El agua, la terapia de Marina Alabau
La regatista, oro en Londres, ha preparado los Juegos de R¨ªo entre biberones y pa?ales y dice que cuando se mete en el mar se olvida de todo
¡°?Qu¨¦ har¨ªa si ganara otra medalla? Lo mismo que si no la ganara, irme de vacaciones¡±. Quedan 47 d¨ªas para los Juegos de R¨ªo, los cuartos de Marina Alabau. La regatista sevillana de 30 a?os no ve la hora de que se terminen. ¡°?Estoy con un estr¨¦s que estoy deseando que se pasen ya! Vamos de un lado a otro sin parar y s¨®lo de pensar lo que me queda me agobio, imag¨ªnate hacerlo. Me dan dolores de cabeza, pero eso s¨ª, cuando me meto en el agua me olvido de todo¡±, dice.
?Ya has pasado por esto, no? ¡°S¨ª, pero ahora soy madre y es diferente¡±, cuenta mientras come de pie un plato recalentado de pasta en su casa de Tarifa. En la ventana hay plantas de especias. Acaba de llegar del gimnasio y de hacer recados en el banco. Le esperan dos entrevistas. No para de entrar y salir gente por la puerta. Sus compa?eras de entrenamiento (una regatista sueca, otra griega y una japonesa) vienen a preguntar a qu¨¦ hora se sale para Algeciras para el entrenamiento de la tarde.
El marido y tambi¨¦n entrenador de Marina, Alex Guyader, va recogiendo los juguetes, los libros y las chanclas de la peque?a Marta, que en septiembre cumplir¨¢ tres a?os. En el sof¨¢ del sal¨®n espera Open, la biograf¨ªa de Andre Agassi. En la pared hay un cuadro gigante con el mapa del mundo y una tabla de surf apoyada. De la terraza cuelga un traje de neopreno y en el suelo se ve un skate. Marina no para quieta, y eso que dice que desde que es madre lleva una vida m¨¢s organizada.
¡°Antes era m¨¢s flexible a la hora de entrenar, de irme a prepararme a no s¨¦ que sitios y a no s¨¦ qu¨¦ horarios. Si no hab¨ªa viento por la ma?ana, pues esper¨¢bamos la tarde. Con Marta, es todo un poco m¨¢s organizado, estricto y cerrado. Lo mismo con la log¨ªstica de los campeonatos, vamos con mucho tiempo de antelaci¨®n por si los abuelos se tienen que venir con nosotros y la ni?a¡±, explica. El primer a?o se llevaban a la peque?a, ahora prefieren dejarla con los abuelos. ¡°Habr¨ªa que traer cuidadora si no, y empiezan a ser muchos viajes¡±, a?ade Marina.
Su preparaci¨®n f¨ªsica no ha cambiado: gimnasio, bicicleta, yoga y navegar. Surf, kite, p¨¢del surf. Pero s¨ª reconoce que tard¨® bastante en recuperar sensaciones. ¡°Tard¨¦ un a?o en volver a tener el cuerpo de deportista. Le di de mamar tres d¨ªas a Marta y despu¨¦s de cinco sin dormir dije que eso no era para m¨ª, que as¨ª no iba a sobrevivir mucho m¨¢s. As¨ª que le dije a mi marido: 'ma?ana vas a la farmacia a comprar bibes porque yo no puedo m¨¢s'. Lo del pecho es muy duro, las madres deportistas que lo hacen tienen much¨ªsimo m¨¦rito, porque para un deportista, las horas de descanso, el entreno invisible, es m¨¢s importante que el entrenamiento en s¨ª¡±, asegura. ¡°Tard¨¦ un a?o en tener un cuerpo que me permitiera volver a disfrutar otra vez del windsurf. Que no me costara un sobreesfuerzo entrenar y que no me supusiera pasarlo mal¡±.
Un embarazo sab¨¢tico
Suelta una carcajada al recordar las sensaciones que tuvo el primer d¨ªa que volvi¨® a navegar. ¡°La primera vez que cog¨ª la vela no me lo pod¨ªa creer. ?D¨®nde est¨¢ la c¨¢mara oculta, porque esto pesa una barbaridad! Me dec¨ªa: 'pero si yo esto normalmente lo cog¨ªa as¨ª y ni me enteraba'. No pod¨ªa con la vela en tierra y navegando, a la media hora en el mar me ten¨ªa que volver. Cada dos d¨ªas descansaba uno y as¨ª poco a poco y poco a poco porque el cuerpo no era capaz de aguantar un entrenamiento potente. Me tir¨¦ un embarazo m¨¢s sab¨¢tico de la cuenta y pagu¨¦ las consecuencias¡±, asume.
¡°Tard¨¦ un a?o en volver a tener el cuerpo de deportista. Le di de mamar tres d¨ªas a Marta y despu¨¦s de cinco sin dormir dije que eso no era para m¨ª
En casa dice que su marido se encarga de poner orden, sobre todo si ella llega cansada. Despu¨¦s de dejar a la ni?a en la guarder¨ªa se va al gimnasio de 9.30 a 11 de la ma?ana. De una a cinco sale a navegar mientras su madre recoge a la peque?a. ¡°Llego a casa reventada, pero cuando llego me voy a jugar con la ni?a. Es mi momento de felicidad¡±, cuenta antes de analizar las condiciones que se encontrar¨¢ en R¨ªo.
¡°Hay mucha monta?a y los vientos son m¨¢s variables. En Londres los vientos ven¨ªan del mar y no de la tierra y eran mucho m¨¢s planos y constantes. El regatear con esos vientos es muy simple, porque como entra el mismo por todos los lados da igual que te vayas a la izquierda o la derecha, el que va m¨¢s r¨¢pido llegar¨¢ antes. Cuando hay corrientes y el viento es m¨¢s variable, la velocidad casi que no importa sino que importa m¨¢s que sepas regatear, ver mejor el viento y las corrientes para anticiparte. Es todo m¨¢s complicado y eso es lo que vamos a tener en R¨ªo. A m¨ª me favorece porque si antes era la m¨¢s r¨¢pida del mundo, ahora ya no tengo ese plus de velocidad¡±, explica.
?Supone m¨¢s estr¨¦s tener que revalidar la medalla? ¡°No es un estr¨¦s. Yo simplemente entreno e intento competir lo mejor que puedo. Para nada me siento presionada despu¨¦s del oro de Londres, a m¨ª me da un poco igual lo que esperan de m¨ª¡±, concluye.
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