Ganamos en Cagliari con el p¨²blico a favor
Era un amistoso de 1971. Se sab¨ªa que iba a faltar la gran figura del equipo local, Gigi Riva, lesionado, y tampoco iban a van a jugar Albertosi ni Domenghini
Ahora que nos jugamos el tipo ante Italia, quiero desempolvar un duelo de 1971 que sali¨® muy bien. Ganamos a domicilio a Italia, a la saz¨®n campeona de Eurocopa y subcampeona del mundo. S¨ª, ganamos all¨ª, ?y con el p¨²blico italiano a nuestro favor!
Aquel era el s¨¦ptimo partido de Kubala como seleccionador. En los seis anteriores llev¨¢bamos cinco victorias y un empate, precisamente ante Italia, en el Bernab¨¦u. Amistoso tambi¨¦n, como el que ¨ªbamos a disputar ahora en Cerde?a, devoluci¨®n de visita. La fecha era el 20 de febrero de 1971, s¨¢bado. Hubo concentraci¨®n en Madrid desde las nueve de la noche del lunes 15. Los convocados fueron: Iribar, Esnaola, Sol, Gallego, Tonono, De la Cruz, Ant¨®n, Costas, Pirri, Uriarte, Claramunt, Marcial, Amancio, Rexach, G¨¢rate, Arieta y Churruca. Un buen grupo. Amancio, aunque ya veterano, se manten¨ªa bien. Gente tan importante como Iribar, Sol, Gallego, Claramunt, Pirri, Uriarte o G¨¢rate estaban en su plenitud.
Como siempre, en torno a los entrenamientos de Kubala hay gran animaci¨®n de prensa. Era c¨¦lebre su show disparando a los porteros, con su prodigioso golpeo de bal¨®n, que a¨²n conservaba intacto a los 43 a?os. Colocaba a un portero en el suelo, apoyado sobre los codos y las rodillas, en modo mesilla de sal¨®n, y el otro ten¨ªa que volar sobre ¨¦l en busca de sus lanzamientos, que llevaban la fuerza y colocaci¨®n precisas para que el portero llegara a ellos, pero con el m¨¢ximo esfuerzo.
Pero esta vez est¨¢ menos expansivo que otras. Se le ve serio. Tambi¨¦n en el partidillo, que ¨¦l mismo arbitra, en la Ciudad Deportiva madridista, contra un equipo del Madrid en el que est¨¢n entre otros Grande, el hoy ayudante de Del Bosque, y Gento, que juega de interior, dejando a Bueno de extremo izquierda. Espa?a gana 3-1.
Se supone que el mi¨¦rcoles Kubala va a ir a Lisboa, a ver y tutelar el amistoso de la sub-23 (en la que asomaban los Quini y Asensi entre otros), y que se perdi¨® por 2-1, pero no va. La explicaci¨®n es que no le hubiera sido posible regresar a Madrid a tiempo para coger el avi¨®n, a las tres de la tarde, para ir a Cagliari, donde se va a jugar el partido.
La explicaci¨®n cuela, pero a la hora de salir el grupo para Cagliari se suman a ¨¦l Joaqu¨ªn Ramos, locutor de Radio Nacional, que la noche anterior ha estado en el partido de la sub-23, y el c¨¦ltico Manolo, que tras jugar en Lisboa ha sido requerido por Kubala para la selecci¨®n mayor. Ah, ?pero no dec¨ªan que no hab¨ªa tiempo de¡?
Alguien indaga y se descubre el pastel. Kubala est¨¢ enfadado con cuatro jugadores y, por a?adidura, con el presidente de la federaci¨®n, P¨¦rez Pay¨¢. Resulta que el lunes, Gallego, Marcial y Amancio no han llegado a las nueve de la noche al hotel, sino los dos primeros a las seis y el segundo, a las cuatro. Gallego y Marcial se hab¨ªan distraido al llegar a Madrid y perdido por alguna sala de fiestas. Amancio tuvo un susto m¨¦dico con su mujer, se retras¨® por ese motivo, pero no avis¨®. A eso se suma que Ant¨®n le ha dicho a Kubala que si no va a jugar (cosa que se huele por los entrenamientos), que no le lleve.
El asunto salta en la prensa el primer d¨ªa de estancia all¨ª, en Cagliari. Kubala ha pedido a P¨¦rez Pay¨¢ que les sancione y ha pretendido dejarles en casa. P¨¦rez Pay¨¢ ha tenido un pulso de dos d¨ªas con ¨¦l: ¡°Primero jugar, luego sancionar¡±, es su tesis. Le parec¨ªa un cante castigar a jugadores de tal nivel en v¨ªsperas de todo un Italia-Espa?a. Adem¨¢s, lo de Amancio ten¨ªa justificaci¨®n, pero claro, ?c¨®mo separarle de los del Bar?a, si el hecho era el mismo aunque las razones fueran distintas?
