Vanessa Ferrari, la mariposa can¨ªbal

A Vanessa Ferrari la llaman la farfalla cannibale, la mariposa can¨ªbal. Mariposa por la ligereza y agilidad de sus movimientos. Can¨ªbal por la fuerza y la garra que saca en la competici¨®n. La gimnasta italiana tiene 25 a?os, mide 1,46 y pesa 45 kilos. Tiene cara de mujer y cuerpo de ni?a y en su tiempo libre le gusta dibujar y hacer atletismo. En R¨ªo persigue la ¨²nica medalla que le falta en su larga y exitosa carrera (22 metales entre Mundiales, Europeos y Copas del Mundo). La persigue luchando contra el desgaste de sus tendones. Nunca se ha subido a un podio ol¨ªmpico. A los Juegos de Pek¨ªn llegaba en plenitud, pero una lesi¨®n en el tend¨®n de Aquiles ¡ªque se oper¨® despu¨¦s¡ª la oblig¨® a interrumpir la preparaci¨®n un mes antes. Compiti¨® sin poder ser competitiva. En Londres perdi¨® el bronce por un pelo. Se lo birl¨® Mustafina (lograron la misma nota pero por una de esas reglas de desempate la italiana fue cuarta). ¡°En Londres yo gan¨¦ el bronce, pero no me lo pusieron al cuello¡±, recordaba Ferrari estos d¨ªas en Brasil.

¡°Es una grandissima campionessa. Despu¨¦s de tantos a?os y de tantas lesiones, sigue aqu¨ª para jugarse una medalla. Eso dice mucho de su calidad t¨¦cnica pero sobre todo de su aguante mental¡±, dice Juri Chechi, el rey de las anillas en los noventa, que de lesiones sabe mucho. Se perdi¨® los Juegos de Barcelona 92 por una rotura del tend¨®n de Aquiles cinco d¨ªas antes de viajar a Espa?a y los de S¨ªdney por otra rotura, del tend¨®n braquial. Con casi 36 a?os se colg¨® el bronce en Atenas 2004 en anillas. Luch¨® para llegar hasta esos Juegos porque quer¨ªa despedirse compitiendo. Vanessa Ferrari tambi¨¦n espera este martes poder despedirse con una medalla, la ¨²nica que le falta. ¡°Para m¨ª es la favorita al bronce; el oro y la plata son complicados porque las americanas son muy superiores. Vanessa tiene la suerte de salir la ¨²ltima y eso te permite gestionar mejor el ejercicio. Y adem¨¢s hay algo rom¨¢ntico en eso, es como el broche perfecto para su carrera: ser¨¢ la que cierre la competici¨®n de gimnasia¡±, prosigue Chechi.

Ferrari entr¨® en el gimnasio de Enrico Casella cuando ten¨ªa siete a?os. 18 despu¨¦s siguen trabajando juntos. ¡°Es la mejor gimnasta italiana de todos los tiempos. Es la que ha dado a conocer la gimnasia italiana en el extranjero. Tiene determinaci¨®n, es una trabajadora incansable y una luchadora. Nunca se rinde, tiene una gran fuerza en las piernas y una tremenda capacidad de sufrir. Nunca tira la toalla¡±, la describe su t¨¦cnico.

La capacidad de sufrir le ha permitido estar en la elite (desde que gan¨® su primer Mundial en 2006) durante diez a?os. Y diez a?os en la elite de la gimnasia es algo extraordinario. No hay casos de gimnastas que hayan liderado a sus equipos en tres Juegos seguidos. Normalmente, suele haber un recambio generacional. No en Italia, no con Vanessa Ferrari que tambi¨¦n es de las pocas que nunca ha parado. Nunca se ha tomado un respiro, nunca ha decidido tomarse un a?o o dos sab¨¢ticos.

Ha aprendido a vivir con el dolor y con un tend¨®n de Aquiles, el del pie derecho (del izquierdo se oper¨® en 2008) hecho trizas. "Est¨¢ agujereado por el desgaste. Tengo que aguantar el dolor y gestionarlo", dice ella que lleva tatuados los cinco anillos ol¨ªmpicos debajo de la nuca.

A la piscina ha entrado con la tercera mejor puntuaci¨®n, 14.866, por detr¨¢s de las inalcanzables Simone Biles (15,733) y Alexandra Raisman (15,275). La sombra de Mustafina sigue. Pero espera borrarla y cambiar el final que hubo en Londres.