa altura si vence su partido aplazado contra el West Bromwich, pero a estas alturas el Leicester es el equipo de la gente, del pueblo y de la nobleza. ¡°Muero porque ganen la Liga¡±, desliz¨® esta semana el Pr¨ªncipe William durante el transcurso de un evento de la federaci¨®n inglesa. ¡°Si el principe dice eso ya no tengo nada m¨¢s que decir¡±, brome¨® Jos¨¦ Mourinho cuando le preguntaron horas despu¨¦s por sus preferencias. ¡°Tengo una gran relaci¨®n con Pochettino y valoro su gran trabajo con el Tottenham, pero creo que Ranieri y su trayectoria se merecen un triunfo. Es un buen hombre y le respeto¡±, abund¨® el entrenador portugu¨¦s sobre el italiano, al que en su d¨ªa afe¨® su curr¨ªculum: ¡°Tiene 70 a?os (en realidad cuando lo dijo no hab¨ªa cumplido los sesenta) y ha ganado una Supercopa. Quiz¨¢s tenga que cambiar su mentalidad, pero a lo mejor es demasiado viejo para hacerlo¡±, hab¨ªa dicho del t¨¦cnico romano.
El final de su carrera albergaba la posibilidad de un po¨¦tico ep¨ªlogo para Ranieri sin necesidad de cambiar su libreto. El Leicester se agrupa en torno a un 4-4-2 seg¨²n los c¨¢nones m¨¢s cl¨¢sicos con dos extremos y dos esforzados en la medular, desprecia el valor de la posesi¨®n y est¨¢ a punto de ganar el campeonato con una base en la que nueve jugadores han disputado m¨¢s de treinta partidos. Y con esos argumentos ha logrado llegar al coraz¨®n de medio mundo. Ranieri cree tener la explicaci¨®n y la expone con tanta simplicidad como emotividad en una carta hecha p¨²blica durante la pasada semana en The Players Tribune, un medio digital norteamericano especializado en recoger testimonios del mundo del deporte en primera persona: ¡°Somos un club peque?o que muestra al mundo lo que se puede lograr con esp¨ªritu y determinaci¨®n. Nuestra historia es importante damos esperanza a todos los jugadores j¨®venes a los que alguna vez les han dicho que no eran suficientemente buenos¡±.
Vardy era un pandillero que conoci¨® calabozos, llevaba una tobillera electr¨®nica para estar controlado por la justicia y trabajaba en una f¨¢brica de sol a sol?
Vardy era un pandillero que conoci¨® calabozos, llevaba una tobillera electr¨®nica para estar controlado por la justicia y trabajaba en una f¨¢brica de sol a sol. Con 16 a?os le dijeron que era demasiado bajo para vivir del f¨²tbol, mucho menos del gol. Al lateral Simpson lo descart¨® el Manchester United, que lo acab¨® cediendo a un segunda divisi¨®n belga antes de darle el pasaporte. Hace tres a?os el Newcastle, hoy pen¨²ltimo en la Premier, decidi¨® que tampoco val¨ªa para su equipo. A Albrighton lo dej¨® marchar el Aston Villa, ahora colista desahuciado, y Huth no prosper¨® en el Chelsea. Drinkwater, flamante internacional ingl¨¦s, se cri¨® en Old Trafford, pero estuvo cedido en cuatro equipos antes de salir. Schmeichel llev¨® la misma vida n¨®mada en el vecino City. ¡°Y Kant¨¦ y Mahrez estaban hace poco en la cuarta divisi¨®n francesa¡±, incide Ranieri, que se pregunta y se responde. ¡°?Qu¨¦ necesitas para llegar? ?Un gran nombre? ?Un gran contrato? No. Solo necesitas abrir la mente, el coraz¨®n, una bater¨ªa cargada y correr con libertad¡±.
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