La crueldad y la grandeza del golf seg¨²n Pablo Mart¨ªn Benavides
Golfista prodigio a los 17 a?os, cumplidos los 30 el jugador malague?o trabaja duro para volver a la elite mundial
Cuando lleg¨® al golf profesional, a Pablo Mart¨ªn Benavides le dijeron que se iba a comer el mundo. Casi 10 a?os despu¨¦s, respira optimista porque ha logrado, por poco, que el mundo no se le comiera a ¨¦l.
¡°Me tomar¨¢n por loco por decirlo¡±, dice despu¨¦s de quedar eliminado tras la segunda jornada del Open de Espa?a, que termin¨® en un cruel campo de Valderrama azotado por vientos cruzados en +22. ¡°Pero estoy jugando muy bien. Y estoy convencido de que llegar¨¦ a ser el mejor del mundo y a ganar un grande, porque, o digo esto, o lo pienso, o me suicido como jugador de golf¡±.
Pablo Mart¨ªn fue un ni?o prodigio en los a?os en los que bajo el influjo de la carrera juvenil apote¨®sica de Sergio Garc¨ªa el golf espa?ol parec¨ªa una f¨¢brica de talentos ¨²nicos: a los 15 a?os hab¨ªa ganado el British Boys, el m¨¢s joven de la historia; a los 17, apadrinado por su paisano Miguel ?ngel Jim¨¦nez, lider¨® el Open de Espa?a llegado el domingo; a los 19, jugando con la Universidad de Oklahoma, fue el mejor universitario de Estados Unidos, y a los 20 fue el primer amateur que ganaba un torneo del circuito europeo, el Open de Portugal en Estoril.
¡°Yo nunca me reconoc¨ª en lo que se escrib¨ªa de m¨ª cuando destaqu¨¦ tanto. Nunca me he sentido un prodigio. No era un prodigio, era un pich¨®n que no se enteraba de nada¡±, rectifica Pablo Mart¨ªn, todo de negro vestido salvo la gorra blanca, los hombros cargados y el rostro curtido de los campesinos, de los que trabajan en el campo de sol a sol, de los que, persistentes, no se rinden. ¡°Era un chaval normal de 20 a?os al que soltaron al mundo con la cabeza llena de grandes palabras, de mucho ruido, que si un contrato con Nike, que si la agencia m¨¢s importante del mundo, IMG...¡±
Aunque gan¨® dos torneos m¨¢s en dos a?os y demostr¨® que no era exageraci¨®n todo lo bueno que se hab¨ªa escrito de ¨¦l, de su magn¨ªfico drive, de sus grandes hierros largos, seis a?os despu¨¦s, solo y quemado, decidi¨® tomarse un a?o sab¨¢tico del golf, un deporte del que se siente un currante y al que, dice, ¡°a¨²n rodea mucha tonter¨ªa¡±. ¡°Lo dej¨¦ y cuando lo hice no sab¨ªa si alguna vez volver¨ªa, pero poco a poco me fui rehaciendo. Lo he intentado, lo sigo intentando¡±, dice el golfista malague?o, que el pr¨®ximo mi¨¦rcoles cumple 30 a?os. Se fue a vivir a Estocolmo con su pareja, Josefine, y su hijo, Max, que tiene tres a?os, y en la capital sueca inici¨® su reconstrucci¨®n. ¡°Estoy en el circuito Challenge, e intentar¨¦ estar dos a?os para recuperar la tarjeta del circuito europeo poco a poco. Ahora siento que los pichones son los que juegan all¨ª. Yo ya la he cagado 100 veces y no la voy a cagar m¨¢s. Siento que las piezas del puzzle poco a poco en su sitio y que estoy m¨¢s cerca de completarlo. Es un puzzle tan dif¨ªcil y tan grande que a veces, cuando no encuentro la pieza, me dan ganas de darle una patada a todo y empezar de nuevo, pero cuanto m¨¢s dif¨ªcil, m¨¢s placer da completarlo¡±.
Desde Estocolmo, Pablo Mart¨ªn baja los inviernos a Guadalhorce, donde empez¨® a jugar de ni?o y donde a¨²n le dan consejos sus profesores de entonces. ¡°Trabaja con Iv¨¢n Hurtado, quien le hizo de caddie cuando gan¨® en Estoril, y con Sebasti¨¢n Luna¡±, explica su hermano Tote, arquitecto como su padre, ya fallecido, que le sigue y le alienta detr¨¢s de las cuerdas junto a su familia. ¡°Yo le hice de caddie en aquel Open de Espa?a. Y ahora est¨¢ sin patrocinador, sobreviviendo. El golf es un deporte caro, que entre billetes de avi¨®n, hoteles y dem¨¢s le puede salir a un jugador por 200.000 euros al a?o¡±.
¡°El golf es un deporte de una gran crueldad y tambi¨¦n de grandeza¡±, afirma el golfista malague?o, dispuesto a recorrer el mundo con una furgoneta, y dormir en ella para triunfar en el circuito Challenge. ¡°Yo llevo un mes sin ver a mi familia. Me levanto a las siete y empiezo a trabajar, y dejo de trabajar a las 10 de la noche. Y termino ¨²ltimo y no me llevo ni un duro, y no soy el ¨²nico, pero cu¨¢nta busca en el golf la fama y el dinero. Y, adem¨¢s, el golf es ¨²nico porque es el ¨²nico deporte que ofrece un segundo saque: hasta los 50 a?os puedes seguir intent¨¢ndolo. La vida no se acaba a los 30¡±.
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