Los favoritos pedalean juntitos bajo la lluvia del Chianti
Nibali, Valverde y Landa salen de la contrarreloj separados por solo 25s en la general
Aunque no tanto como la cerveza y sus virtudes nutritivas, a los ciclistas les gusta el vino. Les gusta el prosecco de cartizze y el Barolo de negra uva nebbiolo y la sangiovese del Chianti tinto de las dulces colinas florentinas en las que un gallo negro proclama su valor. En las tres regiones vin¨ªcolas que dan fama a Italia, en el V¨¦neto, en Piamonte y en Toscana, ha habido tres contrarrelojes en los tres ¨²ltimos Giros, y en las tres ha llovido para que as¨ª los corredores comprendan que sin agua de mayo y buen sol de agosto y septiembre no hay buena vendimia ni cosecha, y tambi¨¦n para que hasta los no abstemios maldigan y algunos, como Zakarin, hasta lloren. Quiz¨¢s, el a?o que viene, cuando les ofrezcan, qui¨¦n sabe, una contrarreloj por el Bardolino del Lago de Garda, otras colinas de vi?edos magn¨ªficos, los corredores declinen la ofertan y pidan en cambio un recorrido por los campos de cebada cervecera y sus dos carreras tremesinas del sur seco.
Terminados los 40 kil¨®metros de etapa, solo rieron, o cantaron, o bailaron, o lo que m¨¢s les guste, el esloveno Primoz Roglic, el saltador de esqu¨ª reconvertido al que la misma justicia divina que le priv¨® de la victoria y de la maglia rosa en Holanda por 22 mil¨¦simas de segundo le permiti¨® una contrarreloj temprana y sin lluvia, y le concedi¨® la victoria, y el vicentino de Bassano del Grappa Gianluca Brambilla, quien en la rampa de salida se remang¨® la larga manga de su maglia rosa especial crono para lucir mu?eca y tambi¨¦n para demostrar que estaba dispuesto a todo para defenderla. Pele¨® y lo logr¨® por 1s ante su compa?ero de equipo y especialista joven Bob Jungels, un s¨ªmbolo de la igualdad de un Giro m¨¢s que abierto cumplida casi su mitad, y en cuya bolsa las acciones de los corredores suben y bajan m¨¢s por intuiciones y olfatos que por razones objetivas, como el reloj.
Reposado el coraz¨®n, limpias las gafas del vaho que complica el entendimiento y extendidas sobre la mesa las hojas con las clasificaciones, los tres favoritos, Nibali, Landa y Valverde, pudieron suspirar de alivio ¨Cest¨¢n vivos, est¨¢n con posibilidades, el Giro y sus monta?as de verdad y su cronoescalada esperan a¨²n delante: han pasado lo que m¨¢s tem¨ªan y laten, y al temible Dumoulin lo hab¨ªa desactivado f¨ªsica y moralmente Valverde la v¨ªspera en el terrenal Alpe di Poti-- y gritar, jod¨®, qu¨¦ cerquita estamos. Lo dir¨ªa con jolgorio incluso Landa, el alav¨¦s, el que m¨¢s tem¨ªa el d¨ªa recordando c¨®mo hace un a?o, entre vi?edos de prosecco, perdi¨® cuatro minutos y el Giro en 60 kil¨®metros ante Contador y que este a?o hab¨ªa generado las sensaciones menos agradables. El domingo de San Isidro de lluvia y prudencia, Landa no solo perdi¨® solo 7s con Nibali, que esperaba dar un peque?o golpe de mano, sino que le sac¨® 4s a Valverde, quien parti¨® lento, mejor¨® en el tramo m¨¢s r¨¢pido y, inquieto y a disgusto, ¨¦l lo llama prudente, en la postura ortodoxa del contrarrelojista, se vino abajo en el tramo final, el m¨¢s duro. Los tres ocuparon los puestos 19?, 20? y 22? en la etapa, y en la general, separados por 25s, son quinto, Nibali, sexto, Valverde, a 2s, y octavo, Landa. Los escaladores que les siguen a rueda y les corean se han ido lejos, Chaves, Ur¨¢n, Pozzovivo y Majka, a m¨¢s de un minuto y casi dos.
A todos ellos les habr¨ªa ganado sin duda Zakarin, tan alto y esp¨¢rrago y desgarbado que se le podr¨ªa denominar el Froome de las estepas, y corre tumbado y se mueve sobre la cabra como si una corriente r¨ªtmica y el¨¦ctrica le sacudiera desde el cuello hasta la rabadilla, que no para, y hasta la cabeza, que bambolea. En el primer control, corrida la cuarta parte, el ruso del Katusha marcaba el mejor tiempo de entre los que piensan en la general. Despu¨¦s, como una maldici¨®n, un castigo a sus esperanzas, se le rompi¨® la bici un par de veces y en el ¨²ltimo cruce, a 23s de la meta, uno marcado con pintura blanca por todas partes y en el que se hab¨ªan ca¨ªdo ya media docena de corredores, tambi¨¦n se cay¨® Zakarin, que termin¨® triste, magullado y hambriento, y sin las esperanzas de victoria final que animan fuertes a Nibali, Valverde y Landa, tan juntitos pedaleando.
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