Espa?a pone en juego el gol
La Roja, con otro gran partido, sella ante Turqu¨ªa la primera goleada de la Eurocopa y su pase a octavos
Al primer rengl¨®n uno ya se imagina a Vicente del Bosque sob¨¢ndose el bigote, se?al de que cavila c¨®mo relativizar la euforia de un equipo que est¨¢ en octavos y al que un empate con Croacia el pr¨®ximo martes le asegurar¨ªa la primera plaza del grupo. No querr¨¢ brindis el seleccionador, reacio a que nadie sufra de actualidad, pero lo cierto es que la Roja funciona. Y m¨¢s que bien, tras lacrar la primera goleada de esta Eurocopa. Gust¨® ante los checos y a¨²n se gust¨® m¨¢s ante Turqu¨ªa, porque con goles se espantan las congojas. Frente a los turcos, convertido el duelo en un juego al solitario de los espa?oles, porque casi no hay rival que no les espere en la trinchera, la Roja tuvo recursos, muchos y de los buenos. Todo fueron noticias estupendas: victoria, punter¨ªa, y un equipo arm¨®nico y agudo para interpretar la trama. Y con la fragancia de Iniesta, que dej¨® otro partido para la l¨ªrica. Una noche redonda, aunque alg¨²n desvelo tendr¨¢ el seleccionador, firme creyente de la fortaleza emocional. M¨¢s si cabe en las victorias que en las derrotas.
En Niza, Espa?a no rebaj¨® su buen f¨²tbol del estreno y encontr¨® la red. No fueron tres flechazos, sino que los goles fueron una derivada de la sobresaliente coreograf¨ªa de los espa?oles. Aquella gran selecci¨®n del juego interior ha mutado a otra cuya pujanza est¨¢n por el exterior. Por ahora, este grupo tambi¨¦n tiene muy buena pinta. A la Roja que con Xavi al frente hipnotizaba con la pelota a la espera de que Villa pasara el cuchillo, le ha sucedido un equipo m¨¢s ancho, que parte del eje para estirarse por los costados, donde mezcla muy bien el juego de los volantes, Iniesta y Silva, con el de los laterales, dos titanes, los principales abrelatas. En el caso de Jordi Alba, tambi¨¦n cuenta con el auxilio de Nolito. Por las bandas, hoy la Roja es un fil¨®n, es su nueva veta. En caso de que el contrario cierre filas por las orillas, se abren los pasillos para Iniesta y Silva, que no son precisamente dos piernas.
El conjunto espa?ol despeg¨® como ante la Rep¨²blica Checa, de tanteo al rival y a la espera de los ajustes necesarios. No se inmut¨® cuando Sergio Ramos se gan¨® una tarjeta antes del minuto. Y no se alter¨® porque mientras cuadra c¨®mo desabrochar al adversario y da con el toque, cuenta con Busquets, corrector de todos y a todas horas. Sujetados por el azulgrana, los espa?oles fueron pacientes, hurgaron y hurgaron por las bandas hasta encontrar a Morata. Suyos hab¨ªan sido los dos primeros remates, un disparo desde fuera del ¨¢rea, hay orden de engatillar m¨¢s, y una llegada con Topal que el turco desvi¨® al poste derecho de Babacan. Alba y Juanfran iban y ven¨ªan con mucho sentido, siempre a tiempo. No son laterales cl¨¢sicos de llegada y centro al aire. Ellos llegan para jugar. Se observ¨® en el primer tanto. Alba dobl¨® a Nolito, pero como no vio claro el pase al cielo del ¨¢rea, fren¨® y busc¨® una segunda jugada con el gaditano. El del Celta levant¨® el ment¨®n y asisti¨® a Morata, que hizo bingo con un cabezazo tan pl¨¢stico como categ¨®rico, con un giro de cuello en plena alzada sin remedio para el portero turco.
El gol, un protocolo del gran manejo espa?ol, encapot¨® a¨²n m¨¢s a Arda, de paso por el choque, y los suyos. Topal, al instante, pifi¨® un despeje y Nolito, atento y sagaz, se lo hizo pagar. El gol, la asignatura pendiente, con nota antes de cerrarse el primer acto. Un chorro de autoestima para dos debutantes en un gran torneo con la Roja como Morata y Nolito. Es la vida del delantero, el gol es el do de pecho que le sustenta. Lo sabe Iker Casillas, que sali¨® disparado del banquillo para abrazarse al andaluz. Espa?a ha encontrado en ellos una pareja de baile tan atractiva como complementaria, y por lo visto tambi¨¦n eficaz. No parecen dos forasteros, como le ocurr¨ªa a Diego Costa. Es m¨¢s f¨¢cil que sea a Morata a quien se le ponga cara de Villa. De momento, al igual que Nolito, tan h¨¢bil como revoltoso sin desmayo, ha cogido el molde al equipo, a un conjunto en el que es el titular con m¨¢s naturaleza ofensiva, pero no el ¨²nico delantero. En esta selecci¨®n, atacantes hay muchos. Los laterales, por ejemplo, dos ventiladores esenciales en esta prometedora Espa?a.
Para despejar posibles fantasmas, de nuevo con Iniesta al comp¨¢s, Espa?a no se demor¨® en cerrar el encuentro. El manchego filtr¨® el en¨¦simo servicio para Jordi Alba, quiz¨¢ en fuera de juego, y su asistencia no la desperdici¨® Morata, esta vez con el equipaje del ariete puro, alistado en el punto de penalti. El partido ya solo qued¨® para la probeta de Del Bosque y los c¨¢lculos de los preparadores f¨ªsicos. El t¨¦cnico prob¨® con un doble pivote, Busquets-Bruno, por si se requiere el recurso en el futuro, alist¨® a Koke por Cesc, que no termina de romper, y con Azpilicueta dio ox¨ªgeno a Alba. La misi¨®n ya estaba cumplida m¨¢s que con creces. Ahora, antes de que alguno se empache con halagos, todos al div¨¢n del m¨ªster. Esto solo ha empezado, s¨ª, pero a Espa?a le va de maravilla. Por juego, sensaciones y encima goles. Pero esto es f¨²tbol, y el ayer no siempre congenia con el ma?ana.
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