Cristiano, a un paso de la cumbre

En una semifinal sin una gota de f¨²tbol, se bast¨® Cristiano Ronaldo para acercarse a la gran cumbre internacional que le falta tanto a ¨¦l como a Portugal. Un cabezazo atronador de CR y un churro de disparo suyo reba?ado por Nani, todo en tres minutos, fue suficiente para despedir con honores a esta Gales de chistera, protagonista inopinado de un campeonato que no olvidar¨¢. Frente a los lusos, no les super¨® el juego, porque no hubo, sino un par de parpadeos de Cristiano. En su caso, el encomiable empe?o de Bale no fue suficiente. Portugal tiene mejor envoltorio para CR, que con su gol igual¨® a Platini, al que le puso morros en alguna pasarela del Bal¨®n de Oro, como m¨¢ximo anotador de las Eurocopas. Ya sin Platini como jerarca de la UEFA y con la Champions en la mochila, la final del domingo en Par¨ªs le puede entronizar de nuevo. Un paso m¨¢s y habr¨¢ conducido a Portugal donde nadie lo consigui¨®. No son retos que obvie CR.

Hasta que Cristiano sac¨® el l¨¢tigo, con muy poco cesto, bastante resisti¨® Gales. Con algo m¨¢s, casi nada hizo Portugal. Un partido decepcionante, pe?azo, ulceroso para ser una semifinal de una Eurocopa. Los dos equipos fueron con el freno, muy timoratos, parsimoniosos con la pelota y sin ella. Tres arranques de Bale y un cabezazo de Cristiano muy forzado fueron los ¨²nicos avisos en las ¨¢reas en todo el primer acto. Las dos estuvieron desiertas, sin colonizadores porque casi todo se desarroll¨® en el medio campo y de forma insulsa. No hubo quien pusiera chispa, todo muy medido. Se llama canguelo, pero parec¨ªa m¨¢s propio de Gales, en un pedestal tan inesperado, que de los portugueses. Quiz¨¢ los de Fernando Santos quisieron fiarlo todo a partir del minuto 90, que es como mejor les iba. Pero irrumpi¨® su capit¨¢n y Portugal por fin gan¨® un partido antes del tercer tiempo o los penaltis, lo que no hab¨ªa conseguido en los seis anteriores, los cinco disputados en Francia m¨¢s la semifinal que perdi¨® con Espa?a en Ucrania-Polonia 2012.

Nadie vale por 11

Fue un partido decepcionante, pe?azo, ulceroso para ser una semifinal de una Eurocopa

Portugal tuvo que renunciar a Pepe, lesionado y relevado por Bruno Alves, y a William Carvalho, al que tom¨® el testigo Danilo, que adelant¨® al cotizado Andr¨¦ Gomes y al sutil Moutinho. Pese al impulso de Renato, Portugal no tuvo cuerpo, fue un equipo demasiado contenido, sin soltura. Mientras, Gales not¨® con creces la baja de Ramsey, su hilo conductor junto a Bale. A los galeses, meritoriamente cosidos con alfileres, no les sobra nada de nada. Y Ramsey es para ellos todo un ilustrado. Por unas causas u otras, nadie quiso llevar el peso del partido, ni la indefinida Portugal ni la limitada Gales. Como resultado, un encuentro con olor a habitaci¨®n cerrada hasta que Cristiano sac¨® el martillo.

La guada?a de Cristiano fue cuesti¨®n de tres minutos, reci¨¦n estrenado el segundo tramo. Joao Mario sac¨® en corto un c¨®rner para Raphael y el centro del lateral zurdo lo cabece¨® el astro como solo cabecean los astros. Suspendido en el aire como un trapecista y con Chester de alguacil, esper¨® la llegada del bal¨®n y fulmin¨® a Hennessey, el portero gal¨¦s. Fue un remate estruendoso, como si este hombre tuviera una puntera en la frente. Descomunal. A¨²n aturdidos los de Chris Coleman, Cristiano meti¨® gas y cerca del per¨ªmetro del ¨¢rea carg¨® la pierna derecha. Le sali¨® un disparo pifiado, como si hubiera golpeado a alguna topera, pero Nani, pillo en el punto de penalti, meti¨® la u?a y desvi¨® la trayectoria del bal¨®n, alojado en la red.

Los dos tantos pusieron el punto final a la memorable aventura de Gales. Lo suyo ha sido un milagro, por mucho que le abandere Bale, extraordinario futbolista, pero nadie vale por once. Esta Eurocopa ha servido a los galeses para poner el f¨²tbol en su propio mapa. Ser¨¢ interesante ver su evoluci¨®n. Para Portugal supone llamar al para¨ªso por segunda vez en la historia. No ha sido una selecci¨®n redonda, ni mucho menos, pero con la puntualidad de Cristiano y Nani se ha apa?ado con muchas angustias. Le queda el remate. O sea, un ¨²ltimo Cristianazo el domingo. Esta vez, en la gran final no le espera Grecia en Lisboa, sino Francia o Alemania en Par¨ªs.