El goleador que mira de reojo

Edu Vargas (Santiago de Chile, 1989) tiene cara de pillo, lo que suele ser un buen principio para un goleador que se precie. Dicen que para saber si un futbolista es un goleador hay que mirarle a la cara, porque ah¨ª se ve si es capaz de mirar por el rabillo del ojo o de marcar con los ojos cerrados. M¨¢s aun si no eres un fortach¨®n, un bigardo que todo lo f¨ªa a su f¨ªsico (mide 1,75m y pesa 71 kilos). Vargas es ahora el m¨¢ximo goleador de la Copa Am¨¦rica con seis tantos, uno m¨¢s que Messi, y el doble de los que ha marcado en toda la temporada con su club, el Hoffenheim de la Bundesliga. Por eso se puede pensar que Vargas es un goleador con dos caras: la de la selecci¨®n chilena, donde iguala a Hormaz¨¢bal como m¨¢ximo goleador en la Copa Am¨¦rica con 10 goles en todas sus participaciones, y la de sus clubes europeos, donde jam¨¢s ha conseguido triunfar. Vista de lince con Chile, miope en Europa.

Puede Vargas, a sus 26 a?os, presumir de haber jugado en las cuatro principales Ligas europeas: la italiana a trav¨¦s del N¨¢poles, que pag¨® casi 15 millones a la Universidad de Chile mejorando la oferta de muchos clubes europeos; la espa?ola, cedido al Valencia en enero de 2014 tras el primer repudio de Rafa Ben¨ªtez; la inglesa, en el reci¨¦n ascendido Queens Park Rangers, otra vez cedido, y la alemana, actualmente en el Hoffenheim. Entre medio, otra cesi¨®n, al Gremio de Porto Alegre, brasile?o. Un historial de lujo sin embargo sellado con notas mediocres, como si cada vez que se quitara la roja de Chile le alcanza un constipado o se le nubla la vista.

Del 'reality' al f¨²tbol

Eduardo Jes¨²s Vargas naci¨® al f¨²tbol en un reality televisivo de f¨²tbol 7. O sea, no es cuesti¨®n de focos su dispar trayectoria deportiva. O quiz¨¢s s¨ª. Quiz¨¢s en vez de alumbrarle el camino le deslumbraron. Pero algo tiene este futbolista al que en N¨¢poles apodaron turboman cuando ya ha conquistado una Copa Am¨¦rica, el domingo jugar¨¢ la final de la m¨¢xima competici¨®n americana, ha sido requerido por las mejores Ligas europeas y adelanta a Messi en la tabla de goleadores de esta competici¨®n, gracias a sus cuatro goles a M¨¦xico ¡ªen el apabullante 0-7 de cuartos de final¡ª.

El pillo ha vuelto con sus estruendoso tatuaje en el cuello y su flequillo ladeado que le aportan ese tono marginal que no le viene nada mal a los delanteros sin piedad. Su manejo en el ¨¢rea es lo m¨¢s parecido a un manual de instrucciones, acelera y frena con la misma facilidad, esquiva al rival y forcejea con ¨¦l con la misma fe, cabecea y patea con id¨¦ntica certidumbre, ataca y defiende con la misma intensidad.

Sus goles en la Copa Am¨¦rica han vuelto a callar las bocas de su inmediato pasado, pero su futuro est¨¢ por ver. El goleador seco de Italia, Espa?a, Gran Breta?a y Alemania vuelve a manar en la Copa Am¨¦rica Centenario en Estados Unidos y afronta otra final continental que le devuelve a la hornacina de los ¨ªdolos. El reality se ha hecho realidad. Desde aquel gol inaugural que le marc¨® en 2008 al Palestino, las c¨¢maras le miran a los ojos y ¨¦l mira la porter¨ªa por el rabillo del ojo.

Vargas se ha hecho mayor y ha seguido sobre el c¨¦sped las indicaciones de un chileno memorable, Pablo Neruda: ¡°Queda prohibido no sonre¨ªr a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sue?os¡±.