Nadal reluce ante Kuznetsov

Cuatro de la tarde. Sol, brisilla agradable. La Madrid primaveral llama a la puerta, a ver si esta vez s¨ª, las nubes se van a un lado y le dejan asentarse ya, que a estas alturas del a?o es lo que toca. Los decibelios crecen y van tomando progresivamente la Caja M¨¢gica, hasta que ¨¦l irrumpe con paso ligero y el raquetero al hombro. El speaker, entonces, recita su nombre y los aficionados se levantan: accede a la pista Rafael Nadal. Le ha costado, como a esta primavera que se resiste a llegar, pero el de Manacor se ha levantado y ahora lleva otros br¨ªos. M¨¢s que suficientes para doblegar en su estreno al ruso Andrey Kuznetsov: doble 6-3, en una hora y 18 minutos.

Quiz¨¢ sea una cuesti¨®n aleatoria, seguro, pero esa camiseta naranja que luce desde hace tres semanas, desde que desfil¨® de forma victoriosa por Montecarlo, despu¨¦s por Barcelona, parece haberle concedido la alegr¨ªa propia de esta estaci¨®n del a?o. Se plasma ahora esa buena onda en su juego, despu¨¦s de unos cuantos meses de negros y grises, de una gama crom¨¢tica demasiado oscura que a base de trabajo y victorias ha ido desapareciendo para adquirir una tonalidad m¨¢s positiva, hasta transformarse en el fosforito actual.

¡°Hoy hac¨ªa calor. El d¨ªa estaba m¨¢s seco y la pelota m¨¢s viva. Las condiciones eran perfectas para jugar. ?l no es un jugador f¨¢cil y yo me he encontrado bien, la verdad", precis¨® despu¨¦s, cuando tambi¨¦n fue preguntado por su elevado ¨ªndice en los servicios, una l¨ªnea que ha exhibido en las ¨²ltimas semanas: "Saqu¨¦ bien en los dos torneos previos y aqu¨ª la altura ayuda en ese sentido. El servicio es vital para intentar tener aqu¨ª opciones de hacer un buen torneo".

Quiz¨¢ no sea Kuznetsov el mejor baremo competitivo, sino m¨¢s bien un contrincante muy apropiado para arrancar de buena manera un torneo. Le viene de f¨¢bula a Nadal a estas alturas el ritmo y el intercambio, aceite para el motor y estancia fruct¨ªfera en la pista, as¨ª que el pulso con el ruso (39 del mundo) fue de lo m¨¢s tonificador. Es el de Tula un jugador acad¨¦mico, t¨¦cnicamente limpio e imaginativo; concede ritmo y peloteo, pero tan pronto se saca un golpe rese?able como produce un error garrafal cuando tiene todo de cara. Demasiado tierno, quiz¨¢; positivo para el espa?ol, en cualquier caso, este primer pulso en la Caja M¨¢gica.

Nadal ha recuperado la fluidez, lo hace todo de forma mucho m¨¢s natural. Vuelve a relucir. Encuentra bien los pasillos, su derecha incide mejor y el rev¨¦s ha recobrado la forma. Pero si hubo un buen argumento ante Kuznetsov fue el servicio. Hablan los n¨²meros, resultado de una simple cuesti¨®n de horas y horas de pr¨¢ctica y, sobre todo, insiste una y otra vez el t¨¦cnico Toni, de confianza: 80% de efectividad (33/41), con un 86% de puntos ganados con primeros (28/33) y pleno de segundos (8/8). As¨ª descascarill¨® a Kuznetsov, cuyos restos, blanditos como la mantequilla, fueron el mejor acompa?ante.

El primer set se resolvi¨® con el piloto autom¨¢tico (breaks al segundo y el quinto juego) y el segundo bajo la misma din¨¢mica (aunque la rotura se retras¨® hasta el s¨¦ptimo). Estreno? serio y arrollador, por tanto, con mordiente y sin pero alguno. Son ya 11 victorias consecutivas en esta gira europea sobre arcilla. Ahora, en los octavos del jueves (turno por definir), el estadounidense Sam Querrey o el franc¨¦s Lucas Pouille. Mientras, Madrid y Nadal empiezan a disfrutar de la primavera. Llega el sol, brilla el naranja de la camiseta. Y reluce de nuevo el de Manacor.