Valentino Rossi se impone a M¨¢rquez en Montmel¨®
El italiano, el ¨²nico capaz de lidiar con los neum¨¢ticos, gana una carrera en la que Lorenzo pierde el liderato tras ser arrollado por Iannone
La suya fue una victoria magn¨ªfica. La descarga de adrenalina que recibi¨® Valentino Rossi en el gran premio de Catalunya fue tal, que ech¨® pelillos a la mar: le dio la mano a Marc M¨¢rquez y le felicit¨® por la carrera. Y hasta pareci¨® olvidarse por un momento de que el circuito estaba de luto. Grit¨® su triunfo como si se hubiera equivocado de plaza y en lugar de en Montmel¨® estuviera en un concierto del Primavera Sound. Euf¨®rico, se puso en pie sobre su Yamaha, esa que le llev¨® de camino hacia la meta, el primero, con casi tres segundos de ventaja sobre M¨¢rquez, el nuevo l¨ªder de MotoGP. Porque lo que salpiment¨® la carrera perfecta del italiano fue un incidente que termin¨® con Jorge Lorenzo por los suelos y con cero puntos tras ser arrollado por Andrea Iannone. Es reincidente el de Ducati (que saldr¨¢ ¨²ltimo en Assen) y por mucho que no hubiera intenci¨®n, Lorenzo no entiende que los jueces no sean m¨¢s duros con ¨¦l. ¡°Puede cometer un error, el problema es que no admite su culpa. As¨ª nunca cambiar¨¢¡±, se lamentaba.
Valentino Rossi, que se cre¨ªa afectado por las modificaciones en el trazado aprobadas el viernes noche por la Comisi¨®n de Seguridad ¨Ca la que est¨¢n convocados todos los pilotos cada viernes de gran premio, pero a la que normalmente s¨®lo asisten una decena; y as¨ª fue, nuevamente, esta semana: no estaba ¨¦l, ni Lorenzo, ni Pedrosa¨C, aunque se quej¨® con la boca peque?a de aquellos cambios en las curvas 10 y (la anterior curva) doce, se impuso con cierta facilidad a todos sus rivales. Ni le perjudic¨® que en aquel ¨²ltimo parcial se sustituyeran dos curvas r¨¢pidas, miel sobre hojuelas para la M1, por dos exigentes chicane, m¨¢s lentas, que se deben tomar en primera marcha y no le sientan tan bien a su moto; ni le afect¨® tanto como a los dem¨¢s el aumento de temperatura y el desgaste de los neum¨¢ticos ¨Cpara eso hizo unos cambios de ¨²ltima hora en el tren delantero la ma?ana de este domingo que funcionaron de maravilla, seg¨²n confes¨®¨C, pues, al final, esos dos puntos acabaron siendo la clave de la carrera.
¡°Era el d¨ªa para saludarnos¡±
Volvi¨® a repetirlo. ¡°Nunca volver¨¢ a ser como antes¡±. No le importa reconocerlo a Rossi. Todav¨ªa le duele, guarda rencor por c¨®mo termin¨® la temporada pasada y los incidentes que se vivieron, especialmente en el gran premio de Malasia. Pero prefiere ir apaciguando el ambiente. As¨ª que al finalizar la carrera le dio la mano a M¨¢rquez: ¡°Necesitamos estar relajado. Esto es nuestra pasi¨®n, pero se ha demostrado que tambi¨¦n es peligroso¡±, dijo en la conferencia de prensa. ¡°Es necesario que vuelva la normalidad. Y tras una carrera as¨ª es mejor que nos felicitemos¡±, a?adi¨®, en declaraciones a las televisiones nada m¨¢s finalizar la carrera.
¡°Era el d¨ªa para saludarnos. El motociclismo y Salom se lo merec¨ªan. Somos seres humanos. Y debemos tenernos un respeto, especialmente despu¨¦s de lo que hemos vivido este fin de semana, porque no sabemos qu¨¦ va a pasar ma?ana¡±, indic¨® el piloto espa?ol, segundo clasificado de la carrera y con quien el italiano mantuvo un fant¨¢stico duelo ayer y con quien tuvo agrias discusiones a ra¨ªz de la patada en la carrera de Malasia.
Adem¨¢s de Iannone, claro, que ¨²ltimamente es m¨¢s temido que El Cobrador del Frac.
