Nacional: La revoluci¨®n verde
Los colombianos buscan su segunda gran consagraci¨®n en la Copa Libertadores
En Medell¨ªn, ver un sue?o hecho realidad puede costar 600 d¨®lares e incluso m¨¢s. Poco para quien es fan¨¢tico y pagar¨ªa lo que fuera por ver a su equipo, Atl¨¦tico Nacional, ser campe¨®n de la Copa Libertadores de Am¨¦rica por segunda vez en su historia. Eso vale una entrada en el mercado negro ¡ªcuando normalmente costar¨ªa m¨¢ximo 30 d¨®lares en un buen sector de las tribunas del coqueto Atanasio Girardot¡ª para estar presente en el partido ante Independiente del Valle, que definir¨¢ al ganador del torneo m¨¢s importante de clubes en Sudam¨¦rica [en el encuentro de ida, en Quito, el resultado fue 1-1].?
Y la inversi¨®n vale porque adem¨¢s ser¨ªa la posibilidad de ver al verde dar la vuelta ol¨ªmpica en su propia casa por primera vez: Bogot¨¢ fue la sede de la final ante el Olimpia de Paraguay en 1989; su estadio, por esos a?os, no cumpl¨ªa con los requerimientos exigidos por la Conmebol y El Camp¨ªn fue el lugar elegido por los dioses para que la leyenda de la m¨¢s interminable serie de penales ocurrida en esta instancia decisiva de la Copa ¡ªhubo que patear 17 penas m¨¢ximas antes de conocer al vencedor¡ª le diera a los antioque?os un t¨ªtulo esquivo para los clubes colombianos. Antes de que Ren¨¦ Higuita atajara cuatro disparos desde el punto blanco y de que Leonel ?lvarez por fin acabara el suplicio, hab¨ªan llegado a la final Cali en 1978 y Am¨¦rica tres a?os seguidos (1985, 1986 y 1987) sin poder coronar la haza?a.
Por eso en ese atribulado 1989, en el que el paisaje diario era ver morir a miles en medio de la guerra entre narcotraficantes y gobierno, se habl¨® de una revoluci¨®n en el f¨²tbol colombiano. Francisco Maturana, el entrenador, era quien encabezaba el cambio y la n¨®mina base que obtuvo la Libertadores ser¨ªa despu¨¦s el andamio en el que se apoy¨® la Selecci¨®n Colombiana con la que se volvi¨® a un Mundial en 1990, luego de 28 a?os de ausencia.
Aquella primera consagraci¨®n en la Libertadores tuvo cuestionamientos: Juan Bava, ¨¢rbitro argentino, revelar¨ªa en su momento que ¨¦l y sus compa?eros de terna, Carlos Esp¨®sito y Abel Gnecco, hab¨ªan sido presionados por hombres que los apuntaban con armas y d¨®lares en su cuarto de hotel con el fin de que favorecieran a Nacional en sus fallos en la semifinal contra Danubio de Uruguay. Bava, de buen humor, dir¨ªa a?os despu¨¦s que si el partido iba 0-0 al minuto 90, ¨¦l mismo tomaba el bal¨®n y marcaba un gol para poder salir vivo de la odisea. No fue necesario: Nacional derrot¨® 6-0 a los uruguayos, pero ese hecho y el sospechoso arbitraje del chileno Hern¨¢n Silva en la llave de cuartos de final ante Millonarios, su ac¨¦rrimo rival desde esos tiempos, marc¨® una injusta tacha sobre un equipo al que le sobraba talento.
Este Nacional modelo 2016?tambi¨¦n ha marcado su propia revoluci¨®n: desde la primera fase fue el equipo m¨¢s consistente del torneo y se quit¨® de encima adversarios que en alg¨²n instante le quisieron arrebatar el sue?o copero: Pe?arol, Sporting Cristal, Hurac¨¢n en dos oportunidades, Rosario Central y S?o Paulo fueron cayendo sin oportunidad de reclamos. Ha tenido momentos de buen juego, siempre basado en la consolidaci¨®n de una columna vertebral s¨®lida encabezada por el arquero argentino Armani, secundada por la dupla Henr¨ªquez-S¨¢nchez en defensa, apoyada desde el medio por Mej¨ªa y P¨¦rez (ausente en la final por acumulaci¨®n de tarjetas) y con gran explosi¨®n gracias a la joya Marlos Moreno y a Miguel Borja, refuerzo inscrito para semifinales y que ya pag¨® su inversi¨®n con cuatro goles en la semifinal frente a S?o Paulo.
Y con ellos Reinaldo Rueda, un entrenador con formaci¨®n alemana y que nunca vio como un retroceso regresar a dirigir clubes despu¨¦s de centrar su trabajo en selecciones nacionales como Honduras y Ecuador, a las que clasific¨® a Mundiales. Todo lo contrario: con su idea futbol¨ªstica, Rueda, que supo ser tambi¨¦n DT de emergencia para Colombia en las eliminatorias hacia Alemania 2006, subi¨® sus acciones reinvent¨¢ndose como entrenador, tanto que hoy el seleccionado de Paraguay lo tiene en la mira para ver si es capaz de hacer un milagro por ellos.
Nacional sue?a con ser bicampe¨®n de la Copa Libertadores, fruto de su trabajo por estar en la ¨¦lite, tanto en el ¨¢mbito local ¡ªgan¨® nueve t¨ªtulos de liga en 16 a?os¡ª como en el internacional. Falta un solo escal¨®n, contra Independiente del Valle [la gran revelaci¨®n del torneo, el ¨²nico equipo que ha eliminado en una misma Libertadores a River Plate y Boca Juniors], pero all¨ª estar¨¢ su hinchada tom¨¢ndolo de la mano para poderlo conseguir, as¨ª haya que pagar 600 d¨®lares para verlo.
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