Simone Biles, de oro en oro

Simone Biles lleg¨® a R¨ªo con una cuenta en la cabeza: sumar cinco oros, una marca con la que superar¨ªa a Nadia Comaneci, a Larissa Latynina, a Ludmila Turisheva, a las grandes damas de la gimnasia ol¨ªmpica, que nunca lograron tal n¨²mero en una misma cita. La estadounidense acaba de lograr el tercero, en el salto, con la misma facilidad que hace unos d¨ªas se colg¨® el de equipos y el de la mejor gimnasta. Con dos saltos alt¨ªsimos y precisos, Biles ha obtenido 15,966 puntos, dejando a m¨¢s de 0,7 puntos, otra vez esa insultante superioridad, a su inmediata perseguidora, la rusa Mar¨ªa Paseka (15,253) y un poco m¨¢s lejos a la suiza Giulia Steingruber (15,216). Ning¨²n gimnasta, ni hombre ni mujer, hab¨ªa ganado nunca por este margen una final por aparatos.

La final de salto es la m¨¢s selectiva porque exige a las gimnastas realizar dos ejercicios completamente diferentes solo para intentar meterse entre las ocho mejores. De ah¨ª que muchas de ellas renuncien a esta competici¨®n antes incluso de que empiece el torneo, incapaces de lograr dos vuelos competitivos. No es el caso de Simone Biles.

M¨¢s informaci¨®n

Simone Biles se cuelga el oro en gimnasia con un margen de m¨¢s de dos puntos

?Qu¨¦ es un ¡®biles¡¯?

Simone Biles revoluciona R¨ªo

Simone Biles lleva a Estados Unidos hasta el oro

La gimnasta que ha revolucionado R¨ªo (y su deporte para siempre) no ha tenido problema en incluir en su complicad¨ªsimo programa dos de los saltos m¨¢s dif¨ªciles que existen: el Amanar (que implica entrar de espaldas para elevarse y en posici¨®n estirada hacer un mortal con dos piruetas y media con la complicaci¨®n que tiene luchar contra la inercia que empuja hacia delante) y el Cheng (con la entrada hacia delante y pirueta y media de salida). Biles ha realizado ambos saltos sin problemas, alt¨ªsimos, muy limpios y con un peque?o saltito sobre la colchoneta para frenar. Al salir ha sonre¨ªdo, como siempre, y se ha abrazado a su entrenadora, Aimee Boorman, una de las mujeres m¨¢s felices sobre la tierra.

Nadie dudaba de que la estadounidense luchar¨ªa por este oro. Pero si antes de la final se adivinaban rivales que pod¨ªan ponerle en problemas, estas se fueron descartando ellas solas. Como la norcoreana Hong, que se atrevi¨® por fin a hacer su Yurtchenko con triple pirueta, la primera mujer en intentarlo, para terminar de culo sobre la colchoneta. O la gran Chusovitina, que a los 41 a?os no se cansa de probar cosas nuevas, pero acab¨® rodando por el suelo tras su paloma doble mortal adelante (al final fue s¨¦ptima pero se llev¨® el reconocimiento del mundo gimn¨¢stico). Incluso la india Karmakar, que buscaba hacer historia con una medalla para su pa¨ªs.

El nuevo oro de Biles, el tercero de su cuenta de R¨ªo, es el primero de una gimnasta estadounidense en este aparato (no, Mary Lou Retton no gan¨® en Los ?ngeles 84). Y, mucho m¨¢s importante, iguala a la jovencita de Spring (Texas), de 19 a?os, con la Comaneci de Montreal 76. La rumana logr¨® entonces tres oros (individual, barra y paralelas), aunque sum¨® tambi¨¦n una plata por equipos y un bronce en suelo. La ¨²nica gimnasta que ha ganado m¨¢s oros en una misma cita ol¨ªmpica es la sovi¨¦tica Larisa Latynina que sum¨® cuatro oros en Melbourne 56.