La autoridad de Nairo tambi¨¦n contrarreloj

Como un l¨ªder antiguo, Nairo Quintana entiende el ciclismo, la competici¨®n, como una cuesti¨®n de autoridad, de demostrar qui¨¦n manda, de recordarlo tambi¨¦n, sobre todo, en una carrera de preparaci¨®n, como el Tour de Romand¨ªa que lidera una vez pasadas dos de las etapas decisivas, la primera de monta?a y la contrarreloj.

El jueves, camino de la estaci¨®n de esqu¨ª de Morgins, cuando se acercaba el pelot¨®n a las monta?as, todos los jefes de equipo, agobiados desde los coches, pusieron a sus gregarios en fila de sprint y aceleraron hacia la cabeza, como si el primero que pasara por debajo de la pancarta de comienza puerto, y el puerto era de 20 kil¨®metros en dos partes, ya tuviera media etapa ganada. Y ah¨ª se ve¨ªan Nairo y otros escaladores de peque?a talla, empujados, achuchados, manillares de otros en las orejas, frenazos. Por eso, cuando ya el sentido com¨²n en forma de fatiga hab¨ªa empujado a cada corredor a su sitio cubiertas dos partes de la ascensi¨®n, a 6,5 kil¨®metros de la meta, Nairo ejerci¨® su autoridad suprema de escalador. Se fue, sembr¨® dudas a sus espaldas, gan¨® como diciendo, innecesariamente porque ya es muy conocido, este soy yo y este es mi reino. El ingl¨¦s Chris Froome, uno de los destinatarios del discurso, no lo pudo o¨ªr, pues desolado y sin equipo, y sin ganas de luchar sin recompensa, perdi¨® m¨¢s de 17 minutos tras una aver¨ªa intempestiva.

Para recuperar la moral, para demostrarse que no est¨¢ mal preparado y tambi¨¦n para ejercer su autoridad de doble ganador de Tour y favorito inevitable, Froome disput¨® la contrarreloj de Sion (una subida entre terrazas de vi?edos, un descenso abrupto, un poco de llano en sus 15 kil¨®metros que todos recorrieron a poco m¨¢s de 40 kil¨®metros por hora sobre cabras y dem¨¢s paramentos aerodin¨¢micos) como si el liderato dependiera de ella, y la termin¨® con un magn¨ªfico tiempo que durante mucho tiempo fue el mejor del d¨ªa. Solo le superaron dos al final, y por pocos segundos. El franc¨¦s Thibaut Pinot, que est¨¢ adquiriendo cuajo de gran corredor m¨¢s all¨¢ de su habilidad escaladora, le sac¨® 9s, y 7s el especialista holand¨¦s Tom Dumoulin, que, seg¨²n se acerca el Giro que quiere ganar, recupera poco a poco el pulso que a punto estuvo de darle la ¨²ltima Vuelta. El mismo tiempo que Froome lo marcaron tres corredores m¨¢s. Uno de ellos fue Nairo, quien tambi¨¦n sobre la cabra sabe hacerse respetar.

Todas las semanas, en las altas autopistas de su Tunja y su Boyac¨¢, el colombiano dedica un d¨ªa entero a la bicicleta contrarreloj, a sumergirse en los secretos de la mejor posici¨®n, a entrenar su cuerpo a la inmovilidad inc¨®moda. Lo hace consciente de que gran parte del Tour que quiere ganar se jugar¨¢ en las contrarrelojs, una de las cuales, la Sallanches-Meg¨¨ve, de 17 kil¨®metros, presenta un perfil m¨¢s duro incluso que el de la que le engrandeci¨® el viernes en Suiza, donde domina el Tour de Romand¨ªa con 23s en la general sobre Pinot, 26s sobre el ganador saliente, el desgarbado ruso Ilnur Zakarin, y 29s sobre su fiel gregario en el Movistar Ion Izagirre.