En Cieza, en el reino del gur¨² Carrillo

Miguel ?ngel L¨®pez se sube al tapiz y autom¨¢ticamente su cuerpo es un perfil cl¨¢sico, hel¨¦nico, de ¨¢ngulos claros y movimientos suaves, sin estridencias, que emboba cuando anda. Sus codos doblan los brazos que balancean r¨ªtmicos a 95 grados exactos, porque a Jos¨¦ Antonio Carrillo no le gusta el ¨¢ngulo recto exacto, como si no fuera natural, de la misma manera que no le gusta que los hombros est¨¦n r¨ªgidos ni la cadera no baile. Como si la marcha atl¨¦tica, los hombros relajados, los giros precisos del pie en el tobillo para que la planta pise con eficacia, sin desperdiciar energ¨ªa, fuera hija de la naturaleza y no un arte al que la naturaleza trata de imitar. L¨®pez marcha un rato ante el espejo de cuerpo entero que cierra su horizonte en el gimnasio y el fot¨®grafo le filma y le retrata y le pregunta si no va muy despacio. Carrillo le responde que, en efecto, va despacio, a ocho kil¨®metros por hora, una velocidad que para ¨¦l es un paseo.

?Ocho por hora un paseo? Para un paseante del Retiro, ocho por hora es la velocidad con la que le adelantan sibilantes los que vestidos de ch¨¢ndal practican el jogging a la carrera; para un atleta como L¨®pez, que cuando compite en los 20 kil¨®metros marcha a 15 por hora, ir a la mitad es ir parado. ¡°Y no puede ir m¨¢s despacio porque muscularmente le es da?ino¡±, recalca Carrillo, a quien se le podr¨ªa llamar el gur¨² de la marcha con su sombrero de paja apostado junto a la pista de caucho desgastado de Cieza y sus Rayban imprescindibles para no tener que mirar la vida con los ojos entrecerrados por el duro sol de Murcia en abril.

Antes de subirse al tapiz, donde Carrillo le graba con tres c¨¢maras, una de espaldas y dos para cada perfil, y luego se lleva las grabaciones a su casa y por las noches las analiza y al d¨ªa siguiente corrige los defectos, L¨®pez ha hecho unas series en la pista de atletismo, dando medias vueltas al estadio, pues cambia de sentido a menudo para que no se le cargue siempre la misma cadera. Faltan 100 d¨ªas para los Juegos de R¨ªo. ¡°Este a?o precisamente vamos retrasados. Ha sufrido virus y peque?as lesiones y diarreas y actos de homenaje, y no se ha entrenado lo que querr¨ªamos¡±, dice el entrenador del campe¨®n de Europa y del mundo. ¡°Calculo que har¨¢ unos 200 kil¨®metros menos que el a?o pasado. Se quedar¨¢ en unos 5.200 kil¨®metros en el ciclo de 40 semanas de entrenamiento, unos 130 a la semana. Por eso creo que subiremos antes de lo previsto al santuario para estarnos dos meses aislados¡±. El santuario es la altura en la que se enclaustra lejos del ruido todos los a?os, un mes en Sierra Nevada y otro mes en Font Romeu, donde siempre.

Hasta entonces, hasta llegar a los 5.200 kil¨®metros, como ir andando hasta Copenhague y volver dando 5.777.777 pasos de 90 cent¨ªmetros exactos, L¨®pez se entrena unos d¨ªas en su pueblo, en Llano de Brujas, en la huerta murciana, y otros va a Cieza, a media hora de su casa en coche, donde hace marchas largas bajo los ¨¢lamos frescos por las veredas del Segura fecundo y donde est¨¢ el gimnasio.

A Carrillo y a sus marchadores ol¨ªmpicos, pues antes que L¨®pez estuvieron Fernando V¨¢zquez y Juanma Molina, les cost¨® 10 a?os que junto al estadio de Cieza se construyera el gimnasio, que no es el embri¨®n del centro de tecnificaci¨®n con el que sue?a Carrillo para preparar a las decenas de marchadores que gu¨ªa. ¡°Lo triste es que tenga que haber un campe¨®n, y una persona tan cabezota como Carrillo, para que despu¨¦s se construya la instalaci¨®n¡±, dice L¨®pez, recordando c¨®mo se empez¨® a mover el proyecto en 2002, cuando Molina logr¨® una medalla en el Europeo de M¨²nich, y c¨®mo hasta 2010 no se inaugur¨® el edificio en el que hay una sala de aparatos de musculaci¨®n, otra para el tapiz, dormitorios, vestuarios con jacuzzi, m¨¢quinas de crioterapia, salas de reuniones¡­ ¡°Pero cada paso, cada cosa que se consigue es un dolor, una pelea con el CSD, con el ayuntamiento, con la Comunidad¡­¡±, dice Carrillo. ¡°Las duchas han estado sin agua caliente hasta hace nada, los jacuzzis no funcionan, no se pueden usar los dormitorios para hacer concentraciones porque no nos dan permiso, y los de la limpieza vienen solo dos d¨ªas a la semana, y eso es ahora, porque antes ten¨ªa yo que pasar la fregona y hasta echar lej¨ªa en los v¨¢teres¡­¡±.