El Manchester United aplaza el alir¨®n del Leicester

La gloria es vecina del Leicester, que no pudo proclamarse campe¨®n de la Premier League en su visita a Old Trafford, pero dio un paso m¨¢s hacia ese hist¨®rico hito porque su empate (1-1) ante el Manchester United obliga al Tottenham a derrotar a domicilio al Chelsea en el partido que cierra la jornada este lunes. Si el equipo que dirige Mauricio Pochettino no consigue la victoria, el Leicester ser¨¢ campe¨®n. Si los Spurs prolongan, el alir¨®n de la cenicienta del f¨²tbol ingl¨¦s quedar¨¢ a expensas de un triunfo ante el Everton el pr¨®ximo s¨¢bado en el King Power Stadium. En todo caso, y aunque su perseguidor londinense ganase los tres partidos que le quedan, al Leicester le bastar¨ªan tambi¨¦n dos empates (cierra el campeonato en casa del Chelsea) para cantar victoria y culminar uno de los mayores cuentos de hadas de la historia del f¨²tbol. Si todo eso ocurre, Ranieri estar¨¢ a bordo de un avi¨®n camino de Italia. ¡°Tengo que viajar hasta all¨ª, me enterar¨¦ del resultado cuando aterricemos¡±, explic¨® antes de dejar Manchester.

El United sali¨® al campo dispuesto a demostrar donde estaba el poder¨ªo, al menos el econ¨®mico. El resultado final le deja pr¨¢cticamente fuera de la pr¨®xima edici¨®n de la Liga de Campeones y apenas el recurso de la final de Copa contra el Crystal Palace para barnizar la temporada. Parti¨® dominador y domin¨® de inicio al Leicester, que por primera vez en mucho tiempo pareci¨® superado, sometido por ambos flancos ante un rival que sac¨® frutos de su amplitud para entrar hasta su cocina. Por la derecha se col¨® Valencia para encontrar a Martial en el lado opuesto y que su gol premiase esa puesta en escena. Con apenas ocho minutos gastados, el Leicester se encontr¨® ante un escenario que apenas hab¨ªa conocido dos veces en los ¨²ltimos cinco meses y medio, que el primer gol del partido fuese en su contra.?

Los diez minutos siguientes definieron lo que fue luego el partido. Dos acciones rescataron al equipo de Ranieri, primero una monumental parada de Schmeichel, apellido ilustre en Old Trafford, ante un remate a bocajarro de Lindgard; poco despu¨¦s el empate del central internacional jamaicano Wes Morgan, la primera prueba de lo que luego fue una constataci¨®n: el Leicester dominaba el juego a¨¦reo ante las dos porter¨ªas y por ah¨ª encontr¨® una v¨ªa para reafirmarse y llevar el partido a su terreno.?

El estilo Leicester se hizo carne en el teatro de los suyos, que pronto pas¨® a ser tambi¨¦n el de los suyos. ¡°Era importante mostrar, tambi¨¦n en un estadio tan importante, nuestro car¨¢cter y mentalidad¡±, apunt¨® Ranieri al finalizar. Su proceder lo define una estad¨ªstica al descanso, con el 28% de posesi¨®n la sensaci¨®n a esas alturas era que el partido estaba equilibrado, el empate justo y el partido caminaba hacia un mayor control del equipo del t¨¦cnico italiano. Y as¨ª fue. Al Manchester United se le vieron entonces las costuras, escaso de f¨²tbol como en toda su decepcionante temporada, sin mayor bagaje que alguna aparici¨®n de Martial o Rashford, alg¨²n rapto de coraje de Rooney. Con media hora por jugar Van Gaal recurri¨® a Juan Mata, lejos de su mejor versi¨®n, para prender la luz, pero el Leicester ya hab¨ªa crecido y en ese momento ya comenz¨® a parecer un gigante. Se fue a por el gol que le daba la gloria sin el temor de los novatos ante un oponente para el que el empate era filfa, tuvo su momento, pero no extrajo fruto y se aboc¨® a un final sufrido, con diez hombres por doble amarilla a Drinkwater, la segunda tras una falta que al ¨¢rbitro sac¨® al borde del ¨¢rea, pero que bien pudo ser castigada con penaltI.?

Con uno menos, sin uno de sus pilares de la medular, con Vardy en la grada cumpliendo su segundo y ¨²ltimo partido de sanci¨®n, con Mahrez ya en la caseta sustituido en aras del esfuerzo colectivo, el Leicester aguant¨® el empate sin mayores apuros, no pudo encender la mecha de la gran fiesta, pero todo apunta a que es cuesti¨®n de d¨ªas. O de horas. ¡°Es duro jugar ante un equipo que busca dominar la posesi¨®n, pero nosotros estamos muy fuertes y vamos en la direcci¨®n correcta¡±, zanj¨® el goleador Morgan.