Djokovic ya es un elegido

Le cost¨®, pero ya lo puede decir: Novak Djokovic, 29 a?os, el n¨²mero uno del circuito que est¨¢ pulverizando todos los r¨¦cords, ya es uno de los elegidos. Despu¨¦s del escarmiento que sufri¨® el a?o pasado contra Stan Wawrinka, laureado contra todo pron¨®stico en la Philippe Chatrier, el serbio se quit¨® de encima todos los fantasmas que le atenazaban en Par¨ªs y atac¨® el t¨ªtulo con el hambre de un lobo desnutrido y la determinaci¨®n de un tibur¨®n blanco: 3-6, 6-1, 6-2 y 6-4, despu¨¦s de 3h 3m. La presa, esta vez, Andy Murray, al que su notable mejor¨ªa sobre la arcilla le fue insuficiente para frenar al tir¨¢nico Nole. Este, plet¨®rico, elev¨® al cielo franc¨¦s su 12? cetro del Grand Slam, 65? t¨ªtulo, con un buen trecho de carrera todav¨ªa por delante.

El de Belgrado, pues, ya tiene Roland Garros en el curr¨ªculo, el ¨²nico gran torneo que se le resist¨ªa. Coronado en las pistas r¨¢pidas de Melbourne y Nueva York, tambi¨¦n sobre el tapete de Wimbledon, expandi¨® este domingo sus dominios hasta la arcilla de Par¨ªs, convirti¨¦ndose as¨ª en un tenista total, ingresando en el legendario grupo de jugadores que han sido campeones en los cuatro grandes escenarios del circuito. Estos son, por orden cronol¨®gico de etapas y consecuci¨®n: Fred Perry, Don Budge, Rod Laver, Roy Emerson, Andre Agassi, Roger Federer y Rafael Nadal. Y ahora, por fin, despu¨¦s de haberse quedado cuatro veces en cinco a?os a un solo trofeo de lograrlo, Djokovic.

Dej¨® atr¨¢s el n¨²mero uno no pocos sinsabores en Par¨ªs, marco de dolorosas derrotas para ¨¦l. No olvida aquel ¡°?Hala Madrid!¡± de un aficionado que le desconect¨® de la final de 2014 contra Nadal, o la que cedi¨® tambi¨¦n contra el de Manacor en 2012, cuando ven¨ªa lanzado despu¨¦s de enlazar tres grandes, ni mucho menos la del a?o pasado, cuando por primera vez logr¨® tumbar al espa?ol en la arena parisina y, con el camino aparentemente despejado, fue fulminado por un extraordinario Wawrinka en la jornada dominical. Ten¨ªa pues una herida Nole, cicatrizada ahora con un triunfo que le conduce hacia El Dorado ten¨ªstico y le aproxima a esa meta hasta hace no mucho impensable, los 17 majors de Roger Federer.

De momento, Djokovic iguala a Emerson (12) se queda a dos de Nadal y Pete Sampras (14). Ya figura entre los ocho magn¨ªficos, pero su apetito sigue siendo tan descomunal que a largo plazo invita a pensar en que tal vez pueda ocupar un p¨²lpito en solitario. Implacable, con una superioridad absoluta pese a que Murray comenzase la tarde ara?¨¢ndole el primer set, con un juego que de no haber chocado contra el del serbio le hubiera permitido ser el primer brit¨¢nico que triunfaba en Par¨ªs desde 1935. Entonces lo hizo Perry, ¨²nico tenista de las islas que prob¨® las mieles del Bois de Bolougne. No hay duda de que el escoc¨¦s ha crecido como una secuoya en la tierra, con sus primeros tres t¨ªtulos (M¨²nich, Madrid y Roma) en el margen de un a?o, pero lo de Djokovic es otro tema, cap¨ªtulo aparte.

El arte defensivo, ofensiva total

Fue golpear Murray y echarse encima de ¨¦l, a mamporrazos y puntapi¨¦s. Desgaj¨® al de Dunblane en el segundo (36') y tercer parcial (46'), y apret¨® los dientes en el definitivo, el cuarto, cuando encontr¨® resistencia en los ¨²ltimos juegos. Se revolvi¨® el escoc¨¦s, pero se march¨® de vac¨ªo de su primera final en la Chatrier. La hoja de servicio de ambos refleja la fabulosa estrategia defensiva del balc¨¢nico, que solo entreg¨® tres bolas de break en las 10 posibilidades de Murray, y su mordiente a la hora de atacar, con 41 golpes ganadores, por los 23 de su rival. Djokovic, est¨¢ claro, est¨¢ hecho de otra pasta. Sus detractores dir¨¢n que gan¨® en Par¨ªs sin Federer ni Nadal (lesionados) de por medio; sin embargo, este ¨²ltimo ¨¦xito no admite peros.

Coleccion¨® un nuevo honor, al batir su propio registro de puntos (16.950) en el ranking, y conquist¨® un territorio que otros grand¨ªsimos jugadores no fueron capaces de tomar. Acab¨®, como la mayor¨ªa, rebozado en la tierra, abrazado por pap¨¢ y mam¨¢ Djokovic, por sus t¨¦cnicos ¨CBoris Becker y Marian Vajda¨C y su fisioterapeuta ¨CMilan Amanovic¨C, el n¨²cleo duro del serbio. Fino como una espingarda ¨Cde la dieta sin gluten ha pasado directamente a ser un pescatarian, abandonando la carne¨C, esta edici¨®n ha ido en fila recta hacia la Copa de los Mosqueteros. Tambi¨¦n en la final, aupado por el ¡°?Nole, Nole!¡± constante de la grada, poblada de muchas m¨¢s banderas serbias que de alg¨²n que otro aderezo brit¨¢nico. Ayer hubo historia en Par¨ªs y se cerr¨® el c¨ªrculo de Nole. S¨ª, Djokovic ya es un inmortal.