Contador le da a Froome donde m¨¢s le duele
El ciclista espa?ol derrota a uno de sus rivales para el Tour en la cronoescalada del Dauphin¨¦
Despu¨¦s de dos largos meses de silencio, Alberto Contador ha vuelto a expresarse con vigor y claridad, con la fuerza que tienen las declaraciones de principios. Lo ha hecho de viva voz y de pedalada en los Alpes tambi¨¦n. De palabra ha anunciado que se siente como nunca, muy fuerte, y ha aclarado p¨²blicamente su porvenir: ha renunciado definitivamente a su idea inicial de retirarse al final de esta temporada, ser¨¢ muy dif¨ªcil que logre poner en marcha su equipo propio en 2017 y, como desaparece el Tinkoff en el que corre desde 2011, quiere fichar por un buen equipo, que posiblemente sea el Trek, por dos temporadas m¨¢s, hasta cumplir los 36 a?os. Sobre la bicicleta ha retomado donde lo dej¨®, en lo m¨¢s alto, el discurso de 2016, que no ha modificado para nada. Ocho semanas despu¨¦s de triunfar en la Vuelta al Pa¨ªs Vasco, el ciclista de Pinto ha vuelto a pedalear en una contrarreloj, un duro pr¨®logo en cronoescalada en el Dauphin¨¦, y ha vuelto a ganar a otro de los que dentro de un mes ser¨¢ uno de los grandes rivales en el Tour. Si en el Pa¨ªs Vasco el derrotado fue Nairo Quintana, en el ¨²ltimo pulso antes de la grande boucle quien mordi¨® el polvo en Les Gets, pegado a Morzine, fue el brit¨¢nico Chris Froome, ganador del Tour pasado y de otro m¨¢s, el de 2013.
Hay ciclistas que en monta?a parecen dar una capa de pegamento al sill¨ªn y ah¨ª posan sus nalgas y no las levantan durante toda la ascensi¨®n, como Froome, que extrae lo mejor de su motor en una posici¨®n heterodoxa, casi tan fea de ver como efectiva. Y hay corredores que ponen pinchos en el sill¨ªn para evitar la tentaci¨®n de sentarse y el dorsal en el culo sobre la pieza m¨¢s mullida del culotte para mostr¨¢rselo dicharachero a los que adelanta, y as¨ª es Contador, que cuando est¨¢ en forma, en su forma, hace alarde de resistencia pedaleando de pie a gran velocidad, con enorme potencia. As¨ª ocurri¨® en Les Gets, en la ascensi¨®n el Mont Ch¨¦ry, donde bail¨® r¨ªtmico y estrat¨¦gicamente ubicado el dorsal 21 de Contador cuatro kil¨®metros empinad¨ªsimos a la sombra de la Joux Plane, el coloso de Morzine, la ¨²ltima subida, el lugar en el que probablemente se decida el Tour el pen¨²ltimo s¨¢bado de julio, el 23.
Rompiendo la norma no escrita de que el ganador del a?o anterior, el dorsal n¨²mero uno, debe salir el ¨²ltimo, Froome el impaciente decidi¨® adelantar su salida para que se le hiciera m¨¢s corta la espera, quiz¨¢s, y lo hizo pr¨¢cticamente dos horas antes que todo el paquete de favoritos. La t¨¢ctica le permiti¨® ser el mejor (11.49m) durante largo tiempo, pero le conden¨® a convertirse en referencia para sus rivales. Para Contador, por supuesto, que le super¨® en 13s, y tambi¨¦n para el australiano Richie Porte, mucho m¨¢s delgado con su maillot del BMC que en sus tiempos del Sky, que marc¨® el segundo mejor tiempo, a 6s del espa?ol, con 7s de ventaja sobre el brit¨¢nico. En su primer cara a cara con los mayores, uno que se quiere apuntar como favorito al Tour, su primer Tour, el sardo Fabio Aru, ganador de la ¨²ltima Vuelta, otro de los de pegamento en el sill¨ªn, perdi¨® 1m 8s, 6s m¨¢s que Purito Rodr¨ªguez.
Ganador del pr¨®logo en 2010, y tambi¨¦n de la etapa de Alpe d¡¯Huez el mismo a?o, el del Tour que perdi¨® por su positivo, Contador nunca se ha impuesto en la general del Dauphin¨¦, lo que no parece importarle. La carrera de los Alpes franceses, que terminar¨¢ el pr¨®ximo domingo, es m¨¢s un pulso de orgullos y de psicolog¨ªas y ambiciones antes que una lucha por la victoria, un triunfo que a veces exige tanto que la salud se resiente semanas despu¨¦s en el Tour. ¡°He venido aqu¨ª a ponerme a punto para el Tour¡±, record¨® Contador, que llega de pasar tres semanas en el Teide, en altura. ¡°Quiz¨¢s ganar aqu¨ª exija demasiado de m¨ª y de mi equipo, y no voy a arriesgar nada¡±.
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