La Liga es cosa de Bale
Al igual que en Vallecas, el gal¨¦s rescata al Madrid en Anoeta ante una Real mermada
De Bale en Bale. As¨ª se aferra el Madrid a la Liga, a hombros del gal¨¦s, de nuevo decisivo, esta vez en Anoeta, antes en Vallecas. El brit¨¢nico, al que se ten¨ªa por un futbolista sin liderazgo, perece haber dado un paso al frente con la desventaja de la lesi¨®n de Cristiano. Su cach¨¦ le obligaba, pero la n¨®mina no siempre acent¨²a el car¨¢cter, el carisma. Llegado el momento crucial, Bale se ha desmentido a s¨ª mismo, no tiene el coraz¨®n en los huesos, le circula la sangre. Su gol en San Sebasti¨¢n, donde estuvo en todas, en las buenas y algunas malas, permite al Madrid seguir en la cordada del campeonato. Lo consigui¨® en el tramo final de un partido muy marcado por las bajas de unos y otros, un pulso que evidenci¨® la profundidad de armario de cada equipo. Con todo, al Madrid se le retras¨® la victoria m¨¢s de la cuenta por errores propios ante la meta local, r¨¢fagas de excesiva ansiedad y un adversario que aguant¨® el tipo como pudo, reacio a darse por vencido ni siquiera con una alineaci¨®n tan remendada, especialmente en la vanguardia.
Tan afeitada en ataque, sin Vela, Agirretxe y Jonathas, todo su arsenal ofensivo, a la Real solo le qued¨® interiorizar el papel de resistente. A ello se encomend¨® desde la apertura, apenas dicharachera con la pelota salvo cuando la enganchaba con Zurutuza, el ¨²nico eslab¨®n del equipo. Sin mayor amenaza para Keylor, el Madrid no especul¨®, asumi¨® el mando y en muchos tramos tuvo en jaque a su oponente, sobre todo por v¨ªa a¨¦rea. Este Madrid es un equipo sin techo, con distinguidos cabeceadores, caso de Bale y Ramos, que estuvieron a un flequillo del gol, un pelda?o por encima de todos en sendos saques de esquina, una tortura para la Real.
Animado el repescado James, sobrio Casemiro y activo Modric, de entrada el grupo de Zidane maniobr¨® con soltura, con Lucas y Bale como lanzaderas por los costados. Al Madrid solo le quedaba enhebrar al joven Mayoral, fuera de escena la hora que se mantuvo en el c¨¦sped, con el equipo m¨¢s proclive a cerrar las jugadas a los pies de James y Bale. Esta vez, Zidane ech¨® el lazo al colombiano en detrimento de Isco. Ninguno de los dos ha dejado huellas este curso. Ambos perdieron el paso con Ben¨ªtez y con el franc¨¦s. En Anoeta, se vio una versi¨®n aceptable de James. Solo aceptable. Este futbolista tiene mucho m¨¢s potencial. Hoy le faltan kil¨®metros, confianza propia y ajena. En San Sebasti¨¢n, Zidane le cort¨® la cuerda cuando a¨²n restaban veinte minutos. A James le toca encauzar de nuevo su prometedora carrera.
Le cost¨® un mundo a la Real salir de la jaula, limitado sin referencias ofensivas. El novel Oyarzabal, la mejor noticia para el club en esta insustancial temporada, tuvo que actuar de ariete postizo, posici¨®n para la que le falta forro f¨ªsico y en la que no tiene tablas. Un recurso de emergencia del que la Real no pudo sacar ninguna ventaja. Las circunstancias del encuentro determinaron el devenir del partido para los muchachos de Eusebio: su reto estaba en blindar a Rulli. Por m¨¢s que el Madrid tuviera que sobrevivir sin Cristiano y Benzema, a¨²n le quedaba el dado de Bale: la Real tuvo que remitirse a Bautista, un jovenzuelo de las categor¨ªas menores.
Con menos armon¨ªa que en el primer acto, el Madrid se hizo m¨¢s espeso tras el descanso, poco a poco le entraron las angustias, ya todo era menos fluido. Por extra?o que parezca, en la misma medida que perdi¨® poso el Madrid se afloj¨® la Real, con algunos patinazos parvularios en la zaga. El m¨¢s grotesco, el de Yuri, que dej¨® a pies de Bale un despeje infantil. Ante el gol m¨¢s f¨¢cil de su vida, el gal¨¦s, por delante del punto de penalti, fall¨® lo impensable. Rulli, cegado por dos colegas, meti¨® el pie derecho y desvi¨® un remate pifiado. Tampoco estuvo espabilado Bale en otro desliz local, un tembleque de Elustondo que dej¨® al brit¨¢nico a campo abierto, con Lucas en la antesala del gol. Bale err¨® el pase. Pero a futbolistas as¨ª no conviene tacharlos tan pronto. Con el Madrid m¨¢s decidido que bien articulado, ya sin otro remedio que el gol para seguir anclado en la Liga, Lucas, con la defensa blanquiazul tiesa, recogi¨® sin ataduras un saque de falta. Su asistencia desde la derecha la cabece¨® Bale, un trueno. El tipo est¨¢ empe?ado en la Liga. Como empe?o puso la Real hasta el ¨²ltimo suspiro, con su portero a la caza de un remate en la ¨²ltima jugada. No hubo milagro. Bale se ha puesto cabezota.
Otra jornada productiva para el mayor cabeceador de Europa
Gareth Bale sum¨® ante la Real su noveno gol con la cabeza en Liga. La cifra le sit¨²a con holgura en el primer puesto de la lista de cabeceadores de las grandes Ligas europeas.
Dos cabeceadores del modesto SV Darmstadt 98, club de la Bundesliga, son quienes m¨¢s se le aproximan. Se trata de Sandro Wagner y de Aytac Sulo, que suman seis goles cada uno.
En Espa?a le siguen Cristiano Ronaldo (Madrid), Aduriz (Athletic) y Rub¨¦n Castro (Betis), con cinco cabezazos goleadores cada uno. Cinco goles de cabeza tambi¨¦n suman en la Premier el franc¨¦s Oliver Giroud (Arsenal), el argentino Sergio Ag¨¹ero (City), y los ingleses Andy Carroll y Michail Antonio (West Ham). En el Agners de la Ligue 1 francesa el senegal¨¦s Cheikh Ndoye suma cinco tantos con la testa.
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