Juega Lavezzi mientras calienta Messi

Argentina despach¨® a Bolivia en un abrir y cerrar de ojos mientras caminaba al encuentro de Venezuela en los cuartos de final. El partido fue tan desigual y relajante para la Albiceleste que los bolivianos se empe?aron exclusivamente en evitar que Messi batiera el r¨¦cord de Batistuta (como m¨¢ximo goleador de la selecci¨®n). Y en un despliegue defensivo muy intenso consiguieron reducir al 10. Un triunfo individual despu¨¦s de una derrota colectiva inapelable por m¨¢s que Jhasmani Campos quisiera convertir su actuaci¨®n en un duelo de igual a igual con Messi, trigoleador contra Panam¨¢ en apenas media hora, in¨¦dito en Seattle, todav¨ªa a un tanto de la marca de Batigol (53 por 54).

Messi entra en juego poquito a poquito, cada partido un rato m¨¢s, treinta minutos la pasada jornada, media parte contra Bolivia. Tata Martino ha aprendido a administrar sus minutos para que el 10 llegue fresco y en las mejores condiciones a la fase decisiva, que empieza en cuartos de final contra la Vinotinto. La carga de encuentros y su dolor en las lumbares exigen una terapia especial, y m¨¢s despu¨¦s que ya se cayera por lesi¨®n Di Mar¨ªa. No le ha ido mal la estrategia a Argentina porque mientras calentaba el delantero del Bar?a se han ca¨ªdo la Uruguay de Luis Su¨¢rez y tambi¨¦n el Brasil del destituido Dunga por no hablar de Paraguay.

Argentina quiere llegar entera a la disputa de la Copa y ante Bolivia alcanzaba de salida con medio equipo titular para despachar una jornada de entretiempo, propicia para futbolistas de acompa?amiento como Roncaglia, Kranevitter o Lavezzi, momento para que reposaran Mascherano, Rojo, Augusto o Gait¨¢n. La pelota, en cualquier caso, continuaba en pies de Banega para suerte de Ag¨¹ero e Higua¨ªn y sobre todo del el¨¦ctrico Lavezzi. Futbolistas suficientes para hacer correr al contrario, resolver el partido en un abrir y cerrar de ojos y generar el mejor de los paisajes para la entrada de Messi.

Las carreras del Pocho Lavezzi desmontaron a Bolivia, que al cuarto de hora ya perd¨ªa por 2-0. Lamela marc¨® a bal¨®n parado, despu¨¦s que la pelota diera en el hombro de Duk a la salida de una falta, y el propio Lavezzi remat¨® en la boca del gol un rechace del portero despu¨¦s de un cabezazo de Higua¨ªn. Argentina se desplegaba en 4-2-3-1, abr¨ªa bien el campo, la pelota iba r¨¢pida de costado a costado y se suced¨ªan las llegadas al marco de Lampe. Smedberg se acerc¨® al banco en busca de instrucciones y no abri¨® la boca el t¨¦cnico Baldivieso. Nada tuvo que decir Bolivia durante la Copa.

No es lo mismo jugar en la altura de La Paz que en el Century Field de Seattle. Los bolivianos se prepararon irremediablemente para la goleada desde que entraron en un estadio que a la media hora ya hacia la ola para entretenerse a la espera de Messi. Kranevitter y Banega jugaban fluido y r¨¢pido, y las ocasiones ca¨ªan en el arco de Lampe. El partido se puso tan f¨¢cil que incluso marc¨® el debutante Cuesta, lateral de Independiente, que atac¨® con determinaci¨®n la montonera defensiva de Bolivia, una selecci¨®n desordenada, entregada y sin f¨ªsico, a merced de la hambrienta Argentina de Lavezzi.

Messi apareci¨® en el descanso por Higua¨ªn mientras Biglia entraba por Banega. Ya resuelta la clasificaci¨®n y vencida Bolivia, el partido qued¨® parado para retos personales como el 10, aspirante a batir el r¨¦cord de Batistuta, el mejor goleador de la albiceleste con 54 goles en 77 partidos por 53 en 110 de Lio. Y mientras la afici¨®n miraba Messi se present¨® el ligero Jhasmani Campos ante Romero. Apenas hubo m¨¢s noticias de los bolivianos y el partido se orden¨® a partir del 10 de Argentina. A las largas posesiones de la albiceleste, reina de la posesi¨®n en porcentajes abrumadores, solo les falt¨® el gol de Messi.

Una vez perdido el partido, Bolivia se entreg¨® a la marca de Messi. Ya que nada ten¨ªa que decir sobre el juego, intentar¨ªa evitar el gol del 10. Campos incluso desaf¨ªo al delantero de Rosario, cara a cara, como dos carneros, despu¨¦s que el boliviano metiera la pierna al muslo de Lio. Messi discuti¨® y habl¨® mucho con los rivales, pate¨® un libre directo muy cerca del palo, tir¨® un ca?o al portero en fuera de juego y ofreci¨® detalles de muy buen gusto, sin llegar a rematar entre los tres palos de Lampe. No pareci¨® muy enfadado el barbudo y se retir¨® del campo sin m¨¢s, aparentemente contento, m¨¢s en forma, a la espera de Venezuela.

No siempre se marca un hat-trick y a veces ni siquiera se cuenta un gol por m¨¢s que uno se llame Messi. No le hac¨ªa ninguna falta contra Bolivia. La jornada estaba destinada principalmente a los jugadores meritorios como Lavezzi m¨¢s que a figuras de la talla de Messi.