Mart¨ªn: ¡°Hemos adelantado los Sanfermines¡±

Faltaban pocos segundos para que el ¨¢rbitro se?alara el final del encuentro. Pocos segundos para que el ascenso fuera una realidad. En la banda, los jugadores suplentes de Osasuna, saltaban como posesos, en pleno avance de la celebraci¨®n del equipo. Pit¨® el ¨¢rbitro y se echaron al campo convertido el c¨¦sped en un gran abrazo colectivo. Estaban en Primera. Volv¨ªan a la ¨¦lite. Al otro lado, la pena embargaba al Girona.

En una de las esquinas de Montilivi, 450 aficionados uniformados de rojo cantaban y homenajeaban a su equipo. Su alegr¨ªa era la alegr¨ªa contenida de todos los partidos del playoff, intensos, duros, siempre victoriosos, tambi¨¦n el decisivo en Montilivi. Los seguidores navarros llegaron a la ciudad al mediod¨ªa y ocuparon los alrededores del campo, festivos, siempre entre cantos. As¨ª volvieron a casa, contentos y felices, algunos afortunados con botas, pantalones y camisetas que les regalaron los jugadores, trofeos de un ascenso inolvidable. Festejaba Osasuna en Girona mientras los hombres de Pablo Mach¨ªn, desde el centro del campo, muchos llorando, recib¨ªan el premio de la afici¨®n, que les agradeci¨® el esfuerzo con gratitud apenada, con aplausos tristes, llenos de agradecimiento tras una temporada que no presagiaba nada bueno a mediados de a?o, con el equipo en la posici¨®n 16 de la clasificaci¨®n al final de la primera vuelta.

Cuatro partidos de play-off, cuatro victorias y Osasuna, de vuelta a Primera, tras dos a?os en la divisi¨®n de Plata. Y en el Montilivi, las l¨¢grimas de los jugadores del Girona y de sus aficionados, que por tercer a?o consecutivo hab¨ªan rozado con los dedos el pase a la Primera Divisi¨®n, se mezclaban con las de los osasunistas, felices por el premio obtenido. Pocos entre los navarros tan emocionados como Enrique Mart¨ªn, su entrenador, expulsado por invadir el campo a falta de diez minutos para el t¨¦rmino del encuentro , que volvi¨® al campo llorando desconsolado.

¡°Me he pasado los ¨²ltimos cinco minutos pensando en mi padre, que muri¨® el 24 de noviembre. Me dijo que nos dejaba en el ¨¢tico y desde ah¨ª se ve¨ªa la primera. Os juro que la pr¨®xima rueda de prensa la hago en un ¨¢tico¡± dijo el t¨¦cnico de Campanas. ¡°Me he pasado los ¨²ltimos cinco minutos llorando en el vestuario pensando en ¨¦l¡±. Acto seguido, mir¨® a la grada, a los ocho mil aficionados llegados de Pamplona, y asegur¨®: ¡°Hemos adelantado los sanfermines. Esta gente llena y anima en El Sadar aunque nos vaya mal, se gasta su pasta y viaja con nosotros los fines de semana y los lunes a currar. Esto va por ellos¡±.

Vol¨® Mart¨ªn, manteado por sus pupilos, con los que se abraz¨®. Y se abraz¨® emotivo con Pablo Mach¨ªn, su colega en el banquillo del Girona, con la cara que deja el dolor de la derrota. ¡°Tenemos callo, lo del a?o pasado fue extremadamente cruel. No lo hemos tenido ganado, pero por la trayectoria del equipo, despu¨¦s de haber estado casi en descenso en navidad, llegar hasta aqu¨ª. El que dijo que el futbol es lo m¨¢s importante de lo menos importante ten¨ªa raz¨®n, pero hay veces que toca ganar y otras no, y lo que tiene que hace los chicos es levantar la cabeza y estar orgullosos¡±.

Admiti¨® el soriano que al final ¡°lo que determina es el acierto y Osasuna lo ha hecho, Lo intentamos con el coraz¨®n pero al final, esto es para quien la mete y la han metido ellos¡±. El t¨¦cnico calific¨® como ¡°un temporad¨®n¡±¡¤ el curso del Girona y record¨® que este equipo ¡°pasar¨¢ a la historia por lo que ha conseguido, pese a no lograr el ascenso¡±.

Mientras Mach¨ªn atend¨ªa a los medios, el vestuario visitante era un festival. Mikel Merino, que abandonar¨¢ la disciplina osasunista tras haber llegado a un acuerdo con el Borussia de Dortmund calific¨® la temporada de Osasuna como ¡°espectacular. Nos merecemos el premio y para m¨ª, es un orgullo poder darle esta alegr¨ªa a la afici¨®n, que es incre¨ªble. Vienen todos los d¨ªas, nunca nos han dejado solos y nos han demostrado que ellos son los mejores¡±. A su lado, Urko Vera no se olvid¨®, con exquisita deportividad, de los compa?eros derrotados: ¡°Han perdido, pero se merecen nuestros respetos y hay que darles la enhorabuena porque tienen mucho m¨¦rito¡±.

Roberto Torres tampoco se olvid¨® que el Girona se qued¨® por segundo a?o consecutivo a las puertas del ascenso y de entrada, les felicit¨® por c¨®mo hab¨ªan competido. ¡°Nos lo han puesto muy dif¨ªcil y sab¨ªamos que iba a ser as¨ª¡±. Admiti¨® que sab¨ªan que iba a ser un partido ¡°muy duro¡± pero que el gol les dio ¡°tranquilidad¡± y permiti¨® ¡°manejar el partido¡±. Salimos a ganar porque sab¨ªamos que jugando a empatar, perd¨ªamos. Henos dado una lecci¨®n de lo que es un equipo: cuatro partidos de play-off, cuatro victorias. Nos lo hemos ganado. Mir¨® a la grada, donde cantaban sus incondicionales y dijo: ¡°Son iguales que yo: tienen el coraz¨®n igual de rojo. Son la hostia¡±.

¡°Girona y N¨¢stic eran equipos complicado y no ha sido f¨¢cil, pero meti¨¦ndonos como nos metimos, sab¨ªamos que no ¨ªbamos a fallar. Esto es para nuestra afici¨®n que es de Primera¡±, asegur¨® Nino, que sabe lo que es jugar en Primera con Osasuna,y pens¨® en los suyos, en su familia ¡°y en esta gente, que se lo merece todo, porque es cojonuda. Nos lo hemos ganado, por el equipo y por ellos¡±, se?al¨® a los aficionados.

Las palmas de los hinchas navarros siguieron repicando durante un largo rato. Cuatro jugadores osasunistas salieron de los vestuarios para compartir su alegr¨ªa y la afici¨®n entr¨® en erupci¨®n, encadenando un c¨¢ntico tras otro. A las afueras de Montilivi, un centenar de seguidores del Girona esperaron la salida de los jugadores catalanes para intentar sanar la decepci¨®n. Sin demasiadas restricciones de seguridad y por la proximidad de las instalaciones con la calle, futbolistas y seguidores se mezclaron en una escena emotiva. Lloraba la afici¨®n, lloraban los jugadores. Granell, por ejemplo. ¡°No lo merecemos, esto es dur¨ªsimo. Este equipo lleva dos a?os luchando y lo hemos hecho todo para subir. Me queda el sabor de que el futbol es una mierda. Girona vuelve a resignarse.

En el vestuario, cantaban los jugadores de Osasuna, a modo de himno grupal, un viejo tema de Barricada: ¡°Cuando se aprende a llorar por algo, tambi¨¦n se aprende a defenderlo¡±.