Tom Dumoulin retorna al rosa
Victoria del especialista Ulissi en el primer final escarpado del Giro, que volvi¨® a Italia
Como si no pasara el tiempo, no se moviera, como si dos d¨ªas duraran lo que duran dos a?os o 12 a?os, el Giro regres¨® a Italia, a la Calabria del J¨®nico al Tirreno y sus costas tan escarpadas, y en su regreso volvi¨® Tom Dumoulin a vestirse de rosa, como hace tres d¨ªas, Diego Ulissi, un habitual, volvi¨® a ganar una etapa, como hace dos a?os y como hace uno tambi¨¦n, y Damiano Cunego, que ya ni es el Principito rubio que gan¨® el Giro cuando ten¨ªa 22 a?itos, ni el Jim Morrison del ciclismo que dijo querer ser ya en 2004, se visti¨® con el jersey azul de mejor escalador al pasar el primero por el San Pietro, un tercera pegado al mar sobre el que cae a pico desde 400 metros.
Los acantilados y las cuestas, que tanto deleitan la vista y en los que tanto disfrutan los peque?os escaladores y los ciclistas que piensan en la general pues son lugares de ataques y emboscadas, son veneno para los m¨²sculos enormes y r¨¢pidos del sprinter veloz, los del apol¨ªneo Marcel Kittel, de rosa hermoso, que se apart¨® a un lado dejando paso a los due?os leg¨ªtimos de la general, a los hombres Giro que quieren llegar de rosa a Mil¨¢n dentro de dos semanas y media: a Dumoulin, que a¨²n vive de su contrarreloj inaugural, a Valverde, que bulle en las cuestas empinadas, a Nibali, feroz en los descensos, al torpe Zakarin, a Chaves que siempre sonr¨ªe, diminuto, y hasta a Ur¨¢n y a Landa, a los que cost¨® un poco m¨¢s entrar en el grupo de los buenos, pues la primera cuesta vertical del Giro ¡ªla subida de la calle Fortino para ver el mar espl¨¦ndido antes de bajar a la playa donde la meta¡ª sirvi¨® tambi¨¦n para empezar a ver detalles peque?os que permitan la capacidad de los aspirantes. Se movieron, pegados uno al otro, como bailarines, Nibali y Valverde, y midieron la velocidad de reacci¨®n, y su capacidad, de los rivales, y sonrieron como el qu¨ªmico poco antes de gritar Eureka al ver que la reacci¨®n prevista en sus f¨®rmulas se hace l¨ªquido o gas. A Amador, que cree que volver¨¢ a ser cuarto como el a?o pasado, le hizo da?o, por ejemplo, y no pudo enlazar, lo que s¨ª que consigui¨®, con esfuerzo, Landa.
A Ulissi, el especialista italiano que queda de una modalidad tan italiana, el corredor de sus cl¨¢sicas cortas y rompepiernas, de chispa r¨¢pida y p¨®lvora fugaz, la cuesta del Fortino le sirvi¨® de trampol¨ªn. Escapado con otro Lampre en un buen grupo desde unos kil¨®metros antes, desde cuando el comienzo de los subibajas hizo izar la bandera blanca a Kittel y a los equipos de los sprinters y la cabeza del pelot¨®n se plag¨® de atacantes, Ulissi lleg¨® al pie del fort¨ªn con poco m¨¢s de medio minuto de ventaja que supo administrar decidido tanto en la subida por el camino estrecho, como en el largo descenso por t¨²neles y anchas carreteras, como en los kil¨®metros de costa llanos hasta la meta, que cruz¨® con 5s de ventaja sobre Dumoulin, quien atac¨® a por su maglia rosa, y su compatriota Kruijswijk, y 6s sobre el primer grupo, liderado por Valverde el r¨¢pido, quien qued¨® cuarto, a unos metros de 4s de bonificaci¨®n.
La revelaci¨®n Jungels
Es la quinta victoria de etapa en cuatro Giros diferentes del corredor de Cecina, en la Toscana donde comenz¨® a correr en imitaci¨®n del ¨ªdolo de la regi¨®n, Paolo Bettini, a quien quiere parecerse. Joven de talento precoz, Ulissi, de 26 a?os, destac¨® m¨¢s que en ninguno en el Giro de 2014, el de Nairo Quintana. Gan¨® entonces una etapa con un final en repecho tendido, su especialidad, y gan¨® tambi¨¦n en las monta?as de Roma?a que rodean San Marino, y hasta qued¨® segundo en la contrarreloj de los vinos Barbaresco y Barolo que hizo grande y de rosa a Rigo Ur¨¢n. Despu¨¦s, se retir¨®, enfermo, antes de descubrirse que hab¨ªa resultado positivo en un control antidopaje al encontrarse grandes cantidades del antiasm¨¢tico salbutamol en su orina. En 2015 cumpli¨® sus meses de sanci¨®n y volvi¨® ganador de nuevo.
La ¨²nica cara nueva del d¨ªa de los retornos en Calabria fue la del luxemburgu¨¦s Bob Jungels, debutante de 23 a?os, a quien debe el rosa Dumoulin, pues fue su persecuci¨®n ardua en el llano lo que acerc¨® a los favoritos a Ulissi. Segundo en la general se coloca Jungels, que adem¨¢s viste de blanco joven.
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