Lydia Valent¨ªn se lleva la medalla de bronce en halterofilia
La haltera leonesa suma el cuarto metal para la delegaci¨®n espa?ola
Dec¨ªa Lydia Valent¨ªn el d¨ªa que lleg¨® a la Villa Ol¨ªmpica que esperaba que le enviasen pronto la medalla de Londres porque le pertenec¨ªa. En Londres fue cuarta, pero las tres halteras que subieron al podio han sido sancionadas por dopaje. Cuatro a?os despu¨¦s, la espa?ola de 31 a?os, ya tiene su medalla. La que no pudo colgarse en su d¨ªa, la que no pudo celebrar, la que le otorgaron ¨Cque no entregaron- cuatro a?os despu¨¦s. S¨ª la celebr¨® en R¨ªo, un bronce, con su coleta rubia, sus gestos coquetos a la grada y los labios pintados de rosa-fucsia. Fue un grito de liberaci¨®n el suyo despu¨¦s del ¨²ltimo levantamiento. Y sonri¨® contenta antes de recibir el abrazo de su t¨¦cnico.
¡°Estoy feliz. Mientras recib¨ªa la medalla en el podio pensaba en lo que me ha costado llegar hasta aqu¨ª, los plazos de recuperaci¨®n de la lesi¨®n [de espalda] que he tenido que adelantar. He pensado tambi¨¦n que se ha hecho justicia y que el trabajo tiene su recompensa, que si luchas consigues lo que quieres¡±, coment¨® Valent¨ªn que consigui¨® la primera medalla ol¨ªmpica para la halterofilia espa?ola. "He hecho historia", dec¨ªa. Ten¨ªa ganas de ir a ense?arle ese bronce a sus padres. ¡°Pobres, me han dicho que estaban muy nerviosos y que ni han podido mirar¡±, contaba.
El bronce y la felicidad de Lidia Valent¨ªn. pic.twitter.com/GLj6Qc7JG3
— Eleonora Giovio (@elegiovio) August 12, 2016
Maestra, as¨ª la defini¨® Emilio Lozano, el presidente de la Federaci¨®n. ¡°Hab¨ªa que coger medalla, si arriesgaba pod¨ªamos quedarnos sin el bronce. Por eso hemos asegurado levantando 141 kilos. Igual intentas levantar m¨¢s y te quedas sin medalla. Hab¨¦is visto la frescura y la tranquilidad con la que ha levantado el peso Lydia, lo ha hecho como la maestra que es¡±, dec¨ªa Lozano.
En halterofilia hay dos modalidades para levantar la pesa: arrancada y dos tiempos. Despu¨¦s de la arrancada Valent¨ªn era segunda. Baj¨® una plaza en la de dos tiempos. Levant¨® 257 kilos en total (116 + 141) por los 258 de la ucraniana Naumava y los 274 la de la inalcanzable coreana Rim que gan¨® el oro. El d¨ªa de Valent¨ªn empez¨® pronto por la ma?ana. Estaba citada a las 13.30 en el Pabell¨®n R¨ªo 2: las halteras tienen que presentarse dos horas antes del comienzo de la competici¨®n para el pesaje (-75 es su categor¨ªa).
Despu¨¦s de pasar por la b¨¢scula, la espa?ola suele comer arroz y pollo y ponerse los cascos con m¨²sica rap. Es la que la relaja y la ayuda a visualizar la competici¨®n. Dicen que es importante no activarse antes de tiempo. Por eso, hasta que el entrenador no le da el OK no entra a la sala para comenzar con los vendajes y los estiramientos. Es lo que hizo tambi¨¦n ayer mientras un grupo de bailarines brasile?os amenizaba la espera del p¨²blico con un peque?o espect¨¢culo de m¨²sica y danza.
Cada haltera tiene un minuto de tiempo para levantar el peso. Y cada haltera tiene su ritual de preparaci¨®n. El de Valent¨ªn fue largo, parec¨ªa apurar mucho. Pisaba la tarima (un cuadrado de parqu¨¦), estiraba los brazos hacia arriba, lanzaba un grito ininteligible, cog¨ªa la barra y tras juguetear con el piercing en la lengua, se pon¨ªa de cuclillas, concentrada al m¨¢ximo, para levantar la pesa. Nunca dio la sensaci¨®n de que le estuviese costando hacerlo. Celebraba sus movimientos -as¨ª los llama- dibujando corazones con los dedos. A veces tambi¨¦n apretando los pu?os y sonriendo feliz. Con los ojos pintados de negro. ¡°Yo no s¨¦ ni lo que hago en ese ritual¡ s¨®lo intento concentrarme y cuando veo los v¨ªdeos digo: ?ostras, en serio he estado haciendo eso!¡±, bromeaba despu¨¦s de bajar del podio con todo el maquillaje en su sitio.
Dice que su bronce sabe a oro porque hace diez meses se lesion¨® la espalda y hasta hace dos no sab¨ªa siquiera si pod¨ªa competir en R¨ªo. S¨ª lo consigui¨®. Tuvo recompensa Valent¨ªn al sacrificio y al trabajo diario, ese que reivindic¨® el d¨ªa que lleg¨® a R¨ªo en sus duras declaraciones contra los tramposos en el deporte, entre ellos la kazaja Svetlana Podobedova, la rusa Natalia Zabolotnaya y la bielorrusa Iryna Kulesha, que subieron al podio en Londres. Unos re-an¨¢lisis certificaron que lo hab¨ªan hecho dop¨¢ndose. ¡°Yo valoro el deporte ol¨ªmpico como horas de dedicaci¨®n, sin trampas. Es muy feo lo que ha sucedido. Un deporte en el que todo el mundo sospecha de todo el mundo es triste. Se fomenta la falsedad, hay mucho tramposo. Da rabia tener que enfrentarte a deportistas con antecedentes de positivos. Sabes que hay gente que te est¨¢ ganando haciendo trampa¡±, se desahog¨®. Acord¨¢ndose, quiz¨¢s, de lo mucho que le cost¨® llegar a la elite y de lo mucho, tambi¨¦n, que le cost¨® adaptarse a los ritmos de trabajo del CAR cuando entr¨® en el a?o 2000. Nada que ver con los entrenamientos que hac¨ªa en Camponaraya, su pueblo. ¡°Fue dif¨ªcil cuando llegu¨¦ al CAR, me quedaba dormida por las esquinas¡±, contaba en el libro ¡°A por m¨¢s¡± de la Agencia EFE.
En la puerta de la sala de halterofilia del Centro de Alto Rendimiento de Madrid era imposible quedarse dormido. Cada d¨ªa se lo recordaba un cartel colgado en la entrada: ¡°Le llaman suerte, pero es constancia; le llaman casualidad, pero es disciplina; le llaman gen¨¦tica, pero es sacrificio. Ellos hablan, t¨² entrena¡±. Entren¨® mucho. Hasta conseguir su recompensa con cuatro a?os de retraso. En su pueblo, Camponaraya, montaron unas pantallas gigantes para no perd¨¦rselo.
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