Ibrahimovic se despide con un solo tiro a puerta

El maravilloso envoltorio de la Eurocopa brill¨® con fulgor en Niza, en donde se enfrentaron B¨¦lgica y Suecia. El partido ten¨ªa todos los ingredientes de un gran cartel. Dos selecciones con prestigio y figuras que provocan anuncios y seguimiento medi¨¢tico global; la tensi¨®n de la lucha por el segundo puesto del grupo E; el riesgo de la eliminaci¨®n de Suecia en la que pod¨ªa ser la despedida de Ibrahimovic de su selecci¨®n; y el entorno sobrecogedor del nuevo estadio de los Alpes Mar¨ªtimos en una tarde espl¨¦ndida. Hasta ah¨ª la presentaci¨®n. La imagen. El paquete que, al abrirse, descubr¨ªa el contenido, el juego, el pobre f¨²tbol reducido a un hueso de aceituna.

Los nuevos ap¨®stoles de la industria, que lo interpretan todo en t¨¦rminos econ¨®micos, se?alan que B¨¦lgica es, en la ¨²ltima d¨¦cada, el pa¨ªs que m¨¢s futbolistas de talento ha producido per c¨¢pita. Buenos jugadores en todas las l¨ªneas, casi todos con sueldos multimillonarios, como De Bruyne y Hazard, estrellas del Manchester City y del Chelsea respectivamente; como Carrasco, uno de los futbolistas m¨¢s destacados de la ¨²ltima final de Champions; o como Courtois, el portero del Chelsea, uno de los guardametas con mejor cach¨¦. Los belgas tienen material para ofrecer algo m¨¢s que un juego digno, pero no lo consiguen. Fallaron en el Mundial de Brasil y en esta Eurocopa siguen adoleciendo de desorganizaci¨®n.

B¨¦lgica se descuadra porque no sabe colocarse en el campo de acuerdo a las posibilidades de sus jugadores. Si la t¨¢ctica es un libro de claves para facilitar al futbolista el desempe?o de sus funciones, los jugadores belgas carecen del c¨®digo. El desconcierto comienza cuando tienen que defender porque dan la impresi¨®n de no saber a d¨®nde deben situar exactamente la l¨ªnea de presi¨®n, c¨®mo ubicarse, o c¨®mo coordinarse para ir a robar la pelota. Cuando finalmente la recuperan se encuentran tan desordenados, o tan lejos de la porter¨ªa, que tardan en encontrarse unos a otros y demoran las decisiones. As¨ª se desperdicia la energ¨ªa de los virtuosos como Carrasco o Hazard, que se pasaron corriendo carreras de 50 o 70 metros en uno y otro sentido sin saber muy bien por qu¨¦.

Suecia, a diferencia de su rival, manej¨® un c¨®digo. Pero fue un c¨®digo perverso porque oblig¨® a diez de sus jugadores a ordenarse en funci¨®n de Ibrahimovic, que resolvi¨® retirarse progresivamente hace muchos a?os pero lo anunci¨® hace tres d¨ªas en Francia. El espl¨¦ndido delantero de Malmoe camin¨® la cancha con menos br¨ªo que el ¨¢rbitro. Ni ayud¨® a sus compa?eros a defender ni se les ofreci¨® con movimientos al espacio. Se limit¨® a quedarse en el mediocampo pidiendo que le dieran la pelota y lanzando a Berg, el punta, o a Forsberg y Larsson, los interiores. Forsberg y Larson deben tener el r¨¦cord de kil¨®metros recorridos en la competici¨®n. Cuando se agrupan para defender se pegan a los pivotes, cuando roban se despliegan a las bandas y cuando atacan acaban en el ¨¢rea contraria buscando el disparo. As¨ª 90 minutos, bajo la atenta mirada de Ibrahimovic, que juega desde la colina imaginaria donde establece su estado mayor, tambi¨¦n imaginario.

Este fue el orden de Suecia, que se desmont¨® a s¨ª misma en busca del gol y la clasificaci¨®n seg¨²n se agotaban los minutos. Los escandinavos resolvieron atacar con todos sus medios transcurrida la hora de partido. Tomaron riesgos y lo pagaron. B¨¦lgica solo tuvo que juntarse en su campo a esperar el error. Ocurri¨® a la salida de un c¨®rner en contra. Los centrales buscaron a Lukaku con un pelotazo, el punta abri¨® a banda y del centro y el rechace se aprovech¨® el que pasaba por ah¨ª, de nombre Nainggolan. El mediocentro de la Roma, tal vez el menos h¨¢bil de los jugadores de su selecci¨®n, solt¨® un derechazo desde 30 metros. El bal¨®n entr¨® pegado al palo y B¨¦lgica se clasific¨® segunda de grupo. Hungr¨ªa la espera en octavos.

Suecia qued¨® fuera del torneo. Ibrahimovic se despidi¨® de la selecci¨®n despu¨¦s de haber rematado una sola vez a puerta en toda la Eurocopa, al lanzar una falta directa que fue despejada por Courtois.