Rumania, tras la ¡®Generaci¨®n de Oro¡¯
El t¨¦cnico Iordanescu, basado en la f¨¦rrea defensa, pretende superar a la selecci¨®n de 2000 de Hagi, que alcanz¨® los cuartos de final
Senador en el Parlamento y mayor general del ej¨¦rcito, el seleccionador Anghel Iordanescu ¨Cque asume los mandos de Rumania por tercera vez¨C tiene claro que lo primero es la defensa. ¡°Hemos trabajado con sesiones de v¨ªdeo. Sabemos que tienen jugadores con un talento terror¨ªfico y jugaran agresivos desde el principio porque est¨¢n en su casa, pero seguiremos el plan que hemos trabajado¡±, conviene el t¨¦cnico. Una estrategia que de momento funciona porque la selecci¨®n rumana fue la menos goleada en la fase de grupos con solo dos tantos (ante Hungr¨ªa y Finlandia), uno menos que Espa?a e Inglaterra. ¡°Es un grupo que funciona como bloque y bajo las reglas del ejercicio defensivo¡±, reconoce Constantin Galca, despedido hace unas semanas del banquillo del Espanyol e integrante de la selecci¨®n de 2000, cuando el equipo alcanz¨® los cuartos de final. Ese fue el mayor logro hist¨®rico en la competici¨®n de la considerada Generaci¨®n de Oro. ¡°La ilusi¨®n es superarles¡±, proclama Iordanescu. Pero la diferencia estriba en Gica Hagi y en peloteros como Popescu, Chivu, Munteanu o Stelea. ¡°S¨ª, les faltan nuestras individualidades, que fueron determinantes en la Euro¡±, acepta Galca.
Ese torneo, sin embargo, no empez¨® sobre el c¨¦sped sino que lo hizo en un plat¨® de televisi¨®n, donde el presentador Adrian Paunescu, fiel seguidor del nacional-comunismo del dictador Nicolae Ceausescu, invit¨® a Hagi para que reconsiderara su posici¨®n de retiro con la selecci¨®n. Discursos, poemas, mensajes y llamadas de los aficionados por lo que, tras horas de insistencia, el 10 acert¨® a decir entre l¨¢grimas: ¡°Esperad un momento, que Piturca [el seleccionador] ni siquiera me ha convocado¡±. Minutos despu¨¦s, en conversaci¨®n telef¨®nica p¨²blica, se cerr¨® su vuelta al equipo. ¡°Ya jug¨® en el duelo clave de clasificaci¨®n ante Hungr¨ªa, en el que vencimos¡±, rememora Galca. Pero Piturca no lleg¨® a la Eurocopa porque en una rueda de prensa posterior declar¨® que tambi¨¦n lo hubieran conseguido sin Hagi. Horas m¨¢s tarde, el t¨¦cnico estaba despedido, perdedor de un pulso innecesario. ¡°No se ha sabido nunca lo que pas¨®¡±, revela Galca; ¡°la verdad de la discusi¨®n se la quedan ellos¡±. Le supli¨® Emeric Jenei, que hab¨ªa sido campe¨®n de la Copa de Europa con el Steaua de Bucarest ante el Bar?a (1986) y al que le llamaban T¨ªo Imi por su cercan¨ªa con el grupo. ¡°El adecuado era Piturca porque se lo merec¨ªa, pero Jenei era un gran pedagogo, un animador excelente, y respet¨® la idea de juego¡±, se?ala Galca. Los presagios, sin embargo, no eran buenos por el grupo en el que les tocaba competir.
S¨ª, les faltan nuestras individualidades, que fueron determinantes en la Euro Constantin Galca, ext¨¦cnico del Espanyol
Liderados por Hagi se sent¨ªan poderosos. ¡°Est¨¢bamos convencidos de nuestras posibilidades. Ten¨ªamos un grupo muy fuerte, con mentalidad positiva¡±, explica Galca. As¨ª, en el primer choque firmaron las tablas con Alemania. Cayeron luego ante Portugal en el minuto 95. ¡°Y ante Inglaterra salimos al campo sabedores de que pod¨ªamos lograrlo, siempre y cuando Portugal nos echara una mano ante Alemania¡¡±, dice Galca. Y as¨ª ocurri¨®, gracias a un penalti sobre la bocina que sirvi¨® para el 3-2, para el triunfo y el pase a cuartos. ¡°S¨®lo recuerdo abrazos, alg¨²n lloro y mucha felicidad¡±, cuenta el ext¨¦cnico del Espanyol; ¡°pero lo que m¨¢s nos llenaba era que en la Plaza de la Revoluci¨®n de Bucarest hab¨ªa cerca de 30.000 personas festej¨¢ndolo¡±.
Tocaba Italia, un hueso duro. ¡°Jenei nos dijo que disfrut¨¢ramos, que no pens¨¢ramos en otra cosa¡±, recuerda Galca. Pero ante ese rival era complicado. ¡°Nos dejaban jugar hasta los ¨²ltimos 30 metros, donde plantaron una defensa imposible de superar¡±, se lamenta Galca. Hasta Hagi perdi¨® la paciencia porque le hizo una dura entrada a Conte ¨Cahora seleccionador azzurro- y le sac¨® del torneo, al tiempo que era expulsado por simular un penalti. ¡°La presi¨®n, los nervios¡ a veces ocurre. Pero por eso no deja de ser el mejor jugador de nuestra historia¡±, replica Galca. Y a?ade: ¡°En ese campeonato nos falt¨® un poco de suerte, nada m¨¢s¡±.
Ahora Iordanescu quiere ser la sombra de la Generaci¨®n de Oro. Hoy empiezan ante Francia y se medir¨¢n con Albania y Suiza. ¡°Nuestro grupo era imposible y lo logramos. Todo es posible¡±, vaticina Galca; ¡°y seguro que se van a soltar tambi¨¦n en ataque¡±. Aunque no lo parece con el General, entregado al 4-2-3-1 con repliegue bajo para ayudar al portero Tatarusanu (1,98 metros) y salir a la contra. No tienen a Hagi, pero se f¨ªan a la defensa.
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