Un Barcelona a contracorriente
En inferioridad num¨¦rica, el equipo de Luis Enrique no hizo presi¨®n alta sino que se repleg¨® en su campo para contener al Sevilla y acabar ganando la Copa
Le sucedi¨® una vez y no m¨¢s. Gerard Piqu¨¦ se midi¨® por arriba y fuera del ¨¢rea con Iborra, y perdi¨® el salto. Gameiro, entonces, aprovech¨® la prolongaci¨®n y Mascherano trat¨® de corregir pero fue expulsado cuando se contaba poco m¨¢s de media hora de la final de la Copa. Era la propuesta de Emery, que quiso tener una boya que peinara balones; la vieja pero eficiente f¨®rmula de delantero alto y delantero bajo. Con uno menos, el Bar?a modific¨® su modus operandi habitual y exhibi¨® una cara nunca vista, al menos desde que Pep Guardiola se instalar¨¢ en el banquillo, all¨¢ en 2008. Y le sali¨® de maravilla al club azulgrana, conquistador del laurel y del cuarto t¨ªtulo de la temporada. ¡°Este equipo est¨¢ hecho para atacar, pero cuando le toc¨® defender, lo hizo perfectamente¡±, resolvi¨® orgulloso el t¨¦cnico Luis Enrique.
Hasta la fecha, el Bar?a basaba su defensa en un ejercicio de acoso adelantado absoluto, sin dejar jugar de ra¨ªz a un rival que, de no ser muy diestro en la salida del bal¨®n, se remit¨ªa al pelotazo o al desplazamiento en largo para buscar la ca¨ªda del delantero o, sobre todo, las segundas jugadas. Pero como todas las l¨ªneas del Bar?a suelen vivir en campo ajeno ¡ªpor lo que el equipo est¨¢ agrupado¡ª no hay demasiado espacio para cazar posibles rebotes. As¨ª que el bal¨®n siempre ha sido azulgrana, un teorema validado por el buen pie para la mezcla de sus jugadores. No ocurri¨® as¨ª en la final, condicionado el duelo por la tarjeta roja de Mascherano. Toda una novedad para un equipo que ha padecido solo tres expulsiones en 62 partidos. Una fue a Piqu¨¦, en el duelo de vuelta de la Supercopa de Espa?a ante el Athletic (1-1), cuando el equipo estaba volcado al ataque por la sonora derrota de la ida (4-0); y la otra tambi¨¦n fue para Mascherano, en un choque que ya estaba resuelto frente al Eibar (3-1). Ante al Sevilla acaeci¨® otra historia.
Piqu¨¦ daba un paso hacia atr¨¢s para hacer de l¨ªbero y poder corregir a sus compa?eros
Primero fue Busquets el que se insert¨® de central para que Messi actuara de enganche. ¡°Pero quedarnos atr¨¢s con Busi ante un rival que tiene a Gameiro, hubiese sido demasiado riesgo¡±, convino Luis Enrique. Por lo que en el entreacto sali¨® Mathieu como compa?ero de batallas de Piqu¨¦, un premio al empe?o del franc¨¦s, que decidi¨® operarse y quitarse el menisco para llegar al final del curso y a la Eurocopa. Por entonces, el Sevilla generaba f¨²tbol y hac¨ªa correr demasiado a los azulgrana. Un defecto que se corrigi¨® con la lesi¨®n de Luis Su¨¢rez, toda vez que con Rafinha ganaron un medio a cambio de un punta. As¨ª, el Bar?a jug¨® con dos l¨ªneas de cuatro (Rafinha y Neymar en las bandas) y con Messi descolgado arriba. Pero la clave fue que las dos l¨ªneas se tiraron hacia atr¨¢s, hasta el balc¨®n de su ¨¢rea, para ejecutar por primera vez un repliegue medio e incluso bajo. Ya no hab¨ªa huecos a la espalda de la zaga azulgrana y los centrales estaban m¨¢s c¨®modos, al punto de que Piqu¨¦ daba un paso hacia atr¨¢s para hacer de l¨ªbero y poder corregir a sus compa?eros ¡ªlogr¨® 14 recuperaciones por las 11 de Rami, segundo en la estad¨ªstica¡ª, tan solo exigido por arriba ante Iborra, aunque ya siempre dentro del ¨¢rea. Busquets fue claro: ¡°Hemos hecho lo que nos hacen a nosotros muchas veces¡±.
Sin bal¨®n tambi¨¦n se juega
No es que el Bar?a ahogara al Sevilla, que se volc¨® por los costados con Coke y Vitolo, aspersores de centros que crearon peligro m¨¢s que ocasiones porque los rechazos o los balones muertos en el ¨¢rea no cayeron a botas andaluzas. Pero s¨ª que su ejercicio solidario alcanz¨® para resistir el envite hasta el final del tiempo reglamentario, momento en el que Neymar le busc¨® las cosquillas a la zaga rival y a Banega no le qued¨® otra que hacerle falta siendo el ¨²ltimo defensor. Roja directa. ¡°Hemos demostrado que tambi¨¦n somos muy dif¨ªciles de batir sin bal¨®n¡±, expuso Luis Enrique. ¡°El equipo le ha puesto huevos¡±, resolvi¨® Alba. ¡°Hemos sufrido alg¨²n contratiempo y sacado fuerzas de donde fuera¡±, abund¨® Iniesta.
En igualdad de condiciones, el equipo se entreg¨® a Messi, que con dos pases descifr¨® la final. No se sustent¨® el Bar?a en la belleza sino que tir¨® de esfuerzo y mantuvo la porter¨ªa a cero ¡ª¡°en este tramo final hemos mejorado much¨ªsimo en el aspecto defensivo¡±, dijo Luis Enrique¡ª, una premisa que tanto el director deportivo como el presidente entend¨ªan capital para conquistar la Liga y la Copa. ¡°Si no encajamos, ganaremos seguro¡±, vaticinaban. El tiempo les ha dado la raz¨®n porque en los ¨²ltimos seis partidos han festejado 26 goles por ninguno encajado. Pero esta vez, a contracorriente, el Bar?a gan¨® sin la pelota.
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