El punto muerto del meldonium

El fulgor medi¨¢tico de la lucha antidopaje mundial que, despu¨¦s de los problemas de Rusia, alcanz¨® su apogeo con el positivo de la tenista Maria Sharapova y los m¨¢s de 170 casos del medicamento meldonium sufri¨® un apag¨®n, al menos transitorio, el mi¨¦rcoles cuando la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) public¨® un documento reclamando tiento y cautela. Seg¨²n el organismo que vela por la lucha contra el doping, la vigila, la regula y la codifica, no est¨¢ claro que los deportistas a los que se ha encontrado restos de meldonium en su organismo los ¨²ltimos meses no lo hubieran ingerido antes del 1 de enero pasado, cuando entr¨® en vigor la prohibici¨®n del milagroso medicamento let¨®n. Mientras no se lleve a cabo un estudio profundo sobre los tiempos de eliminaci¨®n del meldonium por la orina, los procesos contra aquellos deportistas a los que se detectara entre 1 y 15 microgramos por mililitro de orina antes del 31 de marzo quedan paralizados. Si la cantidad hallada antes del 31 de marzo fuera inferior a 1 microgramo, el deportista queda absuelto, y si esa cantidad se hallara despu¨¦s, queda a la espera de estudios posteriores que puedan determinar la fecha de su ingesta.

No se podr¨¢ beneficiar de esta puerta abierta Sharapova, quien en su confesi¨®n p¨²blica dijo que hab¨ªa seguido tomando meldonium despu¨¦s del 1 de enero porque no sab¨ªa que hab¨ªa sido prohibido.

Esta marcha atr¨¢s de la AMA procede de la escasa informaci¨®n que se pose¨ªa sobre el meldonium (Mildronate es su nombre comercial en las farmacias del Este, en las que se vende para afecciones cardiacas: en Europa occidental y Estados Unidos no est¨¢ autorizado) el 15 de septiembre pasado, cuando la AMA decidi¨® incluirlo en la lista de sustancias prohibidas que entrar¨ªa en vigor el 1 de enero de 2016. Aunque su consejo cient¨ªfico decidi¨® que el producto descubierto por un qu¨ªmico en Riga en los a?os 60 cumpl¨ªa dos de los criterios necesarios para su inclusi¨®n ¨Caumenta el rendimiento y no es ¨¦tico tomarlo, pues solo los enfermos tienen justificaci¨®n para hacerlo--, ni se sab¨ªa cu¨¢nto tiempo permanec¨ªa en el organismo ni tampoco se dispon¨ªa de ning¨²n estudio que demostrara de qu¨¦ manera aumentaba el rendimiento, cu¨¢l era su mecanismo de acci¨®n.

Como prueba de sus efectos ergog¨¦nicos, la AMA solo dispon¨ªa, y as¨ª lo admite, de dos pruebas: que su ingesta era masiva por los deportistas de los pa¨ªses en los que se comercializa, fundamentalmente Rusia, y que en su prospecto, el fabricante aseguraba que aumentaba el rendimiento. No hay ning¨²n estudio serio ni a gran escala que pruebe esa afirmaci¨®n.

Antes de la prohibici¨®n, el ¨²nico estudio cient¨ªfico occidental disponible era la publicaci¨®n de los qu¨ªmicos del laboratorio de Colonia, felices por haber descubierto una nueva mol¨¦cula con sus espectr¨®metros de masas de alta definici¨®n y que solicitaban su inclusi¨®n en la lista prohibida para demostrar que la lucha antidopaje no ceja. Esa decisi¨®n acelerada la ha colocado, finalmente, en punto muerto: los abogados de los deportistas positivos seguramente reclamar¨¢n no solo que se estudie el tiempo de eliminaci¨®n, sino tambi¨¦n si en realidad aumenta el rendimiento.