Korchn¨®i, rebelde con vida de Oscar
Sus tragedias forjaron un luchador salvaje que se mantuvo en la ¨¦lite con m¨¢s de 70 a?os
V¨ªktor Korchn¨®i (1931-2016) atribu¨ªa su asombrosa longevidad en el ajedrez de ¨¦lite al caviar y a los nazis. Su vida -y la de Anatoli K¨¢rpov- inspiraron la pel¨ªcula La diagonale du fou, ganadora del ?scar a la mejor extranjera en 1985. Fue el mejor de la historia que no ha logrado el t¨ªtulo mundial. Su ¨²ltimo gran resultado fue en el torneo de Gibraltar de 2011, a punto de cumplir los 80 a?os. Muri¨® el lunes en Wholen (Suiza), a los 85.
Cuando cumpli¨® 70 y a¨²n estaba entre los 50 mejores (el declive en ajedrez suele empezar hacia los 40), EL PA?S le pregunt¨® de d¨®nde sacaba tanta fuerza, y ¨¦l se?al¨® dos fuentes: ¡°Por un lado, desayuno un poco de caviar todas las ma?anas; es muy energ¨¦tico¡±. De ese suministro se encargaba su segunda esposa, Petra Leeuwerik, superviviente de un campo de concentraci¨®n en Siberia.
?Y la otra fuente? ¡°Lo mucho que sufr¨ª durante el sitio de Leningrado (1941-1944) por los nazis, que quer¨ªan matarnos de hambre, cuando yo era un adolescente. Robaba cartillas de racionamiento de los cad¨¢veres para poder comer, en invierno beb¨ªa hielo derretido, y arrastraba el cuerpo de mis familiares muertos hasta el cementerio con una carretilla, porque no funcionaban los medios de transporte. Yo mismo acab¨¦ hospitalizado por desnutrici¨®n. Tras aguantar todo aquello, las desgracias que me ocurrieron despu¨¦s no fueron tan duras¡±.
Sin embargo, ese sufrimiento posterior bastar¨ªa para hundir a cualquier ser humano convencional. Cuando, en 1972, Bor¨ªs Spasski perdi¨® el t¨ªtulo mundial ante Bobby Fischer en plena guerra fr¨ªa entre la URSS y EEUU, en el Kremlin necesitaban recuperar el honor nacional porque el ajedrez era el escaparate que, seg¨²n Mosc¨², demostraba ¡°la superioridad intelectual del comunismo sobre el capitalismo¡±. Ten¨ªan dos candidatos para esa misi¨®n patri¨®tica, y eligieron a K¨¢rpov, 20 a?os m¨¢s joven que Korchn¨®i, a quien adem¨¢s intentaron perjudicar todo lo posible para que no hiciera sombra a la nueva estrella.
Korchn¨®i decidi¨® escapar de su pa¨ªs, en 1976, dejando all¨¢ a su esposa e hijo. Seguidamente gan¨® el Torneo de Candidatos y se convirti¨® en el aspirante al t¨ªtulo que K¨¢rpov hab¨ªa ganado en 1975 por la retirada de Fischer. El duelo de Baguio (Filipinas) de 1978 entre el superh¨¦roe K¨¢rpov y el traidor Korchn¨®i (a quien la prensa sovi¨¦tica ni siquiera mencionaba por su nombre) dur¨® tres meses y fue el m¨¢s escandaloso de la historia; 18 agentes del KGB fueron adscritos a fastidiar a Korchn¨®i cuanto fuera menester. Leeuwerik contraatac¨® protestando porque los yogures que serv¨ªan a K¨¢rpov durante las partidas, pod¨ªan contener instrucciones t¨¦cnicas en clave seg¨²n el tama?o del envase, su color, el sabor o el camarero que lo sirviese. El ¨¢rbitro determin¨® que K¨¢rpov pod¨ªa comer yogures, pero s¨®lo si eran siempre iguales.
Entabl¨¦ una relaci¨®n cordial con Korchn¨®i a mediados de los ochenta, en los torneos de Linares (Ja¨¦n) donde una vez se encontr¨® en el vest¨ªbulo del hotel con el ¨¢rbitro y excoronel del KGB V¨ªktor Baturinski, de quien Korchn¨®i hab¨ªa dicho a?os atr¨¢s que ¡°deber¨ªa ser ejecutado, descuartizado y arrastrado por las calles de Mosc¨² por su destacado papel en las purgas de Stalin¡±. Entonces me pareci¨® que sufr¨ªa un complejo de persecuci¨®n por el KGB, pero a?os despu¨¦s, cuando se desvelaron sus archivos secretos, se comprob¨® que hab¨ªa existido un plan para matarlo.
Hace 15 meses, en Z¨²rich, Arturo P¨¦rez-Reverte qued¨® muy impresionado por la pasi¨®n que desprend¨ªa el viejo luchador, en silla de ruedas y con la salud muy deteriorada, durante un duelo amistoso con el alem¨¢n Wolfgang Uhlmann: ¡°Su estado es casi vegetal, pero lo ¨²ltimo que se apagar¨¢ en su cerebro ser¨¢ el ajedrez¡±, dijo el novelista.
Cuatro a?os antes deb¨ª ocuparme de llevarlo a Urgencias cuando sus coronarias le dieron el primer mazazo, durante el torneo de San Sebasti¨¢n. Y all¨ª, protestando porque no le daban el alta, me dio el epitafio perfecto cuando le record¨¦ nuestra conversaci¨®n sobre el caviar y los nazis: ¡°Conf¨ªo en que mis mejores partidas sean caviar para los aficionados durante siglos. Y el ajedrez es una de las vacunas para evitar horrores como el de los nazis¡±.
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