Nadal cae (otra vez) en el cepo escoc¨¦s

Para lo bueno y lo malo, en un sentido u otro, Rafael Nadal es un personaje asociado a la hip¨¦rbole. Ayer, en el mediod¨ªa plomizo de Madrid, el espa?ol cedi¨® frente a Andy Murray, el mismo hombre que le bati¨® el a?o pasado en la final de la Caja M¨¢gica. Le priv¨® el escoc¨¦s (7-5 y 6-4, despu¨¦s de dos horas y 11 minutos) de luchar por el t¨ªtulo, el que hubiera podido ser el tercero consecutivo en las ¨²ltimas semanas. Agu¨® la fiesta Murray (citado con Novak Djokovic en la final, hoy a las 18.30, La1) y cort¨® de cuajo una secuencia de 13 victorias seguidas, la ola de ilusi¨®n que ven¨ªa desde Montecarlo, origen del en¨¦simo renacimiento del balear. Y, claro, c¨®mo no: lleg¨® la hora de los blancos y los negros. Esc¨¦pticos frente a feligreses.

Los primeros se apoyan en el impacto inmediato, en la cifra pura y dura; en que Nadal tan solo sac¨® tajada de dos de las 13 opciones de break que dispuso, o en que Murray, hasta hace un a?o una suerte de tibur¨®n varado en la arena, no deber¨ªa haberle cortado el paso, y m¨¢s teniendo en cuenta que hace tres semanas el espa?ol ya le hab¨ªa hecho morder el polvo en el Principado; dicen, tambi¨¦n, que en Madrid no se ha visto a un Nadal tan plet¨®rico como en la costa francesa o en Barcelona, sino uno que quiz¨¢ jug¨® un puntito por debajo, con un toque menos el¨¦ctrico. E interceden los segundos, fervorosos creyentes, que argumentan a la inercia positiva de su ¨ªdolo, a que Nadal ha recuperado la fe y a que su campe¨®n transmite muy buenas vibraciones en su preparaci¨®n hacia Roland Garros.

Y en medio, como siempre, el propio protagonista, que reh¨²ye los extremos e invita a contemplar los grises, tanto cuando el viento sopla a favor como cuando el presente resultadista sopla en contra. ¡°Uno debe ser autocr¨ªtico, pero siempre con el objetivo de mejorar. Hoy, sin hacer un partido demasiado bueno, no he estado muy lejos de ganar al n¨²mero dos del mundo, no es que haya hecho un desastre, as¨ª que tengo que quedarme con eso, con lo bueno¡±, reflexion¨® el n¨²mero cinco antes de abandonar la Caja M¨¢gica, donde cund¨ªa una sensaci¨®n agridulce entre la gente, porque Nadal no tuvo efectivamente su mejor d¨ªa, sino una jornada un tanto gris m¨¢s bien, pero que no debe empa?ar en exceso la din¨¢mica optimista por la que transcurre en esta gira sobre arcilla.

¡°He hecho otra semana positiva, estoy manteniendo una regularidad alta durante todas estas ¨²ltimas semanas. Mentalmente he estado bien y he peleado mucho hasta el final¡±, subray¨® el mallorqu¨ªn, que argument¨® la derrota sobre una serie de momentos puntuales, en los que Murray no se amilan¨® y mantuvo el tipo: ¡°He sido capaz de pelear y de buscar una soluci¨®n; despu¨¦s solo ha faltado un poquito. Me ha faltado apretar un poquito m¨¢s con mi drive. Necesito un poco m¨¢s de hacer rodillo con el drive. Espero ser capaz de seguir en esta l¨ªnea. Estoy feliz y con la ilusi¨®n de seguir adelante¡±.

"Se ha decidido por pocas bolas"

El caso es que ayer, Nadal se encontr¨® con un rival excelso, Murray, que hizo de todo y casi todo bien. Sirvi¨® en su l¨ªnea, reforzada adem¨¢s por el plus que alcanzan sus pelotazos en Madrid, debido a la altura; castig¨® con el rev¨¦s, se?a de distinci¨®n; y sobre todo, supo abortar las tentativas de Nadal para trabar el pulso y disponer de alguna opci¨®n. ¡°El primer set ha sido justo, pero en el segundo creo que he tenido m¨¢s oportunidades porque he jugado m¨¢s agresivo. Creo que se ha decidido por pocas bolas y ¨¦l ha marcado la diferencia con el saque, pero en general ha sido un poquito mejor que yo, ha jugador mejor que yo los momentos importantes¡±, radiografi¨® Nadal, que al igual que el a?o pasado volvi¨® a pisar el cepo escoc¨¦s en la Caja M¨¢gica.

Sin embargo, poco tiene que ver ese pasado de ansiedades con el momento actual, en el que Nadal es un Nadal mucho m¨¢s reconocible y entero. Lo corrobora Murray: ¡°Creo que este triunfo es mejor, porque ¨¦l no estaba al m¨¢ximo hace un a?o. No estoy diciendo que hoy haya jugado su mejor tenis, pero lo ha hecho mejor que entonces¡±. Y se reafirma el de Manacor: ¡°La sensaci¨®n de juego y regularidad, de nivel en general, es muy superior¡±.