El zapato roto de Jefferson P¨¦rez
Se cumplen 20 a?os de la m¨ªtica victoria del atleta ecuatoriano en las Olimpiadas de Atlanta. Otro marchista, Andr¨¦s Chocho, es la gran esperanza del pa¨ªs en Rio
Una hora, 20 minutos y siete segundos le tom¨® al marchista ecuatoriano Jefferson P¨¦rez (Cuenca, 1974) ganar la primera medalla de oro ol¨ªmpica para su pa¨ªs y hacer historia. Fue en Atlanta, en 1996. La otra medalla ol¨ªmpica en el palmar¨¦s de Ecuador es de plata y tambi¨¦n la consigui¨® P¨¦rez, en Pek¨ªn, en 2008, cuando volvi¨® a recorrer los 20 kil¨®metros de competencia en una hora, 19 minutos y 15 segundos.
Despu¨¦s de Pek¨ªn se retir¨®. El marchista se dedica desde entonces a organizar eventos deportivos con su empresa, JP Sport Marketing. Parte de su trabajo ahora consiste en dar charlas de motivaci¨®n y su vida suele emplearse como un ejemplo de perseverancia. En el banner del sitio web de la empresa se lee una de las frases que el exatleta repite con frecuencia: ¡°El d¨ªa que comienzas a creer que lo imposible no existe, ese d¨ªa empiezas vivir¡±.
La prensa local hace poco recordaba que ya han pasado 20 a?os del triunfo de Jefferson P¨¦rez en Atlanta y en m¨¢s de un art¨ªculo se volv¨ªa a contar una de sus an¨¦cdotas m¨¢s dolorosas: haber cruzado la meta ol¨ªmpica con el zapato del pie izquierdo partido por la mitad y casi sin suela. El marchista retirado explica en conversaci¨®n con EL PA?S que era un calzado especial, dise?ado para su t¨¦cnica, y no era f¨¢cil ni barato reemplazarlo. El par de zapatos, adem¨¢s, estaba gastado porque ya lo hab¨ªa usado en una competencia anterior.
¡ª ?Qu¨¦ apoyo ten¨ªan antes los deportistas?
¡ª Yo tuve el auspicio de la destiler¨ªa Zhumir desde 1992 hasta 1996 y antes de eso tuve dos auspicios locales, pero si me pregunta si recib¨ª del gobierno central una partida particular para mi preparaci¨®n, no. Del gobierno local, una partida espec¨ªfica, tampoco.
El deporte no ha estado en la lista de prioridades de los gobiernos de turno en Ecuador. Esto cambi¨® apenas en 2013, cuando se cre¨® el Plan de Alto Rendimiento. Los 38 deportistas ecuatorianos que ahora van a R¨ªo han sido cuidados por este plan. El ministro del Deporte, Xavier Enderica Salgado, dec¨ªa al despedir al equipo ol¨ªmpico: ¡°Estamos haciendo historia en el deporte ecuatoriano gracias al Plan de Alto Rendimiento, que empez¨® hace tres a?os con una inversi¨®n del gobierno nacional de m¨¢s de 40 millones de d¨®lares¡±.
Los deportistas de ¨¦lite ahora reciben un bono mensual, que va de unos 600 a 2.600 d¨®lares, dependiendo de su categor¨ªa, y tienen apoyo para asistir eventos regionales y mundiales.
La fortaleza de Ecuador
El atletismo ha sido el grueso del equipo ol¨ªmpico ecuatoriano hist¨®ricamente. Un total de 17 atletas, siete de ellos mujeres, integran el equipo ol¨ªmpico de R¨ªo. Una marca superior a Londres, donde solo participaron 12. La delegaci¨®n de atletismo es la tercera m¨¢s numerosa que va a los juegos ol¨ªmpicos de agosto, despu¨¦s de Brasil y Colombia, seg¨²n Manuel Bravo, presidente de la Federaci¨®n Ecuatoriana de Atletismo.
