Red Bull va con Hamilton

Lewis Hamilton le peg¨® un buen mordisco al Mundial de F¨®rmula 1 justo cuando las cosas comenzaban a pon¨¦rsele peludas al brit¨¢nico, que hasta ayer ve¨ªa c¨®mo Nico Rosberg, su compa?ero en Mercedes, encadenaba triunfos sin que ¨¦l fuera capaz de ponerle remedio a pesar de conducir el mismo coche. La sangr¨ªa a favor del alem¨¢n se detuvo en M¨®naco, donde viven los dos aunque ya haga tiempo que no queden para tomar caf¨¦. Hamilton sac¨® tajada de las pifias ajenas y de la estrategia de Mercedes, que jug¨® sus cartas mejor que nadie y le dej¨® en la mejor disposici¨®n para que pudiera estrenar su casillero.

En esas circunstancias, el actual campe¨®n no perdona. Detr¨¢s de ¨¦l cruz¨® la meta Daniel Ricciardo, que al margen de la pole lo ten¨ªa todo de cara para llevarse el triunfo hasta que Red Bull cometi¨® una estrepitosa metedura de pata en su segunda parada (vuelta 32). Sergio P¨¦rez termin¨® el tercero, d¨¢ndole a Force India el cuarto podio de su historia. Fernando Alonso concluy¨® el quinto, igualando su mejor resultado desde que regres¨® a McLaren, y Carlos Sainz lo hizo el octavo.

Las predicciones no se equivocaron y la lluvia que toda la ma?ana cay¨® sobre el principado oblig¨® a que la carrera arrancara en caravana y detr¨¢s del coche de seguridad las siete primeras vueltas. A partir de entonces, Ricciardo llev¨® a cabo una fuga que en gran medida facilit¨® Rosberg, quien form¨® un tremendo tap¨®n hasta que Mercedes le orden¨® por radio que dejara pasar a su vecino de box (vuelta 16).

Esa maniobra fue determinante para que la marca de la estrella pudiera optar a llevarse el premio gordo, pero todav¨ªa lo fue m¨¢s la decisi¨®n de mantener a Hamilton en pista con las gomas de lluvia extrema y pasar de ellas a las lisas directamente, sin colocar las intermedias y ahorr¨¢ndose as¨ª una visita al garaje. Finalmente le llamaron (vuelta 31) cuando ya lideraba el pelot¨®n y una giro antes de que Red Bull hiciera lo mismo con Ricciardo. Ah¨ª se decidi¨® todo: el australiano se qued¨® atascado en los talleres mientras sus mec¨¢nicos corr¨ªan como pollos sin cabeza alrededor del coche sin encontrar los neum¨¢ticos adecuados. All¨ª le volaron 10 segundos y la victoria.

Al margen de por su talento, el piloto de Perth es sobre todo conocido por su contagiosa sonrisa, por m¨¢s que en Montecarlo la perdiera y seguramente con raz¨®n. Hace dos semanas, en Montmel¨®, la escuder¨ªa energ¨¦tica le quit¨® de en medio para que fuera Max Verstappen, que se estrenaba al volante del RB12, quien protagonizara todas las portadas del d¨ªa siguiente. Y ahora, esto. ¡°No s¨¦ qu¨¦ pas¨®. Me llamaron ellos, no fui yo quien decid¨ª entrar, as¨ª que deb¨ªan estar preparados. Ya van dos fines de semana en los que he salido perjudicado. Eso duele. Dos carreras seguidas, eso es todo lo que puedo decir¡±, solt¨® Ricciardo. ¡°No estamos en posici¨®n de ganar cada gran premio que disputamos, y por eso sabe mal que pasen estas cosas. Lo ¨²nico que puedo decir es que hay que aprender de ello para que algo as¨ª no se repita¡±, zanj¨® el corredor aussie, muy afectado por lo sucedido.

La 44? victoria del ingl¨¦s

Su cabreo contrast¨® con la euforia que sobrevino a Hamilton, felicitado nada m¨¢s bajar del coche por Justin Bieber, en una imagen muy ilustrativa de aquello en lo que se ha convertido la F-1, m¨¢s circo que nunca. ¡°No s¨¦ muy bien c¨®mo explicar lo que siento. He rezado para que todo fuera bien pero no pensaba que lo ir¨ªa tanto¡±, convino Hamilton despu¨¦s de imponerse por 44? vez en su trayectoria, la segunda en este escenario, y de convertirse, junto a Michael Schumacher y Alain Prost, en el ¨²nico capaz de ganar al menos una prueba durante 10 a?os consecutivos.

Tras un arrollador arranque de campeonato, Rosberg pierde fuelle. El de Wiesbaden lleg¨® a M¨®naco con 39 puntos de ventaja en la tabla y se presentar¨¢ en Canad¨¢ con un coj¨ªn de solo 24. A la espera de que Red Bull confirme all¨ª su recuperaci¨®n, el Mundial vuele a estar en juego.