Torres se abona a la rutina del gol
El delantero del Atl¨¦tico anota con un cabezazo por cuarta jornada consecutiva en Liga, el noveno gol de la temporada.
Simeone le pidi¨® que estirase al equipo. Que se pegara lo m¨¢ximo posible a los defensas para que as¨ª Griezmann tuviera algo m¨¢s de espacio por el que moverse. Fernando Torres se pas¨® gran parte del partido barriendo, lo que para un delantero significa correr de un extremo al otro del ataque para intentar que los defensas tengan el menor tiempo posible para deshacerse de la pelota. Y lo hizo, tanto que se le vio m¨¢s a ¨¦l que al franc¨¦s durante gran parte del encuentro.
Sin embargo, al Torres actual le gusta ser protagonista y para ello hace gala de su fortaleza f¨ªsica, de una velocidad punta que recuerda a la de otros tiempos y de un salto de cabeza tan impecable como eficaz. Porque fue as¨ª, de cabeza, como en San Mam¨¦s anot¨® su noveno gol de la temporada, el octavo en Liga, el cuarto que logra de manera consecutiva en otras tantas jornadas. Un mes marcando cada partido, un alivio y un recurso m¨¢s para un Atl¨¦tico que sigue reinvent¨¢ndose. En Bilbao, Simeone utiliz¨® a Sa¨²l y Thomas como si se tratasen de dobles figuras, m¨¢s propias de un juego de cartas, para adecuarse a lo que le propon¨ªa el Athletic.
Su buen momento de forma ha provocado que la suplencia de Vietto no sea ya un acontecimiento sorprendente
Descartada la posesi¨®n de la pelota, el mediocampo del Atl¨¦tico mut¨® de un 4-4-2 a un 4-5-1 con Griezmann acostado en la banda izquierda. Pero Torres segu¨ªa inamovible arriba. Todo destino ofensivo de cualquier bal¨®n en largo era contactar con el espa?ol. De vez en cuando le ayudaba en la presi¨®n Sa¨²l, otro futbolista sin barreras en el movimiento, y hasta Koke lleg¨® a asomar por el mismo lugar tratando de elevar la presi¨®n. Una tarea que ha interiorizado con humildad y ambici¨®n Torres, consciente como es de que los goles tambi¨¦n son consecuencia de la insistencia. De hecho, su buen momento de forma ha provocado que la suplencia de Vietto no sea ya un acontecimiento sorprendente.
La jerarqu¨ªa de Torres la sinti¨® tambi¨¦n Mart¨ªnez Munuera, que gesticul¨® de una manera poco respetuosa en una jugada en la que el delantero del Atl¨¦tico acab¨® en el suelo y este se lo hizo saber desde la seguridad que otorga la confianza. Otro gesto m¨¢s que demuestra que ver marcar a Torres se ha convertido en una costumbre lo realiz¨® Simeone. Mientras el bal¨®n se alojaba en el fondo de la red de la porter¨ªa de Iraizoz tras salir despedido de la cabellera rubia del delantero, el argentino se volv¨ªa hacia el banquillo con las manos en los bolsillos.
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