Las esperanzas est¨¢n depositadas en Andr¨¦s Chocho (Cuenca, 1983), el marchista de mayor experiencia y madurez que hoy por hoy tiene el pa¨ªs. Este andar¨ªn es hijo de Luis Chocho, que fue el primer entrenador de Jefferson P¨¦rez, y al igual que el c¨¦lebre marchista retirado se ha forjado en el sur del pa¨ªs, en Cuenca.
Cuenca, que no sobrepasa el medio mill¨®n de habitantes, ¡°es cuna de la marcha atl¨¦tica y del fondo ecuatoriano¡±, seg¨²n el presidente de la Federaci¨®n Ecuatoriana de Atletismo. Para Jefferson P¨¦rez, su ciudad natal fue fundamental en su formaci¨®n. Parte de su entrenamiento lo hizo en el Parque Nacional Cajas, que est¨¢ a 25 minutos de la ciudad y a 4.000 metros de altura, y otra parte a nivel del mar que est¨¢ a solo tres horas.
¡ª Esas condiciones geogr¨¢ficas te permiten desarrollar el atletismo. La costa ayuda a la velocidad, semifondo, potencia; y la altura ayuda a los deportistas de fondo.
El mensaje del marchista retirado
El marchista, que aparte de las dos preseas ol¨ªmpicas es poseedor de seis medallas de oro mundiales, se retir¨® a los 34 a?os. Hoy, con la distancia de los a?os, habla de su entrenamiento y de su ¨²ltima competencia en Pek¨ªn.
¡ª Me retir¨¦ porque ten¨ªa muchos problemas de salud y tambi¨¦n mucho agotamiento mental. Mis entrenamientos eran extenuantes y muy intensivos. Mi equipo t¨¦cnico a veces se retiraba y me dec¨ªa que no era posible que haga tanto y me ped¨ªan que respete mi cuerpo. Yo le dec¨ªa a mi m¨¦dico que mi objetivo es destruir mi cuerpo y que su trabajo era recuperarlo. Cuando en Pek¨ªn qued¨¦ en una ubicaci¨®n secundaria, yo dude de mis entrenamientos, yo pens¨¦ que el deportista que estuvo adelante m¨ªo tuvo un entrenamiento m¨¢s fuerte, pero posterior a eso, con el dopaje, supe que era que usaba sustancias que yo desconoc¨ªa.
Al marchista ruso que le arrebat¨® la gloria se le desconocieron los resultados obtenidos a partir de 2009, pero conserv¨® el t¨ªtulo de campe¨®n ol¨ªmpico de 2008. El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Ecuatoriano reclam¨® la medalla de oro para Jefferson P¨¦rez, pero su reclamo no fue escuchado.
El exatleta est¨¢ convencido de que su entrenamiento fue el mejor y agradece seguir vivo en la memoria de los ecuatorianos. Su nombre forma parte del inventario de glorias nacionales que enaltecen el orgullo patrio. Algunos a¨²n recuerdan c¨®mo entr¨® solo al estadio de Atlanta, dejando muy atr¨¢s a sus rivales, otros recuerdan que sol¨ªa virar su visera hacia atr¨¢s en los ¨²ltimos tramos de sus competencias y dejaba ver su determinaci¨®n de llegar a la meta.
P¨¦rez, que se neg¨® a preparar a nuevos talentos y prefiri¨® fomentar el deporte masivo a trav¨¦s de su empresa. Ahora augura lo mejor al equipo ol¨ªmpico. Para ¨¦l es ¡°el mejor de toda la historia¡± y tras decir esto habla como si estuviera dando una charla de motivaci¨®n.
¡ª Los sue?os no son imposibles, todas las actividades son posibles con mucho trabajo, esfuerzo, ayuda, transparencia y honestidad. No importa si sales de un hogar pudiente o con limitantes econ¨®micas. No importa si eres alto, bajo, blanco, negro o indio. Eso no condena tu futuro, lo que determina tu futuro es tu compromiso y tu esfuerzo.
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