Espa?a se concentra en Santa Margherita di Pula, a 40 kil¨®metros de Cagliari. Hay malas caras. Kubala renuncia a ir a entrenar al Sant'Elia, el estadio del Cagliari, con lo que da plant¨®n a la prensa italiana y a buena parte de la espa?ola. Los que se enteran asisten a los ejercicios f¨ªsicos del equipo entre los pinos pr¨®ximos al Hotel Abamar, donde est¨¢n recluidos.
Por dar una buena noticia, alguien recuerda que en ese escenario de Cagliari ha ganado en 1956 la Selecci¨®n B de Espa?a, un equipo, por cierto, lleno de grandes nombres: Carmelo; Olivella, Campanal, Valero; Verg¨¦s, Gensana; Tejada, Sampedro, Pepillo, Peir¨® y Collar. 0-1, con gol de Tejada.
Pero en Italia las cosas est¨¢n peor. El Cagliari es el campe¨®n de la Liga 70-71, ha sido el segundo en la anterior. El partido es en su ciudad, capital de Cerde?a. Se sabe que va a faltar su gran figura, Gigi Riva, lesionado, pero resulta que tampoco van a jugar Albertosi ni Domenghini, seg¨²n se desprende del entrenamiento. Sus puestos van a ser para Zoff y Mazzola. La gente de la isla no lo puede creer. El seleccionador, Ferruccio Valcareggi, es acosado a preguntas en la conferencia de prensa y aviva el fuego:
¡ªEsto es la selecci¨®n de toda Italia, no la de una isla.
?Para qu¨¦ m¨¢s!
El partido se televisa en Espa?a y en Italia, pero no en Cerde?a, a pesar de lo cual s¨®lo hay 40.000 espectadores, de 68.000 posibles. Muchos han exigido la devoluci¨®n del dinero. Los que van, conf¨ªan hasta ¨²ltima hora en que Valcareggi cambie. Pero la megafon¨ªa da la alineaci¨®n:
Zoff (tremenda pitada¡.); Bet, Burgnich, Rosato, Facchetti; Bertini, Rivera, De Sisti¡ (m¨¢xima expectaci¨®n)¡Mazzola (bronca may¨²scula¡), Boninsegna y Prati. Cuando se cantan los suplentes, las ovaciones a Albertosi y Domenghini son tremendas. Y es igualmente ovacionada la alineaci¨®n de Espa?a: Iribar; Sol, Gallego, Costas, Tonono; Claramunt; Pirri, Uriarte; Amancio, G¨¢rate y Churruca. Cada nombre es subrayado con una ovaci¨®n.
A Valcareggi le tiraron naranjas al salir, y lo mismo al palco de los directivos.
Espa?a manda, juega, se siente bien. Los italianos miran a los nuestros, como dici¨¦ndoles: ?t¨² puedes creer esto? Y los nuestros se encogen de hombros y juegan. En el minuto 35, Claramunt se va por la derecha, centra, el bal¨®n pega en Burgnich, queda suelto y Pirri le gana la acci¨®n a Zoff, al que coloca un globito por encima. El gol deja mal a Zoff, lo que incrementa la bronca. En el 40, otro centro de Claramunt lo deja pasar Churruca y Uriarte suelta un zurriagazo a la escuadra. 0-2. Llueven naranjas.
El segundo tiempo ser¨¢ coser y cantar. En Italia entra Ferrante, que tampoco es del Cagliari, por Burgnich. Otro enfado. Espa?a mantiene el bal¨®n y ahorra fuerzas. Salen Marcial por Arieta (m. 69) y G¨¢rate por Amancio (m. 76). Italia caza en el 79 el 1-2 en un golpe de fortuna, un bal¨®n largo de Mazzola al que Iribar no llega porque resbala; remata Boninsegna, rechaza Gallego en la raya y marca De Sisti a puerta vac¨ªa. El gol no es bonito y la gente lo abuchea. Final, 1-2. Salimos aplaudidos. Valcareggi fue evacuado dos horas despu¨¦s del partido, escondido en una ambulancia.
Espa?a regres¨® en triunfo. No hubo sanciones, claro. Pelillos a la mar. ?Hab¨ªamos ganado al campe¨®n de Europa y subcampe¨®n del mundo¡!
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