M¨¢xima tensi¨®n en el vestuario del Madrid ante la visita del Wolfsburgo
Zidane y la plantilla pasan de la fascinaci¨®n a la discusi¨®n y al pacto por la remontada del 2-0 ante la visita del equipo alem¨¢n
El significado exacto del vocablo ¡°intensidad¡± aplicado al f¨²tbol permanece oculto bajo una capa de ambig¨¹edad. Al misterio que sugiere debe su reciente uso extensivo en todos los foros del mundillo. Los archivos revelan que Ben¨ªtez emple¨® el t¨¦rmino para describir lo que ve¨ªa en las v¨ªsperas de su destituci¨®n. Sabemos que el presidente madridista Florentino P¨¦rez lo utiliz¨® en m¨¢s de una entrevista y que Zidane explic¨® las dos derrotas que ha sufrido ¡ªla de Liga en el derbi y la de Champions en Wolfsburgo¡ª remiti¨¦ndose a la ausencia de este inefable valor.
¡ªSi no tenemos intensidad, pasa lo que pasa¡ª sentenci¨® Zidane en Alemania, molesto tras el 2-0.
El diccionario de la RAE lo define como ¡°grado de fuerza con que se manifiesta un agente natural, una magnitud f¨ªsica, una cualidad, una expresi¨®n, etc.¡± Sea lo que sea en relaci¨®n con la pelota, a los jugadores del Madrid no les gusta la utilizaci¨®n que ha hecho su jefe de este t¨¦rmino. As¨ª se lo hicieron saber Marcelo, Ramos y Cristiano a Zidane tras regresar de Alemania el pasado jueves. La acusaci¨®n p¨²blica de falta de intensidad les ofende porque creen que forma parte de una estrategia para se?alar a los futbolistas como los responsables de todo. Piden respeto. Piden uni¨®n. El martes se juegan mucho m¨¢s que una remontada y Zidane comprende su punto de vista. ?l les dice que tambi¨¦n se juega su contrato.
Fue esta cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica la que desencaden¨® la ¨²ltima fricci¨®n en el vestuario del Madrid. Al calor de la tensi¨®n provocada por la derrota de Wolfsburgo en la ida de los cuartos de la Champions y la necesidad de meter al menos un 3-0 para salvar una temporada en la que la Copa est¨¢ perdida y la Liga depende de contingencias ajenas, cualquier chispa hace una hoguera. El asunto, sin embargo, qued¨® resuelto con un compromiso de uni¨®n y camarader¨ªa. Zidane suele decir que se sabe de memoria el c¨®digo del f¨²tbol pues vivi¨® 20 a?os en vestuarios, la mayor¨ªa repletos de personajes heterodoxos, en muchas de las situaciones l¨ªmite que puede deparar el oficio.
¡ªNo hubo falta de intensidad en Wolfsburgo¡ª, corrigi¨® el viernes Zidane, dadivoso, en conferencia de prensa.
Marcelo, Ramos y Cristiano son los capitanes. Se sienten responsables de salvaguardar los intereses de sus colegas. Y no solo el buen nombre. Pretenden velar por el buen funcionamiento del equipo. M¨¢s de una voz en la plantilla confiesa que a los jugadores les pareci¨® extra?a la alineaci¨®n de Danilo en Wolfsburgo y que de alg¨²n modo le har¨ªan llegar su parecer al t¨¦cnico. Seg¨²n estas fuentes, la mayor¨ªa prefiere a Carvajal. Pero no por ello cuestionar¨¢n a Zidane si apuesta por Danilo de nuevo y Danilo vuelve a jugar mal.
Los jugadores respetan a Zidane. No viven en la luna de miel de enero, cuando se confesaban fascinados ante la figura del ¨ªdolo que los mandaba, pero creen en su honradez y en su liderazgo. Incluso los empleados m¨¢s esc¨¦pticos de Valdebebas entienden que lo ¨²nico que le falta es experiencia. Debe aprender, pero ya incorpora en su car¨¢cter algunas de las cualidades esenciales de todo buen entrenador. Por ejemplo, no trepida en decidir. Aplica su ley. Sin contemplaciones si es preciso. Intimida sin tiranizar. Sabe escuchar y sabe lanzar mensajes. Incluso amenazas.
¡ªLa primera parte me gust¨® mucho; y en la segunda nos falt¨® intensidad... Pero es normal cuando se trata de jugadores que no participan mucho¡ª, concluy¨®, tras el 4-0 ante el Eibar este s¨¢bado, elogiando a James, Isco y Jes¨¦. Pero sin pasarse.
Hoy aterriza el Wolfsburgo en Madrid con un pu?ado de alemanes verdaderamente intensos. Les aguarda una pi?a de madridistas intensamente ligados a su t¨¦cnico en la empresa com¨²n de salvar el prestigio.
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