Sali¨® Lorenzo como una exhalaci¨®n. Poca novedad. Intentaron seguirle M¨¢rquez y Pedrosa. Y Rossi, que estaba en la quinta posici¨®n de la parrilla, hizo unos primeros giros geniales. Se espabil¨® en la primera vuelta para recuperar lo perdido en la primera curva, adelant¨® a Vi?ales en el segundo giro, a Pedrosa en el tercero, a M¨¢rquez en el quinto y a Lorenzo en el sexto. Entonces, tras seis giros, el mallorqu¨ªn pareci¨® quedarse ya sin neum¨¢ticos ¨Cel delantero, especialmente, se degrad¨® con rapidez, le oblig¨® a bajar el ritmo y a un pilotaje ortop¨¦dico: apenas pod¨ªa girar y perdi¨® paso por curva¨C, tal era el compromiso que se exig¨ªa este domingo a las m¨¢quinas con las gomas y el asfalto. Adem¨¢s, la temperatura hab¨ªa subido considerablemente y eso perjudic¨® a la mayor¨ªa.
Al que m¨¢s a Lorenzo, que lleg¨® a caer hasta la quinta posici¨®n y rodaba casi segundo y medio m¨¢s lento que su compa?ero de equipo. Hasta que Iannone no fue capaz de terminar la contrarecta de Montmel¨® y lleg¨® tarde a la frenada de La Caixa, una de esas curvas (la 10) que los pilotos pidieron cambiar el viernes, porque consideraban peligrosa: all¨ª se encontr¨® al l¨ªder del Mundial ya inclinado, tratando de hacer la curva. Pero se qued¨® a medias. Sali¨® volando. Y se dej¨® la carrera por terminar. Cero puntos. Iannone trat¨® de pedirle explicaciones, desesperado. Y el mallorqu¨ªn no entend¨ªa nada.
La carrera sigui¨®. Y en cabeza se alejaban, cada vez m¨¢s, Rossi y M¨¢rquez, el ¨²nico que pudo seguirle la pista al de Yamaha, pues Pedrosa (que estrenaba chasis) se descolg¨® al cabo de diez giros. Su compa?ero en Honda se prob¨® una y otra vez: forzaba en aquella ¨²ltima aceleraci¨®n antes de meta, no fuera que esta vez s¨ª fuera posible ganarle unos metros a la M1; intentaba llegar primero a la primera curva, por si la velocidad punta pudiera darle un poco de distancia, y hasta le sali¨® en una ocasi¨®n; apuraba en cada frenada¡ Pero cuando se percat¨® de que estaba tentando demasiado a la suerte, cuando se vio una vez pr¨¢cticamente en el suelo, y otra, despu¨¦s de salvar la primera ca¨ªda con ese codo milagroso, y de volver a salvar la segunda¡ Dijo basta.
Los ¨²ltimos cuatro giros se acerc¨® tanto a Rossi, roz¨® tanto los l¨ªmites en busca de esa victoria en Montmel¨® que tanto ans¨ªa, que acab¨® pensando que o aflojaba o terminar¨ªa por los suelos: a cuatro giros cruz¨® la meta a 72 mil¨¦simas del italiano; a tres lo hizo a 96; a dos, a 88. Y en la ¨²ltima vuelta pas¨® a siete d¨¦cimas. Sab¨ªa que Lorenzo estaba fuera de la carrera y que ser¨ªa el l¨ªder (con 10 puntos de ventaja) con un segundo puesto. Hizo n¨²meros. Y afloj¨®. Pillar a Rossi ser¨ªa muy dif¨ªcil, adelantarle todav¨ªa m¨¢s. Lo hab¨ªa intentado y no hab¨ªa podido. Basta de juegos, pens¨®. Quiere ganar el Mundial. Y la ca¨ªda del a?o pasado ante su p¨²blico todav¨ªa escuece.?
Antes de subir al podio, junto a Rossi, con quien hubo un cordial (y esperado) apret¨®n de manos, y junto a Pedrosa (meritoria su carrera, fue de los pocos que opt¨® por el trasero blando, y el trabajo con una Honda que no le acopla y va mejorando muy poco a poco), M¨¢rquez rindi¨® homenaje a Salom en la curva 12, donde honde¨® una camiseta en su honor. El m¨¢s emotivo, sin embargo, fue el tributo que le rindi¨® Pol Espargar¨®, quinto, quien en la vuelta de honor se desplaz¨® hasta aquella misma curva, escenario del accidente fatal, con el panel n¨²mero 39 de los comisarios de pista y se arrodill¨® en el suelo para dejar un beso.
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